Durante la última jornada, el ataque de las fuerzas de Gadafi a Misrata, tomada por los rebeldes, ha sido masivo. Los rebeldes ofrecen un alto el fuego a condición de que Gadafi abandone el país y cese su despliegue militar. Hasta el momento, no se puede evaluar el alcance de la propuesta.

Mientras tanto, Qatar ha ofrecido ayuda en forma de combustible, alimentos y medicinas y también comercializar el petróleo que está en poder de los insurgentes. La vía para hacerlo todavía no está clara.

Objetivo número uno: proteger a la población civil

Después que la OTAN asumiera el liderazgo de las operaciones 31.03), el general canadiense Charles Bouchard, al frente de la misión, desde Nápoles, aseguraba que se tomaría muy en serio la investigación en torno a la causa de decenas de muertes de civiles. Se trata de determinar si las fuerzas internacionales han sido las responsables.

"La OTAN se atiene estrictamente a las resoluciones 1970 y 1973 de la ONU. Lo más importante de nuestra misión es proteger a la población civil de ataques o de posibles ataques. Estamos conscientes de que para la crisis en Libia no habrá una solución puramente militar. La OTAN no ha entrado a Libia para decidir su futuro y el de su población. Eso es asunto de los libios", decía el almirante Giampaolo Di Paola, al frente del comité militar de la Alianza en Bruselas.

Poco antes, el obispo Giovanni Innocenz Martinelli, vicario apostólico de Trípoli, había declarado a la agencia de noticias católica FIDES haber oído "varios testimonios de gente confiable" hablando de decenas de víctimas civiles. Por su parte, la BBC cita a un médico de Brega según el cual siete personas, la mayoría niños, habrían muerto por un bombardero de las fuerzas aliadas mientras atacaba a un convoy del régimen.

¿Armas a los rebeldes?

Con respecto a que Estados Unidos y Gran Bretaña estén considerando la posibilidad de proveer de armamento a los rebeldes, la postura de la OTAN es clara: "Nosotros como OTAN vamos a cuidar de poner en práctica el embargo de armas. Si hoy llegase un barco con armas o soldados a Libia, lo detendríamos", afirmó Di Paola. Un cambio de postura estará sujeto a un cambio en la situación.

La portavoz de la organización, Oana Lungescu enfocó por su parte otro posible escenario: "un Estado fracasado sería lo peor. Nadie quiere eso. Es muy importante que la comunidad internacional haga caso al llamado de Naciones Unidas para detener la violencia y proteger a la población".

Hasta el momento, 14 son los miembros de la OTAN que ponen a disposición aviones de combate -205 en total de los cuales 90 son de Estados Unidos y 33 de Francia- y 21 barcos de guerra. Funcionarios de la OTAN dicen que la alianza prevé una operación de unos 90 días, pero que la duración depende de la ONU.

Pese a casi dos semanas de ataques occidentales, las tropas de Gaddafi lograron en los últimos días recuperar parte del territorio que habían ocupado los rebeldes en su ofensiva hacia Trípoli desde el bastión oriental de Bengasi. En la jornada del viernes, las fuerzas rebeldes combatían contra las del régimen de Gadafi por Brega.

Por otro lado, a raíz de la deserción del ministro de Exteriores, Musa Kusa, Trípoli ha prohibido la salida al extranjero de de todo miembro del Gobierno.El servicio secreto británico, informan agencias, espera de Kusa -30 años al servicio de Gadafi- información crucial.

Y mientras Naciones Unidas informa de la gravedad de la situación humanitaria debido a los miles de desplazados por el conflicto y aboga por un alto el fuego, el Consejo de la Unión Europea anuncia estar listo con la operación "EUFOR Libia" para contribuir a la evacuación de personas en caso de que ONU lo requiriese.

Por último, China y Alemania pidieron de forma conjunta que se realicen nuevas gestiones para lograr una solución política al conflicto en Libia. Los ministros de Relaciones Exteriores, el alemán Guido Westerwelle y el chino Yang Liechi, subrayaron al término de un encuentro en Pekín que el conflicto libio no puede solucionarse por la vía militar.

Autora: Mirra Banchón/agencias
Editor: Pablo Kummetz