El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió hoy, en su primer discurso a la nación tras su regreso a la jefatura del Kremlin, un "renacimiento del orgullo nacional" ruso. Rusia sufre una "falta de apoyo moral", dijo en el Gran Palacio del Kremlin ante cientos de invitados. "Por eso es necesario reforzar las bases morales y espirituales de la sociedad", dijo el político de 60 años en su discurso de 83 minutos. Putin destacó que Rusia no sigue el camino del totalitarismo con una serie de leyes que aprobó recientemente. "Compartimos los principios democráticos universales reconocidos en todo el mundo. Sin embargo, la democracia rusa supone el poder el pueblo ruso". Putin se mostró dispuesto al diálogo político con quienes quieran presentar sus exigencias por vía civil. Los políticos financiados por países extranjeros no tienen lugar en la sociedad rusa, dijo con vistas a la oposición prooccidental. Los analistas criticaron el discurso de Putin, en el poder desde hace más de 13 años, como un discurso lleno de palabras bonitas pero sin iniciativas concretas. Putin apenas mencionó por encima grandes problemas de Rusia como la corrupción y la arbitrariedad de las autoridades. DPA