Pasado el medio día llegaba la noticia a Europa: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia había procedido finalmente a la liberación de dos rehenes, las políticas Carla Rojas y Consuelo González, después del pasado intento fallido y de la controversia entorno al paradero de Emmanuel, el hijo de Rojas.

“Les dije a ambas: bienvenidas a la vida”, era la frase del presidente venezolano que hacía la ronda por las redacciones de prensa del Viejo Continente. En Alemania, el tema tuvo su espacio en los noticieros televisivos e incluso se le dedicaron reportajes especiales, aunque la repercusión en los diarios digitales y entre la clase política fuera menor que en otros países más implicados emocionalmente en el destino de las rehenes.

En el resto de Europa, algunos Ministerios de Exteriores se apresuraron a transmitir su enhorabuena a Chávez y Uribe.

Felicidades, presidentes

Las relaciones entre España y Venezuela no pasan por el mejor de los momentos, por lo menos en lo que a la dialéctica se refiere. Ello no impidió sin embargo que el Ministerio de Asuntos Exteriores del país europeo felicitase en un comunicado a “todos” los que han intervenido en la liberación de Carla Rojas y Consuelo González y, “en especial, al presidente de Venezuela, Hugo Chávez”.

Pero no sólo España. También el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, dio las gracias a los presidentes de Venezuela y Colombia y a "todos los que se preocupan por la situación dramática" de los rehenes. Y como la española, la diplomacia suiza optó por la vía escrita, indicando que “Suiza agradece especialmente a los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, la cooperación llevada a cabo y que ha permitido este feliz desenlace”.

No se olvida a Betancourt

"Es un gran aliento para perseverar", declaró Sarkozy, “redoblaremos los esfuerzos para que regrese el resto de rehenes, en primer lugar, Betancourt". El estado de salud de la

colombo-francesa exige "un gesto humanitario inmediato", dijo el primer ministro galo, François Fillon. La liberación de las dos mujeres es una "importante señal de esperanza para aquellos que aún están en cautiverio", añadió el jefe del Gobierno.

Por su parte, el Gobierno de España, además de congratular a Chávez, también recordó al resto de las personas en manos de las FARC, exigiendo a la guerrilla su “puesta en libertad”. Los destinos de Ingrid Betancourt y de Carla Rojas han transcurrido en este secuestro inexorablemente unidos y en Europa se espera ahora que la buena nueva relacionada con la una sea auspicio de una pronta liberación de la otra.