Cuando el mexicano Enrique Peña Nieto recibió al candidato republicano Donald Trump durante la campaña electoral de EE.UU. en 2016, abundaron las duras críticas de todas partes. Se habló de servilismo y de falta de tacto, porque Peña Nieto, en contra de las convenciones diplomáticas, se había posicionado en la campaña electoral estadounidense y desairó a los demócratas con este gesto. El político de izquierda Andrés Manuel López Obrador (AMLO) también criticó como "degradante" esa bienvenida a un racista. Hoy, AMLO es presidente y este miércoles hará una visita igualmente criticada a Trump. "Inapropiado", "arriesgado" y "un error colosal", es esa cumbre según los expertos en política exterior.

Una cumbre improvisada con el libre comercio como pretexto

Fue el presidente de EE.UU. quien comentó a finales de junio de que pronto se reuniría con López Obrador. El gobierno mexicano apenas pudo resistirse a la petición. México realiza el 80% de su comercio exterior con Canadá y Estados Unidos. Trump ya ha amenazado varias veces con cerrar las fronteras e imponer aranceles punitivos para que su socio de libre comercio cumpla. En tiempos de una severa recesión pos-coronavirus, este es un escenario que México quiere evitar a toda costa.

Las visitas de Estado o los viajes oficiales suelen seguir un protocolo elaborado durante meses, no así en este caso. Hasta ahora, no se sabe exactamente cuál será el rango de la visita ni cual será la agenda. La delegación incluye sólo a confidentes cercanos y ministros de segundo rango. Hasta el momento, no hay información sobre otras reuniones de Amlo, por ejemplo, con empresarios u organizaciones de inmigrantes. Según la versión oficial, el motivo para la cumbre es el tratado de libre comercio T-Mec, que entró en vigor el 1 de julio. Pero Canadá también forma parte de ese tratado. El primer ministro canadiense Justin Trudeau, sin embargo, dejó saber que estaba molesto por las recientes diferencias arancelarias con EE.UU. sobre las importaciones de acero y aluminio.

Apoyo a la campaña electoral a un alto precio

Para el especialista estadounidense del Centro de Investigación y Educación Económica (CIDE), Carlos Heredia, queda claro: "No importa lo que esté en la agenda. Trump usará a López Obrador para su campaña electoral. Por ejemplo, elogiándolo por lo bien que México, como puesto fronterizo al sur, frena ahora a los migrantes", dice Heredia a DW. La política migratoria acordada entre EE.UU. y México es "una tragedia" opina Heredia. Según él, 60.000 migrantes se encuentran actualmente atrapados en el lado mexicano de la frontera después de una solicitud de asilo rechazada o no procesada en Estados Unidos. "México no se ocupa de ellos y los deja a merced  del crimen organizado", critica el experto. Considera que es tan improbable que se aborde este problema como que se discutan temas multilaterales delicados como la crisis en Venezuela o la disputa por la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Para Trump, una foto con AMLO es importante para reforzar su apoyo disminuido entre los votantes latinos. Actualmente, las encuestas muestran que sólo el 21% de los hispanos quieren votar por él. México, por otra parte, no tiene nada que ganar con la visita en opinión de los expertos.

"El presidente mexicano le sirve a Trump solo como un accesorio teatral para su campaña", tuiteó el exembajador de EE.UU., Arturo Sarukhan. "Pero la relación bilateral sufrirá un daño a largo plazo". Otro exembajador, Andrés Rozental, coincide: "Los demócratas se enfurecerán con AMLO", dijo al periódico Reforma. "Incluso en caso de que (el candidato demócrata Joe) Biden no gané, los demócratas seguirán controlando el Congreso donde se deciden importantes asuntos bilaterales."

¿Cuál es el plan de AMLO?

Según el comentarista Enrique Krauze, AMLO le está devolviendo un favor a Trump. En abril, Estados Unidos asumió la cuota de México por los recortes de producción en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En su artículo en el New York Times, Krauze anota que que Trump y AMLO son además hermanos espirituales: "Ambos luchan por el dominio del ejecutivo sobre los otros poderes del Estado. Desprecian las instituciones y la ley, azotan a la prensa independiente y a los críticos, y alimentan la polarización".

Heredia, en cambio, cree que AMLO quiere dar una señal positiva de estabilidad y confianza al empresariado. La relación entre Amlo y los inversores -tanto dentro como fuera de México- se ha visto perjudicada por las medidas de austeridad y los cambios en la política económica, como la paralización de la construcción del aeropuerto de la capital y la inversión de la política energética. En 2019 México no registró ningún crecimiento; para 2020 el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera una contracción del 10,5 por ciento.

Si logra mantener la economía en buen camino, calculará AMLO, la cumbre vergonzosa en Washington pronto será olvidada. "La visita es oportuna, porque así es como estimulamos la economía y creamos empleos", argumentó en su mensaje del domingo. "Representaré a México con dignidad", continuó. Todavía falta un año hasta las próximas elecciones. Tiempo de sobra para que se olvide este apoyo a Trump.

(gg)

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