"Hoy en día, los musulmanes y los cristianos, por la carga de su historia mutua plagada de malentendidos, tienen que luchar por ser reconocidos como creyentes fieles a sus mandamientos", dijo el pontífice en un encuentro en el patio de la mezquita Al Hussein Ben Talal con líderes religiosos musulmanes.

En ese recinto descansan los restos del rey Hussein.

Benedicto llamó también a cristianos y judíos a luchar de forma conjunta por la paz y destacó lo que llamó de "vínculo inseparable" entre la Iglesia católica y el pueblo hebreo.

En su cita con los dignatarios musulmanes, el Papa elogió las múltiples iniciativas para el diálogo entre las religiones. "A menudo es la manipulación ideológica de la religión el verdadero detonante de la tensión y la división e incluso de la violencia en la sociedad", consideró el pontífice alemán.

Lugares sagrados

Antes, al iniciar el segundo día de su gira, Benedicto XVI visitó la basílica de Moisés en el monte Nebo.

El montículo, desde el cual se puede observar el valle del Jordán en una jornada sin nubes bajas, atrae no sólo a peregrinos sino también a turistas. Es un sitio sagrado para los fieles de la fe judía, y también para católicos y musulmanes.

Joseph Ratzinger llegó el viernes a Amman, la primera escala de su viaje a Tierra Santa y que le llevará el lunes a Israel y posteriomente a Cisjordania.

A su llegada el Papa expresó su profundo respeto por el mundo musulmán y abogó po la paz en la región.

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Editor: José Ospina Valencia