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Merkel camino a Bruselas

24 de marzo de 2011

La crisis en Libia, la seguridad nuclear y la estabilidad del euro: la actualidad domina la cumbre europea que se inicia en Bruselas, y también son estos temas que porta en sus actas la canciller alemana, Angela Merkel.

Angela Merkel presentó su declaración gubernamental ante el Bundestag (24.03.2011).Imagen: dapd

Angela Merkel hablaba en la mañana de este jueves (24.03.2011) ante el Parlamento alemán. Horas antes de emprender el viaje a la capital belga para reunirse con los restantes jefes de Estado y de Gobierno comunitarios, que celebran hasta el viernes en Bruselas su tradicional Cumbre de Primavera, les contaba a los diputados germanos lo que Alemania tenía previsto aportar al encuentro.

En su conjunto, la declaración gubernamental de Merkel no ha sido ninguna sorpresa. La mayoría de los puntos los viene repitiendo el Gobierno desde hace días: con respecto a Libia, se pedirán sanciones económicas contra el régimen de Muamar al Gadafi. En cuanto a la energía atómica, se volverán a exigir pruebas de seguridad para las centrales nucleares del continente. Y en lo que al euro se refiere, los alemanes intentarán convencer de nuevo a sus socios de que se tomen en serio el “Pacto” a favor de la moneda única, que al fin y al cabo, fue idea de Berlín.

Sobre la solidaridad

En la votación de la resolución sobre Libia, Alemania se abstuvo.Imagen: AP

Una semana después de la votación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la discusión en torno a si la abstención germana fue diplomáticamente apropiada o no continúa en Alemania. En el Bundestag, Merkel reconoció que su Ejecutivo alberga “dudas acerca de cómo va a implementarse en la práctica la resolución sobre Libia”, pero insistió por enésima vez en que su Gobierno “apoya sin limitaciones los objetivos que fueron aprobados con esa resolución”.

Parte de la oposición alemana acusa a Berlín de ser responsable de una fisura en la posición europea (también Londres y París lo ven así) y le achaca falta de solidaridad para con los socios militares. También de solidaridad le habló la canciller a los parlamentarios, y les hablará en Bruselas a los representantes de los Estados miembro, pero en otro contexto: el económico.

“En Europa no se va a dejar a nadie solo, no se va a dejar que nadie caiga, porque Europa sólo es posible unida”, aseguró Merkel. Sin embargo, “esto hace necesario que exista un equilibro entre el esfuerzo propio y la solidaridad”, se apresuró a añadir. Es en el llamado “Pacto del Euro” donde se fija la cantidad de esfuerzo propio que cada país comunitario debería aportar si quiere gozar de la solidaridad de sus vecinos, opina al menos la delegación alemana.

No pensar sólo en hoy

La crisis económica le ha costado el puesto a José Sócrates, primer ministro de Portugal.Imagen: AP

Mientras que en el caso de Libia lo que Alemania le propone a los mandatarios europeos es la implantación de “un embargo completo al crudo y restricciones comerciales amplias” contra el régimen de Gadafi, según Merkel, para la moneda única el país presenta un plan que, en palabras de la canciller, “permitirá que Europa y el euro sobrevivan en el futuro”.

Se trata de evitar que crisis como la griega, la irlandesa o la portuguesa, en las que los Estados comunitarios se ven obligados a acudir al rescate de sus socios, puedan volver a repetirse. Para ello se requieren menos deudas, más competitividad y una estructura estable en las economías de la eurozona. Alemania espera que exista un amplio consenso a la hora de establecer un compromiso con estos fines, ya que resulta fundamental que las medidas para superar situaciones de crisis “estén pensadas no sólo para hoy, sino más allá”.

Un punto de inflexión

En cuanto al tema de la seguridad nuclear parece acudir Merkel- aunque evidentemente no de manera oficial- en apoyo del Comisario europeo de Energía, el alemán Günter Oettinger, que le propuso a los socios la práctica de “pruebas de resistencia” en las centrales del Viejo Continente pero no recaudó más que una negativa.

Hay un antes y un depués de Fukushima I, opinan los conservadores alemanes.Imagen: DigitalGlobe

Esos mismos test los vuelve a demandar ahora la canciller. No basta sólo con someter a examen a las plantas atómicas propias porque, en caso de accidente, también los países vecinos se verían afectados. “La seguridad de las centrales dentro de la Unión Europea es un tema que afecta a todos los miembros y ésa es la razón de que lo hayamos incluido en la agenda”, aclaró Merkel.

Y no será la Cumbre de Primavera el único gremio al que se lleve el tema: Alemania y Francia, el país europeo con mayor cantidad de reactores nucleares en su territorio, presentarán una iniciativa similar ante el G-20. Los recientes sucesos en Japón “marcan un punto de inflexión en todo el mundo”, sostuvo Merkel en el Bundestag, “de eso no cabe la menor duda”.

LB/ dpa/ afpd/ap/ rtrd

Editor: Enrique López Magallón

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