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Literatura en alemán gana terreno en el mercado internacional del libro

José Ospina Valencia10 de octubre de 2007

La Feria del Libro de Francfort es una buena oportunidad para hacer un balance del mercado editorial alemán que se recupera y está pasando de ser comprador neto a suplir el mercado internacional.

La Feria del Libro de Francfort también es un importante evento comercial.Imagen: AP

La especialización puede ser una oportunidad para las microempresas del mundo editorial, cree el director de la Feria del Libro de Francfort, Jürgen Boos. El comercio del libro en Alemania vive un moderado auge que ha favorecido, sobre todo, al comercio en Internet y las grandes cadenas libreras.

A pesar de la creciente “mercantilización” del mundo librero, los libros y sus contenidos siguen siendo el artículo más rentable y esencial para las librerías y no la mercancía en torno al mundo de la lectura. Ésta parece ser la regla que debe seguir un empresario que quiera abrir hoy una librería en Alemania.

La feria que bate todos los registros

La actual edición de la feria del libro más grande del mundo, que se inaugurara este 9 de octubre de 2007, batirá muy probablemente los conocidos récords: más expositores, más extensión, más libros nuevos y más visitantes. “Y eso va acorde con el estado del sector editorial alemán”, dijo Jürgen Boos, a la radio germana Deutschlandfunk.

En efecto, las transacciones de la rama se han incrementado en un 4% en lo que ha transcurrido del presente año. Una tendencia positiva que demuestra mayor interés por la literatura en idioma alemán. Pero ¿qué tan grande es el interés de la literatura en alemán en la feria del libro de Francfort? La feria de Francfort no es sólo un evento literario, es también uno de negocios y licencias.

Alemania hasta ahora, había sido primordialmente un mercado de compradores. Los agentes germanos compraban, en primera línea, licencias extranjeras, sobre todo en el mundo anglosajón. Pero hoy se registra una tendencia, aunque sea leve, en la dirección contraria. “La institución del Premio Alemán del Libro ha generado gran interés por lo que se escribe y se edita en lengua alemana. Tanto que son cada vez más las licencias alemanas que se venden a otras partes del mundo”, agrega Boos.

La hora de los traductores del alemán al…

Aún así, las cifras de las traducciones de libros en 2006 hablan por sí solas: mientras sólo 29 libros fueron pasados del alemán al inglés, 1.600 fueron traducidos del inglés al alemán. Para Boos, “eso se debe, entre otras razones, a que en el mundo anglosajón no hay una arraigada tradición del conocimiento de la literatura escrita en otras lenguas que cree el imperativo de traducirlas”.

El factor económico es otra de las razones por las que se traduce muy poco del alemán al inglés. “Traducciones de alto nivel literario suben, por naturaleza, los costos de los libros”, dice el director de la Feria del Francfort, quien agrega que también es cierto que “en el mundo anglosajón no hay una gran selección de traductores literarios”, como existen en Alemania o en países de habla hispana, por ejemplo.

”La mujer de medio día” ayuda a mejorar la imagen

La estimulación del mercado exterior para la literatura en alemán es, por ello, un benéfico efecto secundario de los premios que también destacan la fuerza comercial de las obras. “Es de gran ayuda que los agentes de libros se enteran de que el mejor libro escrito en alemán vende en un años unos 200 mil ejemplares”, acota Boos.

Justamente la obra ganadora del Premio Alemán del Libro 2007 fue “Die Mittagsfrau” o La mujer de medio día, de Julia Franck, una joven nacida bajo la Dictadura del Proletariado en el Berlín oriental en 1970. Un libro que “convence por el énfasis de su lenguaje, la fuerza narrativa y la intensidad psicológica. Una novela sobre la que se puede conversar mucho”, alaba el jurado la elección.

Literatura en alemán como producto de exportación

Evidentemente aún falta mucho para que el mercado de la literatura alemana alcance verdadera relevancia mundial. Pero la leve tendencia a la mejora es alentadora. Los esfuerzos de la industria librera alemana por establecerse como suplidora de licencias son loables: en Nueva York se ha abierto ya una agencia especializada en la promoción de la literatura en el idioma de Wolgang von Goethe, Friedrich Nietzsche y Julia Franck.

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