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La endogamia no acabó con los últimos mamuts lanudos

27 de junio de 2024

La desaparición de los mamuts continúa siendo un misterio. A pesar de practicar la endogamia y de poseer baja diversidad genética, los últimos mamuts lanudos vivieron aislados en una isla durante unos 6.000 años.

Marianne Dehasque Mammut Stockholm
Imagen: Beth Zaiken via REUTERS

Hace 10.000 años, cuando el nivel del mar subió y la isla de Wrangel -frente a la costa de Siberia- quedó separada del continente, la última población de mamuts lanudos, conformada por un máximo de ocho ejemplares, quedó completamente aislada.

Ese grupo, que creció hasta los 200 o 300 individuos en 20 generaciones, sobrevivió en la isla durante 6.000 años más a pesar de su endogamia y baja diversidad genética, por lo que este no sería el motivo de su extinción, según se detalla en un estudio publicado este jueves (27.06.2024) por la revista Cell.

Con la desaparición de la Edad de Hielo, la tundra esteparia seca en la que habían prosperado los mamuts se transformó gradualmente, de sur a norte, en bosques templados más húmedos en medio del aumento de las temperaturas globales, lo que confinó a estos animales a los confines más septentrionales de Eurasia.

Su extinción sigue siendo un misterio

"Lo que ocurrió al final sigue siendo un misterio: no sabemos por qué se extinguieron después de haber estado más o menos bien durante 6.000 años, pero creemos que fue algo repentino", afirma una de las autoras principales del estudio, Love Dalén, genetista evolutiva del Centro de Paleogenética de Estocolmo (Suecia).

Sin embargo, y gracias a los resultados de este estudio, "podemos rechazar con confianza la idea de que la población era simplemente demasiado pequeña y que estaban condenados a extinguirse por razones genéticas", subraya.

La imagen muestra el colmillo enterrado de un mamut lanudo junto al paisaje de la isla de Wrangel, donde se extinguió la especie.Imagen: Love Dalen/Reuters

Sufrían mutaciones, pero estas desaparecían

Según los investigadores, los mamuts acumulaban lentamente mutaciones moderadamente dañinas. Pero los defectos más nocivos desaparecían de la población, al parecer porque los individuos portadores de estas mutaciones tenían menos probabilidades de sobrevivir y reproducirse.

"Esto sugiere que algo más, y muy repentino, provocó el colapso de la población", opina la genetista evolutiva y coautora Marianne Dehasque, de la Universidad de Uppsala (Suecia).

¿Participación humana?

Los autores de la investigación también descartaron que la desaparición completa del mamut lanudo se haya debido a la caza humana: "Por las pruebas arqueológicas, sabemos que los humanos no llegaron hasta 400 años después de que se extinguieran los mamuts", añade Dehasque.

Dalén, por su parte, cree que si esto hubiera ocurrido, "sería fácil encontrar hogares y estructuras de habitación, así como fragmentos de sílex, huesos y colmillos reelaborados, etcétera. Pero en Wrangel no hay rastro alguno de interacción humana con los mamuts".

Los mamuts "tuvieron mala suerte"

Otras posibles causas de extinción que se plantean son una enfermedad infecciosa, posiblemente traída a la isla por las aves, o que no hayan tenido más plantas para alimentarse.

"Quizá los mamuts hubieran sido vulnerables a ella -enfermedad- dada la reducida diversidad que identificamos en los genes del sistema inmunitario", plantea Dalén. Pero también, una temporada climática "realmente mala", habría causado "un año de crecimiento realmente malo para las plantas de Wrangel. Dado lo pequeña que era la población, habría sido vulnerable a tales acontecimientos aleatorios".

"En otras palabras, me parece que quizá los mamuts simplemente tuvieron mala suerte. Si no hubiera sido por esa mala suerte, quizá seguiríamos teniendo mamuts hoy en día", concluye Dalén.

JU (efe, rtre)

 

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