"Lo importante es recuperar el vínculo con los que no están"
Cristina Papaleo (VT)21 de octubre de 2015
Ángela Urondo Raboy, hija de Paco Urondo, escritor asesinado por la dictadura argentina, habló con DW sobre su libro "¿Quién te creés que sos?", que presentó en la Universidad de Colonia, y sobre el robo de la identidad.
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En su libro “¿Quién te creés que sos?“, la escritora argentina Ángela Urondo Raboy reconstruye la historia del asesinato de su padre, el poeta y periodista Francisco “Paco” Urondo, la desaparición de su madre, Alicia Raboy, y también la suya, a los 11 meses, a manos de las fuerzas represivas de la dictadura militar (1976-1983). Paco Urondo dirigía la regional Cuyo de la agrupación Montoneros en la ciudad de Mendoza. En una minuciosa labor de reconstrucción de su árbol genealógico y, con él, de la memoria de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura de la Junta Militar en Argentina, Ángela Urondo crea una trama en la que se entrelazan actas policiales, veredictos judiciales y testimonios crudos de esa época con textos íntimos y poéticos en los que la autora trata de entender quiénes fueron sus padres, a los que apenas conoció, de darles voz. Pero descubre a medida que escribe que ella también fue víctima de la represión. Ángela vivía con sus padres adoptivos y a los 20 años supo la verdad. Esa verdad que fue descubriendo de a poco empieza a tomar forma y en su narración cuestiona el significado de las palabras para poder nombrar de alguna forma lo innombrable: el horror y el dolor.
Su narrativa se inscribe en la literatura de los hijos de desaparecidos cuyas obras son crónica y testimonio de los crímenes de lesa humanidad y de la memoria histórica reciente, que trazan el derrotero de esa búsqueda y dejan un legado para que estos crímenes jamás vuelvan a repetirse. Deutsche Welle habló con la autora en el marco del encuentro internacional de escritores “Juventud bajo la dictadura” - en el que participaron escritores argentinos y alemanes- organizado por Katharina Niemeyer y Victoria Torres, del Departamento de Romanística de la Universidad de Colonia.
Deutsche Welle: ¿Cuál es el impulso que genera este libro?
Ángela Urondo Raboy: Este libro tiene que ver con el horror de lo indecible, de lo imposible de traducir en palabras, del horror de la dictadura y del impacto que tiene la dictadura en la infancia, y sobre la memoria inmadura que guardamos los niños a los que nos tocó atravesar una situación represiva grave. Y no hablo solo de la dictadura argentina, sino que pienso en la universalidad de la violencia del Estado, que se repite en muchos lugares en el mundo y no se circunscribe solo a Argentina en 1976, sino que va más allá.
¿Cómo fue recuperar su identidad y saber que su padre fue el escritor Paco Urondo?
Yo recuperé a mi papá, no al escritor. Él es una figura popular, y cuando lo leo hoy, además de poder conocerlo sin intermediarios, veo que sus textos tienen un valor premonitorio. Me encanta como escribe, pero eso se suma a mi subjetividad, no a mi literatura. Para mí, papá es papá. Mi madre es mucho más arquetípica de la desaparición forzada en Argentina. Eran personas muy jóvenes, como ella, que tenía 28 años. Ella es una persona anónima, como tantos NN víctimas del genocidio. En cambio, cuando despareció mi papá, escritores como Jean-Paul Sartre y Marguerite Duras sacaron solicitadas para que apareciera. Él era un preso político. Sobre mi madre, que era periodista, también hice un largo recorrido para recuperarla a través de los artículos que escribía para el diario Noticias. Este libro, “¿Quién te creés que sos?”, representa la supervivencia a la tragedia. Uno no queda inmerso en la tragedia; no se convierte en la tragedia sino que queda significado por ella y por todo lo que hizo para emerger de la tragedia. El enojo y el resentimiento han sido desplazados por la voluntad de darles vida a mis padres, y mis hijos los hacen abuelos. Lo más importante es eso: la recuperación del vínculo con los que no están.
¿Qué fue lo que marcó su forma de escribir en medio de esta búsqueda de su identidad?
Yo soy dibujante, ilustradora. Es mi herramienta natural. En este libro -que antes fue un blog y que fue mi primera experiencia de narración a conciencia- sentí por primera vez que buscaba la palabra como herramienta. Y eso tenía que ver con tratar de entender. No tuve una búsqueda literaria para contarle mi historia a la humanidad. Lo que hice fue buscar palabras para explicarme a mí misma algo que no tiene explicación y encontrar el sentido de convivir con preguntas que sabemos que no tendrán respuestas. Parece que la búsqueda de la palabra viene a acompañar esos vacíos, no a llenarlos, sino a acompañarlos. Es una historia que tiene 40 años y esta búsqueda tiene que ver con explicarnos, con acompañarnos y con convivir con las preguntas aún abiertas.
¿Cómo fue escribir el libro mientras se desarrollaba un juicio por lesa humanidad?
Tuve en claro que dejaba en manos de la Justicia todo lo que tenía que ver con la Justicia. No tuve necesidad de hacer un homenaje solemne a la figura de los padres o de los desaparecidos, ni nada de eso. Pero mientras los juicios estaban en marcha, pasó algo muy movilizador: la tragedia personal sale de la casa familiar y se transforma en una tragedia colectiva. Me di cuenta de que lo que me pasó a mí le pasó también a todo mi país. En los juicios empezaron a aparecer testimonios de otros niños.
¿Cómo impacta esto en usted?
Uno no llora por su propia tragedia. Se conmueve por lo que le pasa a los demás. Hubo chicos secuestrados en el mismo lugar en el que yo estuve, con pocas semanas de diferencia. Cuando uno se entera de que hubo chicos que fueron violados, torturados, secuestrados, entonces se sabe cuál fue el tratamiento que el genocidio argentino le dio a la infancia. Sufrí un impacto enorme y me di cuenta de que nosotros también fuimos víctimas directas de la dictadura, que la represión fue contra los grandes y contra los niños por igual. Y además produce un fenómeno transitivo y generacional a través del cual eso, que se sociabilizaba en el ámbito privado, se hace consciente. Al pasar al marco jurídico, esas historias terminan de hilarse, y ese es el valor de los juicios. Más allá de lo jurídico, permiten la reconstrucción de historias y la toma de conciencia de lo sucedido. A medida que la Justicia va llegando a abordar o a intentar reparar hechos tan graves y trágicos como los asesinatos y las desapariciones de personas, aparecen otras cosas que también están ahí. Pérdidas terribles para los niños, como tener que abandonar el hogar, los libros, las mascotas, solo pueden ser opacadas por la desaparición de los padres. Pero una vez que esas desapariciones llegan a manos de la Justicia y salen del ámbito privado, se vuelven parte de todos, y uno puede empezar a hacer reclamos por otras cosas: por el nombre, la identidad, lo que se perdió, y también lo que le hicieron a los niños, a los sobrevivientes.
Cristina Fernández de Kirchner vuelve al ruedo
A la expresidenta argentina algunos le reprochan su estilo entre autoritario y maternal y una peculiar tendencia a la dramaturgia. Sin embargo, muchos otros claman: "Abrázame hasta que vuelva Cristina".
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El retorno de Cristina
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner obtuvo poco más del 34 por ciento de los votos en la provincia de Buenos Aires en las primarias celebradas el 13 de agosto, prácticamente igualando al candidato oficialista. Se posiciona así como candidata con opción a un escaño en el Senado y como figura de liderazgo en la oposición al gobierno del presidente Macri.
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Oposición contra Macri
Cristina Fernández de Kirchner es vista por la oposición como una figura capaz de aglutinar el descontento contra la presidencia de Macri y las medidas económicas que ha adoptado, con fuerte impacto a nivel social. El gobierno afirma que han sido medidas necesarias para rectificar las fallidas políticas del gobierno anterior.
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Saliendo del tribunal
La expresidenta ha estado en el blanco de investigaciones judiciales por presuntas maniobras de lavado de dinero y pago de sobornos. Cristina Fernández de Kirchner ha negado haber cometido cualquier acto ilícito durante su gobierno.
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Cristina Fernández, "relato" y dramaturgia
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, marcó con su estilo, su "relato" propio de la realidad y su dramaturgia casi una década de gobierno. Ahora, luego de las elecciones, abandona el sillón de Rivadavia, pero sigue influyendo en la política argentina, ya que el Congreso aún cuenta con una mayoría kirchnerista. A pesar de eso, la era de CFK llegó a su fin.
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La sucesora de Néstor Kirchner
Cristina Fernández de Kirchner comenzó su carrera política en 1989 como diputada provincial de Santa Cruz. Conoció a Néstor Kirchner durante su militancia peronista, en 1974, y se casaron en 1975. Llegó a la presidencia argentina en diciembre de 2007, y fue reelecta en 2011. La muerte de Néstor Kirchner, el 27 de octubre de 2010, fue un duro golpe para ella y para sus hijos, Florencia y Máximo.
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Fuertes vínculos en el Mercosur
Aquí, la presidenta y su homólogo de Bolivia, Evo Morales, comparten la indumentaria típica boliviana durante una ceremonia en la Casa Rosada. La presidenta anunció en 2013 que impulsaría "la reconstitución del Mercosur" y siempre resaltó los vínculos con los países vecinos. También instó a "un fuerte pronunciamiento" del Mercosur por el espionaje cibernético de la NSA a países lationamericanos.
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Victoria con el 54,11 por ciento
Aquí, Cristina Fernández saluda al público tras su investidura como presidenta de los argentinos en su segundo mandato, en 2011, al que accedió con un 54,11 de los votos. Posa junto a sus hijos, Máximo y Florencia frente al Congreso Nacional, en Buenos Aires. Máximo, candidato a diputado, es investigado por presuntas cuentas secretas en EE. UU. e Irán. Él niega las acusaciones.
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Un vicepresidente en apuros
La designación de Amado Boudou como vicepresidente en el segundo mandato de Cristina Fernández fue más tarde criticada tanto por el perfil un tanto frívolo de Boudou como por las acusaciones en causas aún abiertas en su contra, como el caso "Ciccone", por haber adquirido una empresa monopólica quebrada a fin de que pudiera operar con el Estado en la impresión de billetes y documentos oficiales.
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La pelea con el grupo "Clarín"
El debate sobre la concentración de los medios sigue abierto en Argentina. La presidenta sostuvo una larga disputa con el grupo Clarín, al que acusó de ser un monopolio mediático. Al mismo tiempo, se le critica que alentara el desarrollo de un grupo de medios oficialistas: "Cristina crea un holding de medios adictos al gobierno", dijo a DW la escritora y periodista Laura di Marco.
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Derechos humanos e individuales
Cristina Fernández dio continuidad a la política de derechos humanos de Néstor Kirchner, apoyando la búsqueda de nietos de desaparecidos, entre otras cosas, y amplió los derechos individuales con la aprobación del matrimonio igualitario y otras leyes en torno a la transexualidad. Aquí, con Estela de Carlotto, una de las Abuelas de Plaza de Mayo, y su nieto, que recuperó su verdadera identidad.
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Discursos por cadena nacional
La presidenta argentina acostumbraba a hablar por cadena nacional, algo aplaudido por sus seguidores y denostado por la oposición. Al dirigirse al público, su estilo siempre fue personal y, para muchos, carismático. Según dijo en una de sus alocuciones, "el kirchnerismo dio independencia a Argentina".
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Reformas opacadas por falta de transparencia
En junio de 2015, la presidenta argentina anunció el envío al Parlamento de un proyecto de ley para que algunos beneficios sociales, entre ellos la Asignación Universal por Hijo (AUH), fueran ajustados periódicamente. Estos avances sociales se ven opacados por la falta de transparencia en los índices de pobreza, por una elevada tasa inflacionaria y por el déficit fiscal.
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Larga disputa por los "fondos buitre"
La disputa entre Argentina y los “fondos buitre” sigue siendo explosiva, también en 2015. Cuando la ONU aprobó, el 10.9.2015, una resolución impulsada por Argentina que propone la creación de un marco regulatorio para la reestructuración de deudas soberanas, el ministro de Economía, Axel Kiciloff (dcha.), dijo que era "un paso fundamental contra esos ataques, también a otros países."
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Cristina y las religiones
El Papa Francisco recibió en septiembre de 2014 a su compatriota, la presidenta argentina, en una audiencia privada en el Vaticano. La presidenta de Argentina reveló que había sido "amenazada" por la organización terrorista Estado Islámico debido a su posición diplomática ante el conflicto en Cercano Oriente, en favor de "la existencia del Estado de Palestina y del Estado de Israel".
Imagen: picture-alliance/dpa
Gran impulso a la cultura
A nivel nacional, el gobierno de Cristina Fernández dio un importante impulso a las manifestaciones culturales y artísticas, pero con un estilo marcadamente personalista. En la foto, la inauguración del Centro Cultural Kirchner, en la capital argentina.
Imagen: Reuters/Argentine Presidency
Dos operaciones
Durante sus dos mandatos, Cristina Fernández fue sometida a dos operaciones serias: una, para drenar un hematoma cerebral, y la otra, para extirpar un tumor en la tiroides, recuperándose de ambas.
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Negocios con Rusia
De la reunión de Cristina Fernández de Kirchner con Vladimir Putin, en abril de 2015, se derivó bastante más que la firma de acuerdos energéticos y económicos. En el año electoral de Argentina, este gesto de acercamiento a Rusia puede interpretarse también como una clara jugada en lo referente al alineamiento de Argentina con el eje Rusia-China.
Imagen: Reuters/A. Nemenov
El caso Nisman sacude al país
La muerte -aún no esclarecida- del fiscal Alberto Nisman golpeó a la sociedad argentina y sigue pesando como una deuda pendiente de la Justicia. Nisman fue hallado muerto en su vivienda el 18 de enero, cuatro días antes de presentar una acusación contra la presidenta por una supuesta complicidad con los implicados iraníes en el atentado de la AMIA, en 1994, que dejó 85 muertos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Pisarenko
Daniel Scioli, ¿continuador de la era Kirchner?
Daniel Scioli es candidato que, de ganar las elecciones, daría continuidad al programa político del kirchnerismo. Según expertos, el gobierno deja serios problemas económicos estructurales, pero también algunos logros sociales y un aumento en el nivel de consumo.
Imagen: Reuters/A.Marcarian
Adiós a una figura que polariza
Cristina Fernández de Kirchner polarizó a la sociedad argentina y la marcó con su estilo entre autoritario y maternal. Estuvo rodeada de acusaciones de corrupción y la inseguridad jurídica creció durante su gobierno, pero dio impulso a la cultura y a los derechos civiles. Su adiós deja un legado complejo al próximo gobierno, y es probable que no se aleje del todo del quehacer político de su país.