Liberan a periodista español retenido en el Kurdistán iraquí
8 de septiembre de 2019
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El periodista español Ferran Barber fue liberado tras casi un mes de retención ilegal en el Kurdistán iraquí, informó este domingo (08.09.2019) Reporteros Sin Fronteras, que difundió declaraciones del profesional en las que relata cómo fue maltratado y cómo se violan los derechos humanos en la cárcel de Erbil.
"Aún sigo en zona de peligro, debilitado físicamente y muy aturdido psicológicamente, pero quiero compartir mi testimonio porque se lo prometí a todos los que se han quedado sufriendo en ese agujero", explica Barber a Reporteros Sin Fronteras, que detalla que el periodista perdió 12 kilos en las cuatro semanas de cautiverio.
Ferran Barber asegura que estuvo "secuestrado" en un "centro de torturas”, donde pasó casi un mes hasta con 160 personas detenidas, como él, de forma arbitraria y sin garantía legal alguna, en una celda de 50 metros cuadrados útiles, explica la ONG.
El reportero viajó a mediados de julio al Kurdistán iraquí contratado por una productora alemana para entrevistar a milicianos germanos que combaten al Estado Islámico.
Cuando acabó ese trabajo decidió acercarse unos días, porque tiene amigos, al valle de Nahla, ocupado por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y fuera del control del Gobierno regional, y cuando volvía a pie, el pasado 8 de agosto, fue interceptado por un grupo armado de las fuerzas de seguridad que le llevó a un centro en el que le interrogaron sin que entendiera lo que le decían y le obligaron a firmar un documento. Luego fue trasladado a Erbil.
Compañeros del periodista dieron la voz de alarma sobre su desaparición y la colaboración de la embajada de España en Irak hizo posible su liberación el pasado 4 de septiembre. Barber, que colabora asiduamente con medios españoles, lleva 25 años trabajando en esa zona, lugar de disputa entre los kurdos de la región y el gobierno de Bagdad. (EFE)
Mujeres yazidíes aprenden a boxear después de sobrevivir al Estado Islámico
En su larga recuperación, algunas mujeres y niñas yazidíes que sobrevivieron al genocidio y la esclavitud sexual del Estado Islámico se han volcado al boxeo para ayudar a sanarse y reconstruir la confianza en sí mismas.
Imagen: DW/F. Campana
El calentamiento
El programa Hermanas Boxeadoras fue lanzado en 2018 por Lotus Flower, una ONG británica en el Kurdistán iraquí. Mujeres y niñas yazidíes se reúnen cinco días a la semana para una sesión de entrenamiento de dos horas en el campamento de desplazados internos de Rwanga. Muchas de estas mujeres fueron sometidas a violencia física, emocional y sexual mientras eran prisioneras del Estado Islámico (EI).
Imagen: DW/F. Campana
Boxeo, la actividad física más popular
El boxeo no fue la primera actividad física que Lotus Flower llevó a las mujeres y niñas en el campamento de Rwanga, pero ha sido de lejos la más popular. "Pensamos que sería una muy buena manera para que las mujeres se empoderaran tanto física como internamente", dice Vian Ahmed, la directora regional del grupo.
Imagen: DW/F. Campana
¡Golpéame! ¡Más rápido y más duro!
"Muchas veces cuando boxeo, recuerdo los momentos en que tuve dolor y depresión y trato de deshacerme de ellos a través del boxeo", dice Husna Said Yusef. Ella y su familia han estado en el campamento de Rwanga desde que el EI atacó su aldea en Sinjar en 2014. Cuando su familia supo que el EI se acercaba, huyeron a las montañas y se escondieron una semana hasta que pudieron llegar al campamento.
Imagen: DW/F. Campana
Amor por los deportes
Said Yusef, que tiene 18 años, siempre ha amado los deportes. Desde temprana edad practicaba levantamiento de pesas con su tío en un improvisado gimnasio en casa, pero el boxeo, expresa, es algo especial. Y aunque a ella le gustaría ser doctora un día, "al mismo tiempo, no quiero dejar el boxeo", dice.
Imagen: DW/F. Campana
Esperando la pelea
Al principio, no muchas familias en el campamento estaban dispuestas a dejar que sus niñas asistieran a la clase de boxeo, pero después que el personal de Lotus Flower fuera por varias semanas de casa en casa para explicar los beneficios de esta actividad física, las cosas comenzaron a cambiar. "No creíamos que sería algo tan bien recibido en este corto período de tiempo", dice Vian Ahmed.
Imagen: DW/F. Campana
Entrenar a multiplicadoras
En abril, algunas de las mujeres de las clases de boxeo fueron entrenadas como entrenadoras para que fueran a enseñar boxeo a mujeres y niñas en otros campamentos en el área. Husna Said Yusef comenzó a enseñar en su propio campamento.
Imagen: DW/F. Campana
Boxeo y educación van de la mano
Cuando las jóvenes no están en la clase de boxeo, pueden asistir a clases de inglés o a a un taller de narración llamado Storytelling Sisters. Algunas van a la escuela secundaria. El ataque a sus aldeas en 2014 por parte del Estado Islámico había detenido sus estudios. Ahora tienen la posibilidad de reanudarlos.