El lunes en la capital de España, Raúl se despidió con lágrimas en los ojos del Santiago Bernabeu, el estadio que durante toda su carrera fue su casa; el martes en la noche se reunió en Düsseldorf con el entrenador Felix Magath para firmar un contrato de dos años con el Schalke; el miércoles entrenó con sus nuevos compañeros de equipo en Alemania; el jueves se llevan a cabo los actos formales de la presentación de la nueva súper estrella de la Bundesliga. El traspaso marchó a buen ritmo.

Significativa adquisición

No hay duda de que el nombre de Raúl hace parte de la exclusiva lista de jugadores de enorme fama internacional: campeón de la Champions League (1998, 2000, 2002) y de la Copa Mundial de Clubes (1998, 2002), seis veces campeón (1995, 1997, 2001, 2003, 2007, 2008) y tres veces subcampeón de España (2005, 2006, 2009), “pichichi” de la liga española en dos ocasiones (1999 y 2001), goleador del mundo (1999), futbolista del año en su país en cinco oportunidades (1997, 1999, 2000, 2001, 2002): todos triunfos alcanzados con el Real Madrid, club al que llegó en 1992 con apenas 15 años. Además, su poderío goleador es de admirar: 323 tantos en 740 partidos profesionales y con 44 anotaciones máximo artillero histórico de la actual selección campeona del mundo.

La transferencia de Raúl será la más importante de la Bundesliga en este verano, no hay ninguna contratación en el fútbol alemán que no quede a la sombra de la adquisición del delantero español por parte del Schalke, y ello en un año de Mundial (donde el ex madridista no estuvo) en el cual nombres importantes saltaron a primera plana en el mercado del balompié, da un indicio de cuan significativa es la llegada del español al fútbol alemán, donde por cierto no juega ningún compatriota suyo.

Ante todo, un negocio

El arribo de una estrella de tanta trascendencia es fruto de una cadena de hechos afortunados: la buena relación entre Raúl y Christoph Metzelder, el central alemán que regresó a la Bundesliga con el Schalke tras su paso por el Real Madrid; la voluntad del club español de dejar ir a su jugador (con contrato vigente hasta el 2011) sin cobrar la participación a la que tendría derecho por el traspaso; la salida de Kevin Kuranyi con destino a Rusia; el excelente Mundial de la selección de Alemania en Sudáfrica; los recursos financieros adicionales que su nuevo club autorizó en las últimas semanas; y la fama del entrenador Felix Magath como un obsesionado con el triunfo.

Pero los 12 millones de euros que se estima invierte el Schalke en Raúl, contratándolo por dos temporadas, tienen que rendir frutos. Por una parte con goles que le aseguren al equipo alemán si no el título local, por lo menos repetir la clasificación a la Champions League, donde con su experiencia el delantero español debe contribuir a que los germanos lleguen lo más lejos posible en esta temporada, garantizando ingresos que la tesorería del club requiere con urgencia. De otro lado, el famoso futbolista está llamado a convertirse en motor de la máquina de mercadeo del Schalke, que espera vender muchas camisetas con su nombre, mejorar su imagen nacional e internacionalmente y establecerse como una atractivo destino para otros jugadores de gran talla.

¿El desguace del Real Madrid?

“Ésta es una grandiosa noticia para el Schalke, me pone muy contento el que hayamos podido entusiasmar a una estrella de sus dimensiones, a un goleador de clase mundial, para venir al fútbol alemán”, comentó el entrenador Magath el miércoles la oficialización del contrato del español. Lo que aún no está claro, porque la respuesta la dará el desarrollo de la temporada, es cuánto gana la Bundesliga con la llegada del mítico jugador del Madrid.

Los grandes logros profesionales de Raúl tampoco pueden ocultar el hecho que a Alemania llega una estrella de 33 años que empezó a recorrer el ocaso de su carrera. El español está muy lejos de pasar por su mejor momento deportivo, en el Real Madrid, equipo del cual fue capitán, ya no era titular, y pese a que se especuló sobre una oferta del Manchester United, los clubes que más pujaron por su contratación compiten en las ligas de Estados Unidos y Qatar, países donde los grandes nombres del fútbol van a “colgar los guayos” ganando un buen salario.

Pero Raúl no está solo en la Bundesliga, él es la tercera gran estrella internacional con la que el Real Madrid ha enriquecido al fútbol alemán haciéndose a sí mismo un favor: aliviar la carga salarial que representaban jugadores sin mayores perspectivas en su plantilla. Las otras dos fueron los holandeses Ruud van Nistelrooy (34 años, en Hamburgo desde el invierno pasado y aún en deuda con la afición pues no despunta con su rendimiento) y Arjen Robben (26 años, en el Bayern Múnich desde el otoño anterior, es uno de los principales baluartes del club). El historial del primero es muy parecida a la del que será el único español en el fútbol alemán: un peligroso atacante que escribió historia y en la recta final de su carrera deportiva espera florecer nuevamente.

El reto de adaptarse

El Real Madrid se deshizo de Raúl, de van Nistelrooy y de Robben cuando dejó de necesitarlos. A los dos primeros les sacó el máximo beneficio mientras estuvieron en sus filas, pero curiosamente para ambos alcanzar la edad de 33 años significó abandonar la formación titular. De Robben se separó luego de que el talentoso volante ofensivo acusara reiteradas lesiones que le impidieron desplegar su gran calidad. El trío fue negociado entre la Bundesliga y el Real Madrid a precios cómodos, y en el caso de los holandeses ellos llegaron a un fútbol cercano al propio, lo cual no se puede afirmar del español, cuyo proceso de adaptación demandará –en lo deportivo y en lo personal- grandes esfuerzos. El reto es importante. Holanda y Alemania son muy similares. España y Alemania muy diferentes.

El fútbol alemán tiene motivos para estar satisfecho con la llegada de Raúl, pero de otro lado no puede hacer más que aceptar que pese al gran éxito de la Bundesliga, la contratación del español confirma que su imagen internacional sigue siendo la de un campeonato inferior a las ligas de España e Inglaterra. Allí van las estrellas con presente y futuro, mientras que a Alemania están viniendo las que tienen pasado.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Luna Bolívar Manaut