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Libia y Bielorrusia, ¿relaciones peligrosas?

3 de marzo de 2011

Los rumores sobre supuesto plan de Gadafi de huir a Bielorrusia fueron desmentidos por el ministerio de Exteriores bielorruso. Pero las relaciones entre ambos países siguen siendo poco transparentes.

Alexander Lukaschenko y Muamar al Gadafi: ''afinidad ideológica''.Imagen: dw/picture-alliance/dpa
Alexander Lukashenko (dcha.) y Muamar al Gadafi durante una visita de Gadafi a Bielorrusia, en 2008.Imagen: AP

Los medios de comunicación estatales de Bielorrusia no prestaron demasiada atención a los sucesos que conmueven a Libia. En cambio, se ocuparon de comentar ampliamente y en detalle lo ocurrido en Túnez y Egipto. Esto estaría motivado, según observadores, por el vínculo especial existente entre Bielorrusia y Libia, basado en la mutua simpatía existente entre los dos jefes de Gobierno, Muamar al Gadafi y Aleksandr Lukaschenko.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países datan de 15 años atrás, y los expertos creen que, en los últimos años, ha evolucionado sobre todo el componente político en las relaciones bilaterales, dado que no puede decirse que haya un vínculo económico que valga la pena mencionar.

Visitas en Trípoli y Minsk

Los hitos más sobresalientes del acercamiento político entre ambos países son las visitas del presidente bielorruso, Aleksandr Lukaschenko, en el año 2000 a Trípoli, y la del jefe de Gobierno libio, Muamar al Gadafi a Minsk en 2008.

Durante su visita a Libia, Lukaschenko fue galardonado por Gadafi con la “Orden de la Revolución”. Gadafi calificó las perspectivas de la relación bilateral de entonces como “impresionantes”. Cuando Gadafi visitó Minsk, la televisión estatal bielorrusa informó sobre el encuentro diciendo que ambos jefes de Gobierno conversaban como “viejos amigos”. Y subrayaron que Bielorrusia estaría de acuerdo en dialogar acerca de toda cuestión con la conducción libia.

Opositores bielorrusos son detenidos durante una protesta contra la cuarta victoria electoral de Lukaschenko (20.12.2010).Imagen: Picture-Alliance/dpa

Planes que quedaron en la nada

A pesar de eso, del volumen bilateral de negocios alcanzado en 2008, el año de la visita a Minsk de Gadafi, fue de sólo 19 millones de dólares. Y, al año siguiente, el comercio bilateral se redujo a casi la mitad.

Las exportaciones bielorrusas a Libia constaban, más que nada, de productos de la industria automotriz de Minsk, leche en polvo y piezas de acero al carbono. Paralelamente, se negoció sobre un posible montaje de automotores y tractores bielorrusos, así como sobre producción de medicamentos y construcción de calles y hospitales. La exportación de productos libios a Bielorrusia fue casi nula.

Protestas en Libia.Imagen: dapd

¿Abrazo de hermanos?

Sin embargo, en los últimos años se produjeron visitas mutuas de delegaciones de ambos países, y no sólo con el objetivo, como se informó oficialmente, de desarrollar el comercio y la economía bilaterales. En diciembre de 2009, por ejemplo, llegó a Libia una delegación de Bielorrusia presidida por el ministro de Defensa Juri Schadobini.

De acuerdo con el politólogo bielorruso Andrei Fiodorov, los mencionados contactos podrían ser el indicio de una cooperación en las áreas técnica y militar, ya que el ínfimo volumen comercial entre ambas naciones, señala el experto, no serían indicativos de la inexistencia de negocios armamentísticos entre Minsk y Trípoli. Bielorrusia no publica informes oficiales sobre ganancias obtenidas con la venta de armas.

Andrei Fiodorov piensa que el área militar es uno de los tres componentes de la amistad que existió hasta hace poco entre Bielorrusia y Libia. El segundo componente sería el petróleo, que Bielorrusia esperó durante cierto tiempo, antes de que Minsk trabara una estrecha amistad con Venezuela. Y el tercero, según el politólogo, lo conforma la afinidad ideológica entre los dos líderes de Gobierno, que incluye su predilección por un "orden mundial multipolar", así como un rechazo general a los EE. UU.

Autor: Andrei Timarov/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz

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