Tras la disolución de la Alemania comunista, unos 17 mil trabajadores de la Agencia de Seguridad, STASI, el mayor órgano de espionaje y coerción de la “Dictadura del Proletariado”, se habrían “colado”, ocultando su pasado de auxiliares del régimen en instituciones de la Alemania reunificada, sobre todo en la policía y altas instituciones del Estado. Sólo en Berlín habría 2.700 antiguos espías, como reporta el diario Financial Times Deutschland.

"Sí, en Berlín, por ejemplo, hemos introducido revisiones de las hojas de vida del personal que vamos a emplear, como en otros Estados federados también. También después de la reunificación realizamos controles de personal en sectores sensibles para la seguridad del municipio capital. A propósito, también ciudadanos del occidente alemán han sido incluso despedidos de sus cargos como funcionarios oficiales por haber cometido el delito de dar informaciones falsas para conseguir un empleo oficial.”

Editor: José Ospina Valencia

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