Lo que hay que saber para viajar a Venecia
23 de abril de 2024La doctora Susanne Kunz-Saponaro no cree que la última iniciativa del ayuntamiento de Venecia vaya a resolver los problemas causados por el turismo de masas en la ciudad. Inicialmente, a modo de prueba, los turistas que quieran visitar la ciudad por el día, sin pernoctar, tendrán que pagar una tasa de acceso de cinco euros a partir del 25 de abril.
"En principio, es una gran idea", dice Kunz-Saponaro, que vive en Venecia y trabaja allí como guía de la ciudad. "Pero no parece realmente bien pensada".
Multa de hasta 300 euros
Hay una larga lista de excepciones que probablemente diluyan el efecto. Los residentes de toda la región del Véneto, por ejemplo, no tienen que pagar la tasa.
Tampoco está del todo claro cómo se podrá comprobar si los turistas de un día se han descargado uno de los códigos QR exigidos (esto es posible en la página web cda.veneziaunica.it). Según el ayuntamiento, los inspectores realizarán controles sobre el terreno y quien no haya pagado la tasa por adelantado se arriesga a una multa de hasta 300 euros.
Sin embargo, lo que Kunz-Saponaro considera muy problemático es que la nueva tasa no limite también el número de visitantes.
Cada día acuden al casco antiguo una media de 80.000 visitantes, 70.000 de los cuales sólo quieren pasar allí unas horas. Está demostrado que gastan comparativamente poco dinero, pero contribuyen significativamente a la masificación.
Fomentar el turismo con alojamiento
El ayuntamiento lleva tiempo intentando evitar los principales excesos del turismo masivo.
"Invitamos a quienes quieran visitar nuestra ciudad a vivir Venecia despacio y familiarizarse con la ciudad", dice Simone Venturini, jefe de turismo de la ciudad. Pero eso no es posible en tres horas.
La tarifa de acceso se introduce ahora para fomentar el turismo con estadía. Se trata de una medida pionera en todo el mundo.
El alcalde, Luigi Brugnaro, destacó recientemente en una entrevista con el diario Corriere della Sera que la ciudad seguirá abierta al público y que no debería haber un límite máximo para los visitantes que pasen el día.
Es posible que la tasa de acceso tenga un efecto psicológico disuasivo. "La ciudad debe ser acogedora, tanto para los que viven en ella como para los que la visitan", afirma Brugnaro. "En determinados días de especial afluencia de visitantes, existe el riesgo de que no sea así". Cinco millones de turistas acudían a la ciudad cada año antes de la pandemia. Es probable que este año se alcance una cifra similar.
Numerosas normas de comportamiento
En los últimos tiempos, hay turistas que, según muchos residentes y políticos, no respetan las normas que, en los últimos años, la ciudad ha endurecido cada vez más. Bajo el lema "Disfruta Respeta Venecia", existe todo un catálogo de normas de comportamiento (disponible en ww.enjoyrespectvenezia.it).
Entre otras cosas, está prohibido sentarse en puentes y escalinatas, saltar a los canales, pasear por la ciudad en traje de baño, dar de comer a las palomas o tirar basura al suelo. Se amenaza con multas de hasta 500 euros.
El objetivo no es recaudar dinero, tampoco con la nueva tasa de acceso para los turistas de día. No obstante, se espera que el primer año genere unos 700.000 euros para las cajas municipales.
El dinero se destinará a la limpieza de las calles y a mejorar la oferta turística, al igual que los ingresos de la tasa de alojamiento. Los turistas que se alojan en Venecia tienen que pagar este impuesto desde 2011. El impuesto asciende a entre uno y cinco euros por noche, dependiendo de la categoría del hotel y de la época del año. El año pasado se recaudaron 34 millones de euros por este concepto.
Grupos más pequeños
Pero eso no es todo: a partir del 1 de agosto, también se aplicarán nuevas normas a las visitas guiadas por la ciudad. Entre otras cosas, el tamaño de los grupos se limitará a 25 personas. Además, se pondrá más cuidado en que los turistas no obstaculicen el tráfico peatonal mientras escuchan las explicaciones del guía. Para Kunz-Saponaro, esta nueva normativa se queda corta, pese a que ella misma se ve afectada por ella. El límite debería ser de 20 personas. Ella misma trabaja sobre todo con grupos más pequeños. "El turismo es importante para Venecia. Pero no siempre puede tratarse sólo de dinero. "La gente que vive aquí en la ciudad también tiene que poder vivir con el turismo".
(mw/ers)