Hermanamientos germano-palestinos: una amistad que une
23 de septiembre de 2025
Los habitantes de Surif, ciudad del sur de Cisjordania, experimentan en su día a día de forma concreta lo que aporta el hermanamiento entre localidades. Surif lleva desde 2021 hermanada con Neuwied, en el suroeste de Alemania.
Los hermanamientos son relaciones amistosas entre dos ciudades de diferentes países. Su objetivo principal es el encuentro y el intercambio cultural. Además, es posible que surja una cooperación económica. En este tipo de relación entre municipios, los temas políticos delicados, como la actual guerra en la Franja de Gaza, desempeñan un papel deliberadamente secundario.
Esta regla también se aplica a la relación entre Surif y Neuwied, en cuyo marco fue erigido el nuevo centro de salud en la ciudad de Cisjordania, en el que reciben tratamiento médico niños con discapacidades. Allí, pequeños con dificultades motrices reciben una ayuda que les permite volver a moverse con dignidad e independencia.
Josef Freise, promotor del hermanamiento entre ambos municipios, comenta a DW que el centro cubre una importante laguna en la atención sanitaria de esta ciudad, que cuenta con unos 18.000 habitantes, ya que Surif no tiene hospital propio. Los pacientes reciben en este consultorio un primer diagnóstico, con el que después pueden acudir a los hospitales de Belén o Hebrón.
El impulso inicial
El centro también cuenta con un parque adaptado para personas con discapacidad, pero abierto a todos los ciudadanos. Allí juegan niños con y sin problemas motrices. Sus risas compartidas dotan al lugar de un ambiente alegre y despreocupado.
El alcalde de Surif, Iyad Hamidat, explica a DW que el centro tiene ya varios años de historia. Los primeros contactos se remontan al año 2018. En aquel entonces, las amistades privadas entre ciudadanos de ambas localidades dieron el primer impulso al hermanamiento. "De ahí surgió una cooperación institucional que, a su vez, ha dado lugar a importantes proyectos de desarrollo".
"No es algo pasajero"
Surif proporcionó el edificio y el personal médico para el centro de salud. Neuwied, por su parte, dotó la infraestructura con un total de 46.000 euros, que fueron empleados en la compra de equipos médicos y camas. El dinero fue conseguido a través del programa Nakuba, financiado por el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ por sus siglas en alemán). Más adelante, el centro obtuvo su licencia operativa con el nombre de "Your Health Charitable Association". Hoy en día, alrededor de 400 personas utilizan sus servicios fisioterapéuticos y médicos gratuitos.
"Esta colaboración no es algo pasajero", destaca Hamidat. "Al contrario, pretende animar a otras ciudades a establecer redes entre ellas".
La colaboración también se extiende a proyectos técnicos, como la gestión municipal del agua. Los ingenieros de ambos municipios intercambian sus conocimientos técnicos. El equipo de Surif ya se ha familiarizado con las últimas tecnologías alemanas en materia de distribución de agua y mantenimiento de la red.
Colonia-Belén: la primera colaboración germano-palestina
Esta no es la única colaboración entre ciudades alemanas y palestinas. Otra es la que existe desde 1996 entre Belén y Colonia. "Esta asociación entre ciudades fue todo menos normal", dice a DW Carmen Ghattas, directora de relaciones públicas de la ciudad de Belén. "Porque fue la primera entre una localidad alemana y una palestina". Ambas localidades están unidas por importantes símbolos espirituales: la Iglesia de la Natividad de Jesucristo en Belén y la catedral de Colonia.
"Como símbolo de nuestra amistad, ahora hay una piedra de la catedral de Colonia en la plaza Madbasseh, en el casco antiguo de Belén", explica Ghattas. "Esta colaboración surgió del deseo de tender puentes a través del diálogo y los encuentros directos", subraya a DW, por su parte, Sabine Wotzlaw, vocera de la ciudad de Colonia.
Según dice, el objetivo era fomentar el encuentro entre jóvenes, estudiantes y deportistas. A través de iniciativas conjuntas, se pretendía impulsar el entendimiento mutuo, facilitar el encuentro entre personas y eliminar los prejuicios. "Todo ello contribuye a que las personas establezcan relaciones duraderas entre sí".
Pronto, estos principios se tradujeron en proyectos concretos. Así, la parte alemana apoyó con 66.000 euros la restauración de la Iglesia de la Natividad en Belén. Además, Colonia puso bicicletas a disposición de su ciudad hermana y permitió que equipos de fútbol femenino palestinos participaran en torneos alemanes. Y, por si fuera poco, la artesanía de Belén se convirtió en una parte importante de los mercados navideños de Colonia.
Las iniciativas continúan en nuevos ámbitos. Por ejemplo, entre 2020 y 2023, con el apoyo del Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo, se renovaron las farolas antiguas de Belén, que fueron sustituidas por luces solares de bajo consumo.
"El proyecto no solo fue rentable, sino también valioso desde el punto de vista pedagógico", dice Carmen Ghattas. "Gracias a él, más de 200 alumnos aprendieron a gestionar su consumo energético de forma responsable".
Un total de 18 hermanamientos entre ciudades
En Alemania, los hermanamientos entre ciudades son promovidos por el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo a través, entre otros, de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ).
El objetivo es "fomentar el desarrollo social y económico en los municipios palestinos y mejorar las condiciones de vida de la población", explica un vocero de GIZ a DW. A su vez, estas asociaciones proporcionan a los municipios alemanes información importante sobre cómo pueden apoyar a ciudades en contextos difíciles, así como encontrar soluciones innovadoras para los servicios públicos y reforzar la cooperación estratégica.
Según un comunicado ofical de GIZ, esta institución ha contribuido a la creación de dieciocho asociaciones municipales entre municipios alemanes y palestinos. La financiación se centra en áreas como la gestión de residuos, el desarrollo urbano inclusivo y la tecnología del agua.
(ms/cp)