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Lo que espera la UE de Turquía

Christoph Hasselbach (DZC/RML)8 de febrero de 2016

Ankara se comprometió a ayudar a Europa con los refugiados a cambio de dinero y concesiones. Sobre eso trata la visita de la canciller Angela Merkel a Turquía. Pero, hasta ahora, los europeos siguen esperando.

Imagen: Getty Images/AFP/A. Messinis

Nunca antes Turquía se sentó a negociar con Europa en una situación tan ventajosa como ahora. Con mucho, es el país de tránsito más importante para los refugiados y migrantes que desean llegar al Viejo Continente. Casi con desesperación, los europeos esperan que Turquía se encargue de esas personas y evite que estas sigan su travesía. Ya en noviembre el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lo dijo ante el Parlamento Europeo: “Querámoslo o no, debemos cooperar con Turquía”.

Las preocupaciones de la Comisión sobre la situación de los derechos humanos o la libertad de prensa en Turquía están, desde entonces, en el congelador. La UE incluso ha debido retomar las largamente bloqueadas negociaciones para el ingreso de Turquía a la Unión y ha puesto en perspectiva la exención de visado para los ciudadanos turcos a partir de octubre. Además, Bruselas se comprometió a pagar tres mil millones de euros por este acuerdo donde Turquía, por su parte, aseguraba que no dejaría pasar más refugiados. Pero Ankara ya adelantó que esa cifra será insuficiente y exigió la ayuda de la OTAN para combatir a los traficantes de personas a lo largo de su propia costa.

Sin importar la cantidad de dinero que se haya puesto sobre la mesa, lo que la Unión Europea espera desde que se alcanzó el acuerdo son hechos. Incluso ahora, en pleno invierno, cada día llegan cientos, a veces miles, de personas desde Turquía hasta las islas griegas cercanas a su litoral. La insatisfacción por todo esto se hace sentir en todos los partidos y a todos los niveles en el Parlamento Europeo. “El plan de acción fue acordado hace ya dos meses y todavía no vemos una reducción significativa en el número de inmigrantes”, dijo el Comisario Europeo de Política Regional, Johannes Hahn, a la agencia de noticias Reuters.

El número de refugiados que llega a Europa no ha disminuido.Imagen: Getty Images/C. McGrath

Concesiones a Turquía, ¿un error?

El canciller austríaco, Werner Faymann, cuyo gobierno ha decidido hace poco limitar la cuota de recepción de refugiados, también quiere que Turquía reciba de vuelta a aquellos solicitantes de asilo que ya se encuentren en territorio griego. Faymann dijo al diario Österreich: “Todos deben ser rescatados, pero luego esas personas deben ser enviadas de vuelta a Turquía”. Lo mismo piensa el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière. El retorno de los refugiados a Turquía es parte del acuerdo de noviembre.

Muchos europarlamentarios ven con malos ojos las concesiones políticas realizadas a Ankara. Manfred Weber, presidente de la fracción parlamentaria del conservador Partido Popular Europeo (PPE), a la que pertenece también la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Merkel, dijo al Münchener Merkur: “Una exención total del visado a los ciudadanos turcos es difícil de imaginar desde la perspectiva actual”. Esas negociaciones dependían de una reducción en el número de refugiados, dice Weber. Y “en ningún caso una facilitación en la obtención de visas debiera conducir a una mayor tormenta migratoria hacia Europa”.

Alexander Graf Lambsdorff, europarlamentario del Partido Liberal Alemán (FDP), acusa a Merkel de distraerse de su propio fracaso con su visita a Ankara. En la emisora Deutschlandfunk dijo que “el repetido viaje a Turquía no aporta nada a la organización de una política de refugiados, algo que sigue faltando hoy como ayer”. Desde Europa deben surgir iniciativas como una vigilancia conjunta de las costas y una ley de asilo y migración común, exige el político liberal.

Ankara debe hacerse cargo

En la frontera turco-siria esperan decenas de miles de personas para ingresar a Turquía, como consecuencia de los recientes combates en la norteña ciudad siria de Alepo. Turquía ha asegurado que no rechazará a quienes buscan refugio, una decisión impopular dentro del país. La Unión Europea le exige a Ankara mantener abiertas sus fronteras para los refugiados, pero no dejarlos seguir su camino hacia Europa. El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, dijo el fin de semana tras una reunión de ministros en Ámsterdam que “Turquía tiene experiencia en la recepción de refugiados sirios”. Los críticos consideran esas declaraciones hipócritas.

El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, dijo también el fin de semana que cada vez menos personas llegan a Grecia a través de Turquía. Informaciones que digan lo contrario son “manipulaciones de los medios en varias capitales europeas”. Ankara tiene el sartén por el mango y no quiere soltarlo para no perder las eventuales ventajas ganadas en las negociaciones con Europa. Una reacción lógica a un camino que podría ponerse cuesta arriba.


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