Lluvia ardiente sobre Bagdad
21 de marzo de 2003Mientras que las protestas en contra de la guerra continúan en todo el mundo y la primera gran ola de fugitivos ha abandonado Irak, el presidente estadounidense George W. Busch ha declarado estar conforme con el decurso de los acontecimientos. Se han concentrado en la tarea de liberar a Irak de armas de destrucción masiva, así su declaración en la Casa Blanca. Las unidades aliadas podrían, según un portavoz militar británico, llegar la capital Bagdad en pocos días. Entre tanto, el mayor puerto iraquí, Umm Kasr, se halla completamente en manos británicas y norteamericanas.
El ataque que ya está en marcha sería la gran ofensiva aérea, sinónimo de un infierno en cielo y suelo iraquí y de la expectativa de un pronto cese de los enfrentamientos. Así lo ha percibido, por lo menos, la bolsa de valores cuyos índices han subido después de escuchar la noticia del despegue del avión bélico norteamericano desde un punto estratégico en Reino Unido.
Tonos moderados
El gobierno de los Estados Unidos, sin embargo, sigue contando con una guerra prolongada. Su portavoz, Ari Fleischer, declaró que "es importante que el pueblo norteamericano esté consciente de que ésta es una misión difícil, larga y peligrosa". El Congreso Norteamericano ha cerrado sus filas detrás del presidente Bush, y se ha mostrado satisfecho con los primeros logros militares alcanzados. Tanto así, que el George W. Bush ha podido firmar un decreto que congela fondos iraquíes en los Estados Unidos.
El primer ministro británico Tony Blair confirmó que la península de Fao, frente a al puerto de Basora, está también en manos de los aliados. Los principales pozos petrolíferos se encuentran protegidos. A su vez, el ministro de defensa británico, Geoff Hoon, declaró que 30 pozos se hallan en llamas. La CNN mostró imágenes de la ciudad de Kuwait, desde donde se vislumbran grandes nubes de humo en el horizonte.