El 10 de noviembre de 1867, tras quedar libres de derechos famosos clásicos alemanes, aparecieron los primeros tomos de la Biblioteca Universal de Reclam: literatura universal para todos.
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El primer libro publicado en la Biblioteca Universal de la editorial Reclam, salió a la venta el 10 de noviembre de 1867: El Fausto, de Goethe, en dos tomos. Ahora esta colección cumple 150 años, siendo la más antigua en el mercado librero alemán. Escolares, estudiantes y también otro tipo de público han comprado desde hace siglo y medio estos libros, que entretanto pueden encontrarse prácticamente en cada hogar alemán.
Desde el comienzo, la Biblioteca Universal causó sensación. El periódico Leipziger Nachrichten del 11 de noviembre de 1867 alabó estas ediciones de clásicos que, "con una impresión correcta, (…) superan en cuanto a su bajo precio todo lo que jamás haya ofrecido una nación en el mercado de los libros”.
Hoy en día casi no hay escolar que no conozca esos libros amarillos. Cuando el Fausto, de Goethe, o Nathan el sabio, de Lessing, figuran en el programa, los profesores suelen recomendar la compra de las ediciones de Reclam. Ya no son tan baratas como al comienzo, pero su precio sigue siendo muy asequible.
Biblioteca didáctica
La Biblioteca Universal comenzó a editarse en Leipzig, poco después de que entrara en vigor una norma que impuso la protección de los derechos de las obras de autores alemanes hasta 30 años después de su muerte (hoy el plazo se extiende a 70 años). Gracias a eso, las obras de los principales clásicos alemanes, incluyendo a Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller, quedaron libres de derechos y pudieron se publicadas por la editorial Reclam en su Biblioteca Universal.
"Sus dos fundadores, Anton Phillip Reclam y su hijo Hans Heinrich, concibieron astutamente la serie como una biblioteca didáctica, al alcance de amplias capas debido a sus bajos precios”, explica la editorial. Agrega que el programa incluía a "los clásicos de la literatura alemana y europea, textos antiguos y modernas obras escandinavas, filosofía y libretos de óperas. Pero tampoco se descartaron textos populares”.
Épocas de guerra
El cincuentenario de la Biblioteca Universal se cumplió en 1917, en medio de la I Guerra Mundial. La editorial había desarrollado previamente una colección "de campaña”, con 100 títulos de la Biblioteca Universal. Se dice que la idea fue de un soldado.
Cuando cumplió 75 años, en 1942, se libraba la II Guerra Mundial. En el período nazi, el trabajo se desarrolló "bajo los designios y limitaciones de la política cultural nacionalsocialista”, explica la editorial. Autores judíos y aquellos políticamente non gratos tuvieron que ser excluidos de la Biblioteca Universal. Reclam había publicado hasta 1939 el "Deutsche Rundschau”, que fue "uno de los aportes más valerosos de la editorial contra el nacionalsocialismo”.
División de Alemania
Durante la división de Alemania, la editorial Reclam existió tanto en el este como en el oeste: parcialmente expropiada en Leipzig, y a partir de 1947 con una sede en Stuttgart. Posteriormente se trasladó a un nuevo edificio en el pueblo de Ditzingen. En 1992, tras la reunificación de Alemania, la editorial de Leipzig fue reprivatizada.
En la actualidad, la Biblioteca Universal cuenta con cerca de 3.500 títulos disponibles, según la editorial. Las ventas totales alcanzan los 600 millones de ejemplares. La lista de los libros más vendidos desde 1948 la encabeza Guillermo Tell, de Schiller, con aproximadamente 5,3 millones de unidades.
Las bibliotecas más bellas de Alemania
Parafraseando a Einstein: lo único que realmente hay que saber es dónde están las bibliotecas; no sólo por la sabiduría que contienen, sino también por su belleza. Estas son las bibliotecas más impactantes de Alemania.
Imagen: Kolumba, Köln
Biblioteca Municipal de Stuttgart
Diseñada para ser un centro cultural multifuncional, la nueva biblioteca municipal de Stuttgart, una torre cuadrada de cinco pisos, fue construida en 2011. Su pálida fachada gris es de concreto y su interior, completamente blanco, es iluminado por ventanales de cristal. Acomodados contra las paredes, los libros son los únicos colores fuertes en este templo opalino.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Weißbrod
Biblioteca de la duquesa Ana Amalia
Esta pequeña reliquia de la ciudad de Weimar lleva el nombre de la duquesa Ana Amalia porque fue por iniciativa suya que esa biblioteca se trasladó a una sala rococó en 1766. Allí se archivan libros, mapas, partituras musicales y registros ancestrales. En 2004 se produjo un incendio que destruyó parte de su colección; hoy se sigue trabajando en la restauración de las obras dañadas.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Woitas
Biblioteca Herzog August
Aunque la biblioteca ubicada en Wolfenbüttel es una de las más antiguas del mundo, los famosos documentos que alberga se han mantenido casi intactos. El ávido coleccionista de libros Duke August (1579-1666) hizo de ella una de las bibliotecas más grandes de Europa. Estudiantes continúan acudiendo a sus salas atraídos por su abundante literatura medieval.
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Hollemann
Biblioteca Foster
Esta biblioteca berlinesa le debe su apodo –“el Cerebro”– a la forma craneal del edificio que la acoge. Diseñada por el arquitecto Norman Foster e inagurada en 2005,
ella se convirtió rápidamente en un punto de referencia arquitectónico. Esta biblioteca es el núcleo de la Filosofía y las Humanidades en la Universidad Libre de Berlín.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Andree/Helga Lade
Biblioteca Oberlausitz de Ciencia
La Biblioteca Oberlausitz de Ciencia en Görlitz, ubicada en las cercanías de la frontera germano-polaca, es de una sencillez fascinante. Su aire clásico es al mismo tiempo sobrio e impactante. Ella contiene más de 140.000 libros que documentan la historia, la cultura, la naturaleza y la sociedad de las regiones entre Dresden, al oeste, y Wriclaw, al este.
Imagen: picture-alliance/ZB/M. Hiekel
Centro Jacob y Wilhelm Grimm
Construido en 2009, el Centro Grimm forma parte de la Universidad Humboldt de Berlín y cuenta con una biblioteca y un servicio de computación y medios impresionante. La sala de lectura (foto) está en el corazón del edificio. Éste genera la sensación de estar al aire libre debido a la monumentalidad de su interior y al sistema de gradas concebido por el arquitecto Max Dudler.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Jensen
Biblioteca Estatal de Baviera
Su colección de libros se remonta a mediados del siglo XVI y ha crecido hasta acoger a más de diez millones de libros. Esta biblioteca de Múnich fue conocida durante mucho tiempo como la Biblioteca Regina Monacensis. Su edificio fue completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
Imagen: picture-alliance/dpa
Museo Kolumba
La sala de lectura de paredes oscuras en el Museo Kolumba es una joya única; es un espacio creado para contemplar el centro de Colonia desde ventanales altos. ¿Y los libros? Catálogos de exhibición, publicaciones individuales, una colección de novelas que va cambiando y libros para niños que son elegidos por el personal del museo. Autora: Dagmar Breitenbach