Ley de Ajuste Cubano: muchas preguntas, pocas respuestas
Amir Valle (ER)6 de septiembre de 2016
Raúl Castro, nueve países latinoamericanos y cerca del 40 porciento de los cubanos exiliados coinciden en la necesidad de eliminar o modificar la Ley de Ajuste, según todas las evidencias, parece tener los días contados.
Publicidad
Salvo en los medios de prensa de Miami, el debate sobre la eliminación o modificación de la Ley de Ajuste Cubano ha aparecido muy poco en las noticias en Estados Unidos y ya la administración norteamericana se ha encargado de aclarar en varias ocasiones que no pretende eliminarla. Para una gran parte del exilio cubano, como puede leerse en las redes sociales, se traicionaría a Cuba si se elimina esta ley que otorga a los cubanos un estatus y derechos especiales que otros inmigrantes latinoamericanos no tienen. Pero también ven el silenciamiento oficial de un asunto tan vital en la crisis migratoria actual como otra de las debilidades de Obama, que no quiere airear el tema precisamente porque sabe que la Ley es hoy una manzana de la discordia.
El lado oscuro de la ley
Washington tiene ahora mismo problemas más acuciantes que podrían desequilibrar su balanza política interna y su hegemonía internacional. Bajo ese prisma, los miles de cubanos que huyen de la isla a través de Sur y Centroamérica o cruzando el mar para conquistar "el sueño americano", al igual que los miles de mexicanos, haitianos y latinoamericanos que por razones económicas intentan hacer lo mismo, son considerados simple y fríamente daños colaterales.
Estudios recientes de la Universidad de Florida, Irvine y Los Ángeles demuestran que casi la mitad del exilio cubano está preocupado por el cambio de mentalidad de la sociedad norteamericana hacia la comunidad cubana, provocado por las últimas olas migratorias: "la criminalidad en tráfico de drogas, asesinatos y bandas marginales, protagonizada por cubanos recién llegados, se ha disparado; los fraudes al Medicare y a instituciones de ayuda social aumentaron en los últimos dos años, pues se trata de generaciones que crecieron educadas en engañar al Estado para sobrevivir; se está consolidando un sector poblacional cada vez más amplio que pretende disfrutar del American Way of Life aprovechándose de las ayudas sociales, y se ha comprobado que personas estrechamente vinculadas a la represión del régimen, muchos de ellos posibles agentes castristas, están asentándose en territorio norteamericano gracias a los privilegios de esta Ley", dice el resumen de uno de esos estudios.
Marcell Felipe, directivo de la fundación "Inspire América", una de las muchas instituciones que aboga en Florida por la eliminación del favoritismo hacia los cubano,s expresa claramente que “desmoraliza al exilio cuando tienes una cantidad de personas llegando y quedándose bajo la Ley de Ajuste Cubano, pero regresando porque realmente no son refugiados. Difama al exilio frente al resto de los americanos”.
¿Eliminar o modificar?
Los políticos norteamericanos, sin importar su ideología, están divididos: aunque existe un porcentaje importante -básicamente demócratas- que hace campaña por eliminarla, líderes republicanos y algunos sectores duros de los demócratas se manifiestan abiertamente contrarios a dicha eliminación, asegurando que Raúl Castro no ha dado ni un sólo paso concreto en el respeto a los Derechos Humanos y las libertades que justifique cerrarle las puertas a los cubanos que escapan de la isla por razones políticas.
Pero el tema está ahí. Marco Rubio, por ejemplo, quiere modificar esta Ley a fin de que quienes lleguen de Cuba y obtengan ayuda gubernamental en forma de dinero, cupones de alimentos, atención médica gratuita, etc., no puedan regresar inmediatamente a la isla de vacaciones, comprar una propiedad, etc.; pues es obvio que no son realmente refugiados políticos".
Lazos especiales
Un periodistas norteamericano experto en el tema Cuba, opina que "esa Ley es de otra época; no se eliminará mientras la dictadura exista, pero cada vez hay más consenso político en que debe modificarse para ayudar al que en verdad demuestre ser un perseguido; en cualquier caso, nadie hará nada hasta ver cuál es la política hacia Cuba de quien sea el nuevo presidente".
Por su parte, el politólogo y periodista neoyorkino Herbert C. Arend plantea que "somos prepotentes pero no brutos, y sabemos que ese flagelo en Cuba durará décadas: varias generaciones crecieron viéndonos como La Meca, y eso no cambiará aunque Fidel y Raúl mueran, y aunque el próximo presidente profundice las aperturas de Obama. Seguirán existiendo oleadas de cubanos hacia acá, la emigración cubana se parecerá más a otras emigraciones, y eso obligará a que la Ley de Ajuste se ajuste a las nuevas circunstancias, porque también los norteamericanos somos fieles. Cuba es para nosotros algo especial, y nadie puede negar que entre nuestras naciones siempre han existido lazos emotivos que no existen con otros países de la región".
Barack Obama en Cuba
El presidente de EE. UU. describió su visita a Cuba como una oportunidad histórica para conocer al pueblo cubano. La visita, que se extiende hasta el 22 de marzo, constituye un hito en la relación entre ambos estados.
Imagen: Reuters
Hasta luego, Cuba
Obama cerró su histórica visita a Cuba, en el marco del acercamiento diplomático y comercial entre ambos países. El presidente estadounidense y su familia salieron de la capital cubana poco antes de las 16:30 hora local rumbo a Argentina. Obama fue despedido en el aeropuerto por su homólogo cubano, Raúl Castro.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Barria
Pelota o béisbol
El presidente cubano, Raúl Castro, acompañó a su homólogo estadounidense a un simbólico partido de béisbol entre equipos de ambos países en el cierre de la visita de Obama a la isla. Ambos mandatarios entraron juntos al Estadio Latinoamericano de La Habana, remozado especialmente para el encuentro entre el equipo de Grandes Ligas Tampa Bay Rays, de Florida, y la selección nacional cubana.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Reynolds
"Va a haber cambios"
Obama se reunió con trece disidentes cubanos "algunos que apoyaban nuestra política y otros que creían que recompensa o valida al Gobierno actual". Les prometió que seguirá denunciando "decididamente" las violaciones de derechos en Cuba, pero insistió en que la vieja política de aislamiento dificultaría cualquier cambio en la isla. "No tengo dudas de que eventualmente va a haber cambios", aseguró.
En su discurso al pueblo de Cuba, desde el Gran Teatro de La Habana, el presidente estadounidense aseguró que conozce la conflictiva historia de las relaciones Cuba-EE.UU., pero se niega a quedarse atrapado en ella: "Vine a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría(...). Podemos recorrer este camino juntos, como amigos, vecinos, familia. Sí se puede."
Imagen: Reuters/C.Barria
Llamada a Bruselas
Desde La Habana, Obama, habló por teléfono con el primer ministro belga, Charles Michel, para ofrecer sus condolencias y apoyo después de los ataques en Bruselas, que provocaron la muerte de al menos 34 personas, dijo el martes la Casa Blanca.
Imagen: Reuters/White House/P.Souza
Castro sobre presos políticos: "Deme la lista y en la noche están liberados.”
Ante pregunta de periodista estadounidense al presidente cubano Raúl Castro sobre si Cuba tiene presos políticos. Castro: “¿Tiene los nombres? Déme la lista y en la noche están liberados.” (21.03.2016)
Imagen: dapd
Obama en conferencia de prensa: "No vemos a Cuba como una amenaza para EE. UU."
Barack Obama, optimista pero cauto: "Las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana. Mantenemos profundas diferencias. Afortunadamente no tenemos que nadar entre tiburones para alcanzar los objetivos comunes. No vemos a Cuba como una amenaza para EE. UU.". (21.03.2016)
Imagen: Getty Images/AFP/M. Ngan
Castro recibe al presidente de EE. UU. en el Palacio de la Revolución
El presidente de Cuba, Raúl Castro, recibió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, en el Palacio de la Revolución de La Habana. Allí mantienen un encuentro bilateral, el tercero desde que se anunció el deshielo a Cuba y el primero que se celebra en la isla. En la sede del Gobierno cubano, Castro saludó a Obama con un apretón de manos y posaron sonrientes ante las cámaras. (21.03.2016)
Imagen: Getty Images/C. Somodevilla
Homenaje a José Martí
Como es habitual en estas visitas de alto nivel, antes de las conversaciones oficiales, el presidente Obama rindió homenaje con una ofrenda floral a la estatua del prócer independentista y héroe nacional José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución, donde hay también una efigie del Che Guevara. (21.03.2016)
Imagen: Reuters/I. Alvarado
Cena familiar
Para cerrar su primera jornada, la familia presidencial cenó en privado en el "paladar" (como se llama en Cuba a los restaurantes privados) "San Cristóbal", ubicado en Centro Habana. La familia pasó la noche en la residencia del embajador estadounidense en Cuba. Para el lunes, la agenda de Obama incluye un encuentro con el presidente cubano Raúl Castro. (20.03.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa
Reunión con Jaime Ortega
Antes, Obama se reunió en la catedral con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega, quien fue un personaje clave en el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba. El cubano entregó a Obama una carta enviada por el papa Francisco. (20.03.2016)
Imagen: Reuters/C. Barria
Un cálido recibimiento
Durante el recorrido, decenas de cubanos se animaron a salir a la calle para saludar y vitorear cálidamente al presidente estadounidense. También sacaron fotografías del momento. El presidente utilizó su cuenta de Twitter para expresar lo emocionado que estaba por encontrarse con el pueblo cubano. Para llo usó la expresión cubana "¿Qué bolá Cuba?" (¿Cómo estás, Cuba?). (20.03.2016)
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA/O. Barria
Paseo por La Habana
La familia presidencial inició su visita con un paseo por las calles coloniales del centro histórico de la capital, La Habana, bajo una intensa lluvia. La primera actividad fue la visita de la recientemente reabierta embajada estadounidense y una reunión con el personal diplomático. (20.03.2016)
Imagen: Reuters/C. Barria
Un presidente de EE.UU vuelve a tocar tierra cubana
Con una gran sonrisa, Obama descendió del avión junto a su esposa, Michelle, sus dos hijas, Malia y Sasha, y su suegra, Marian Robinson, quienes le acompañan en este viaje. Es el primer contacto de un presidente estadounidense con suelo cubano en 88 años. A su arribo, Obama fue recibido por el canciller cubano Bruno Rodríguez. (20.03.2016)
Imagen: Y. Cortez/AFP/Getty Images
Una foto para la historia
El avión presidencial estadounidense, el Air Force One, sobrevuela La Habana ante la atenta mirada de los cubanos. "Esta es una visita histórica y una oportunidad histórica" fueron las primeras palabras de Barack Obama tras aterrizar en el aeropuerto José Martí de La Habana, el pasado domingo 20 de marzo a las 16:18 horas (hora local). (20.03.2016)