Londres critica nueva condena contra Zaghari-Ratcliffe
26 de abril de 2021
La Justicia iraní condenó a otro año de prisión a la ciudadana británico-iraní, acusada de intentar derrocar al gobierno de Teherán y de emitir propaganda contra el sistema teocrático.
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La Justicia iraní condenó a otro año más de prisión y, además, prohibió abandonar por un año el país a la británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, quien es acusada por las autoridades de propaganda contra el sistema teocrático, informó este lunes (26.04.2021) el abogado de la mujer, Hoyat Kermani. Se trata de una condena que se relaciona con el segundo juicio realizado contra Zaghari-Ratcliffe el 14 de marzo.
El abogado detalló que su defendida, que tiene 42 años y es empleada de la Fundación Thomson Reuters, era acusada de "actividades de propaganda contra el sistema por participar en una manifestación frente a la embajada iraní en Londres en 2009" con motivo de las protestas contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, y por "dar una entrevista al servicio persa de la BBC".
Kermani adelantó que recurrirá a la sentencia en el plazo legal de 20 días y que espera que la británico-iraní sea absuelta. La mujer fue detenida en 2016, cuando viajó a Teherán a visitar a su familia. Esa vez fue condenada a cinco años de cárcel por intentar derrocar al gobierno iraní. Una vez que cumplió la pena, fue sometida a un nuevo juicio, cuya sentencia es la que se conoció esta jornada.
"Inhumana e injustificada”
Una vez conocida la condena, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, criticó la determinación. "Creo que no es en absoluto correcto que Nazanin sea condenada a un año más de prisión", dijo a los periodistas el líder conservador, asegurando que Londres "trabajará muy duro" para conseguir su liberación, una tarea complicada, toda vez que Teherán no reconoce la doble nacionalidad y siempre ha negado al Reino Unido el acceso consular a Zaghari-Ratcliffe.
Por su parte, el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, escribió en Twitter que lo ocurrido es "una decisión totalmente inhumana e injustificada”. Agregó que seguirán pidiendo a Irán "que libere a Nazanin inmediatamente para que pueda volver con su familia en el Reino Unido. Seguimos haciendo todo lo posible para apoyarla”.
Zaghari-Ratcliffe se ha visto envuelta en la conflictiva relación entre Londres y Teherán, que tiene detenidos a decenas de extranjeros o iraníes con doble nacionalidad acusados en general de espionaje para presionar a otros países y lograr concesiones o canjes de presos.
DZC (EFE, AFP)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.