1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Liverpool y Roma eliminan a Manchester City y Barcelona

11 de abril de 2018

El equipo de Jürgen Klopp derrotó por 1-2 al City de Guardiola. Los catalanes, en tanto, fueron humillados en Italia.

Champions-League Manchester City vs Liverpool
Imagen: Reuters/A. Yates

El Liverpool se clasificó este martes (10.04.2018) a las semifinales de la Liga de Campeones de Europa de fútbol al derrotar como visitante 2-1 al Manchester City. Aunque Gabriel Jesus adelantó (2') al local, el equipo de Jürgen Klopp respondió con tantos de Mohamed Salah (56') y  Roberto Firmino (77') y, tras el 3-0 de la ida, se metió por primera vez en diez años en una semifinal de "Champions". 

El guión fue el presumible, con el dominio del Manchester City a partir de la posesión del balón. Sin embargo, el equipo de Josep Guardiola encontró premio muy pronto, cuando corrían apenas dos minutos de partido. Raheem Sterling presionó la salida del Liverpool y, después de una mala entrega de Virgil van Dijk, recibió en el área y asistió a Jesus, que marcó un primer tanto que parecía aclarar muy rápido el horizonte.

Pero el ímpetu quedó en ese gol. El City atacó sin claridad, con movimientos predecibles, nunca llevando peligro al arco de Loris Karius, al margen de un disparo de Bernardo Silva que fue al palo, y que fue la única otra emoción en el Etihad Stadium en el primer tiempo. Con Guardiola expulsado por protestar al árbitro, el City salió en el complemento buscando un segundo gol para tener más cerca la hazaña, pero las ideas y la fuerza, y en últimas la inspiración, no estaban.

El Liverpool necesitó poco para comprobarlo. Un balón que Saidio Mane ganó a la defensa "citizen" quedó, tras un rebote, en los pies de Salah, que con un toque sutil decretó en el empate, mientras que Firmino, 20 minutos después y con otra definición excelsa, puso el 2-1 definitivo. El resto fue el trámite de una serie que, contra todo pronóstico, tuvo apenas suspenso.

La frustración de Messi.Imagen: Reuters/A. Bianchi

Por su parte la Roma dio una de las mayores sorpresas futbolísticas de los últimos años al clasificar para las semifinales de la Liga de Campeones tras golear 3-0 a un Barcelona que contra todo pronóstico tiró a la basura la renta 4-1 que consiguió en la ida. Nadie lo esperaba, pero el fútbol ofrece estas cosas tan inexplicables.

El cuarto clasificado de la Liga italiana remontó ante el próximo campeón español y uno de los grandes favoritos para conquistar la Liga de Campeones. Adiós a la posibilidad del "triplete", y por deméritos propios. Hizo algo próximo al ridículo en Roma, donde Edin Dzeko, Danielle De Rossi y Konstantinos Manolas se convirtieron en héroes con sus goles.

El Barcelona ya vivió una primera parte de terror. Pareció confiado al principio y luego se mostró visiblemente desconcertado. La Roma le pasó por encima y el equipo forastero agradeció llegar al descanso con solo un gol recibido. Fue un Barcelona irreconocible. Y eso que su técnico, Ernesto Valverde, puso a un once mucho más que reconocible, con todos sus jugadores importantes y hasta Sergio Busquets con molestias. Sin embargo, la Roma lo metió en su área con un fútbol bastante primitivo y físico.

Nada cambió en la segunda parte. El Barcelona agudizó sus múltiples defectos -desatenciones, desorden, apatía, incapacidad para tener el balón- y la Roma continuó con su enorme despliegue físico y táctico para proponer una pesadilla para el equipo azulgrana.

A los 58 minutos, hubo otro balón llovido para Dzeko y Piqué lo derribó en lo que fue un claro penal que transformó De Rossi. Roma veía más cerca que nunca la hazaña mientras el Barcelona se quedaba paralizado.

Al rescate del conjunto forastero acudió su arquero, Marc-André Ter Stegen, quien a los 80 minutos evitó el gol romano con una extraordinaria intervención tras un remate de El Shaarawy. La Roma merecía clasificarse. Y así ocurrió a los 82 minutos. La Roma tuvo un saque de esquina a favor, Manolas entró al primer palo y conectó un cabezazo inapelable que llevó el delirio al estadio olímpico de Roma.

Entonces le entraron las prisas al Barcelona para intentar alejar la sombra del ridículo. Messi entonces lo intentó, pero cualquier ataque del equipo español fue con más corazón que cabeza. Y no llegó el gol salvador. La Roma logró la proeza, casi el milagro, ante la peor versión posible del Barcelona. Su primera decepción del año fue mayúscula. (dpa)