"Éste es un modesto tributo a aquellos que perdieron la vida", sostuvo Obama. "Y también un reconocimiento para todos los hombres y mujeres que cada día ponen su vida en juego para defender nuestra seguridad y salvaguardar nuestros valores".

Doce soldados y un guardia murieron el jueves cuando un psiquiatra del Ejército abrió fuego en Fort Hood, la mayor base militar del país. El supuesto autor del baño de sangre, el mayor Nidal Malik Hasan, recibió cuatro disparos de la policía y se encuentra en el hospital.

Hasan, un creyente musulmán, gritó al parecer "Allahu Akbar" (Alá es grande) antes de abrir fuego. Después de ser informado sobre las investigaciones por el jefe del FBI, Robert Mueller Obama inidcó:

"Aún no sabemos todas las respuestas, y quisiera advertir contra conclusiones precipitadas hasta que conozcamos todos los hechos. Lo que sabemos en este momento es que hay familias, amigos y una nación entera en luto por la muerte de los valerosos hombres y mujeres víctimas del ataque en uno de los más funestos tiroteos registrados en una base militar estadounidense. Desde hoy y hasta el Día de los Veteranos ordeno que la bandera de la Casa Blanca y otros edificios del gobierno ondeen a media asta".

Editor: Claudia Herrera Pahl