La temporada de precipitaciones de 2017 ha sido especialmente dura, según estadísticas entregadas por las autoridades de Guatemala, Nicaragua y Honduras.
Publicidad
Un estudio preliminar del Gobierno de Nicaragua asegura que la temporada de lluvias, marcada por la tormenta tropical Nate y otros temporales con fuertes precipitaciones, llegó a marcar registros de 100 milímetros por día en algunos municipios, sobrepasando las normas históricas. Ello ha sido responsable, según el reporte divulgado este domingo (29.10.2017), de la muerte de al menos 25 personas, que han perecido ahogadas en el país.
Los datos suministrados por la vicepresidenta y vocera gubernamental, Rosario Murillo, dan cuenta que solamente en la última semana las precipitaciones causaron al menos nueve muertos. El Gobierno decidió mantener una alerta roja, pese a que el nivel de los ríos ha comenzado a bajar en varias provincias del país y a que la temporada anual de lluvias, que comienza en mayo, ya está llegando a su término.
En Guatemala, en tanto, la temporada de lluvias ha dejado 31 muertos y más de 421 mil damnificados y afectados. De acuerdo con los registros de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), a ellos deben sumarse 26 heridos y 4 desaparecidos. Las autoridades aseguraron que este invierno ha sido el más copioso de los últimos 25 años en el país, donde 38.128 personas han sido evacuadas y 8.284 albergadas.
Daños a la infraestructura
La Conred detalló en su informe que 209 residencias sufrieron daños severos, 6.164 moderado, 4.897 leve y 302 quedaron en riesgo por inundaciones y derrumbes. Además, un total de 18 puentes han sido destruidos y otros 29 sufrieron daños en la infraestructura, mientras que 609 escuelas y 142 carreteras han sido afectadas. En el caso de Guatemala, la temporada de precipitaciones se extiende hasta noviembre.
Ya el pasado jueves 26 de octubre, las autoridades de Honduras habían entregado su propio balance. El frente frío que afectó al país la semana pasada dejó tres personas muertas, lo que da un total de 43 fallecidos desde que comenzaron las lluvias, en abril. Los expertos de la Comisión Permanente de Contingencia (Copeco) aseguraron que esta temporada las lluvias han sido tan intensas que, por primera vez en cuatro años, las principales represas que abastecen a la capital están llenas.
DZC (dpa, EFE, El Heraldo)
Latinoamérica, afectada por un clima loco
Sequías, inundaciones, sequías que se convierten en inundaciones... los daños que provocan las catástrofes naturales son enormes. Y estas parecen ser cada vez más frecuentes.
Imagen: Reuters/J. Saldarriga
Uruguay, demasiada agua
Diversas localidades de Uruguay se han visto afectadas por lluvias torrenciales. El río Uruguay se ha desbordado en diversos puntos, causando destrozos y pérdidas a miles de personas. Salto y Paysandú son las zonas más afectadas, y se estima que el caudal del río no bajará hasta el 20 de junio. Se trata de la sexta inundación que sufre esa región uruguaya en los últimos dos años.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Leineker
Cuba, sequía de tres años
El 70 por ciento del territorio de Cuba está afectado por una sequía que se arrastra desde 2014 y no parece haber soluciones a la vista. Los expertos sostienen que es la peor sequía que afecta a la isla desde hace más de un siglo. Hay unos 750 mil habitantes afectados directamente y se estima que el país tardará más de dos años en superar esta crisis, una vez que vuelva a llover.
Imagen: Getty Images/S.Olson
Brasil: de un extremo a otro
Durante años, el noreste de Brasil estuvo afectado por una sequía extrema que dañó la producción de café al punto de que se comenzó a importar, algo impensado hasta hace unos años. Eso hasta febrero o marzo. Ahora, en junio de 2017, la misma región sufre los estragos de las lluvias torrenciales. Fin de la sequía, pero inicio de las inundaciones. Ya van más de 10 muertos y 100 mil evacuados.
Imagen: Reuters/B. Kelly
Chile: alertas reiteradas
Cortes de luz, miles de damnificados, heridos y casi la totalidad de la población de Santiago de Chile sin agua potable por 48 horas fueron los resultados de una inusual lluvia caída en la cordillera de los Andes en febrero de 2017. Un escenario similar se replicó en junio en el norte de Chile. Las alertas meteorológicas se están convirtiendo ya en pan de cada día en ese país sudamericano.
Imagen: picture alliance/AP Photo/E. Felix
Perú: una catástrofe nacional
145 muertos, 18 desaparecidos y casi 500 heridos dejaron las inundaciones generadas por las torrenciales lluvias que afectaron con especial dureza al norte de Perú en febrero y marzo de 2017. Las crecidas de ríos, desprendimientos de rocas, rodadas y caudales torrentosos generaron daños por millones de dólares.
Imagen: Reuters/G. Pardo
Colombia: una tragedia de enormes dimensiones
Lo que sucedió en Mocoa la madrugada del 1 de abril de 2017 fue terrible. Un tercio de las lluvias mensuales cayeron en pocas horas. El terreno reblandecido y la inestabilidad de los faldeos hicieron el resto: toneladas de barro y rocas se vinieron cerro abajo, arrasando con todo lo que encontraron a su paso. Más de 320 personas murieron y más de 400 resultaron heridas.
Imagen: Reuters/J. Saldarriaga
Otto causó estragos en Costa Rica
El 22 de noviembre de 2016, el ciclón Otto golpeó con dureza a Costa Rica, causando al menos 10 muertes y dejando más de 10 mil personas afectadas. Las inundaciones, lluvias y tormentas causaron daños millonarios. Curiosidad histórica: era la primera vez que el país recibía un impacto de este tipo desde el año 1887. Otto también golpeó a Panamá y Nicaragua.