El presidente de la poderosa Federación de la Industria Alemania (BDI), Jürgen Thumann, llamó a los ejecutivos del país a defender sus altos sueldos de los recientes ataques de la clase política.

'Nosotros los empresarios y ejecutivos nos orientamos por valores claros. La moral no se puede medir en números, pero nosotros seguimos el ejemplo del comerciante honorable', sostuvo Thumann en una carta dirigida a 15.000 ejecutivos germanos que cita hoy el diario 'Bild'.

'Dejemos claro quién genera bienestar y crecimiento en Alemania: las numerosas empresas excelentes con sus empleados altamente capacitados', destacó Thumann.

El llamamiento a los ejecutivos a luchar por su honor y sus sueldos se produce en tiempos previos a varias elecciones regionales en los que representantes de los partidos políticos cuestionan las elevadas sumas que perciben.

Hasta la canciller alemana, Angela Merkel, arremetió contra los altos sueldos e indemnizaciones de los ejecutivos germanos en el último congreso de su partido, la Unión Demócratra Cristiana (CDU).

El presidente del Parlamento alemán, Norbert Lammert, opinó en declaraciones que adelanta hoy el dominical 'Bild am Sonntag' que se trata de una cuestión de proporciones.

'El problema es que las proporciones se han salido de su cauce. Los sueldos de los ejecutivos aumentan de forma espectacular, mientras que los sueldos medios de los empleados se estancan'.

El debate sube de temperatura conforme se acercan elecciones regionales en seis estados federados alemanes. 'La gran coalición no debería dejarse llevar por el camino erróneo de las luchas electorales en los estados federados e intentar limitar por ley los sueldos de los ejecutivos', previno Thumann.

En las últimas semanas se alzaron voces que demandaban poner coto a los sueldos mediante una ley, en especial después de que se dieron a conocer las sumas que percibe la presidencia del fabricante de automóviles deportivos Porsche.

Los miembros de la presidencia de Porsche ganaron en un año un total de 112,7 millones de euros (161 millones de dólares) y se calcula que el CEO de la empresa, Wendelin Wiedeking, cobró entre 60 y 70 millones de euros (86 y 100 millones de dólares).

Un día después de conocerse las cifras, el presidente federal alemán, Horst Köhler, llamó a la moderación y advirtió que la paz social está en peligro por la creciente brecha de ingresos en

Alemania.

También las iglesias alemanas se han sumado a las críticas. 'Es perverso el hecho de que una empresa se desprenda de mucho dinero para un ejecutivo en momentos en que está en problemas, despide a empleados o baja sus dividendos', dijo hoy a la emisora 'Saarländische Rundfunk' el designado arzobispo de Múnich y actual titular del obispado de Tréveris, Reinhard Marx.

'En algún momento hay que decir basta', previno, por su parte, la obispo evangélica de Hannover, Margot Kässmann, en una entrevista con una radio pública. La dignataria protestante pidió más modestia a los ejecutivos.

Según afirma hoy el semanario 'Der Spiegel', que se remite a datos del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), los ingresos de las clases bajas en Alemania han caído un trece por ciento desde 1992, mientras que los de las más altas han aumentado un tercio. Los expertos advierten que la tendencia será más pronunciada en vista del aumento de la inflación. (dpa)