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Los alemanes necesitan tallas más amplias

Luna Bolívar Manaut21 de agosto de 2007

Son más altos y más anchos de lo que lo eran hace unas décadas: los cuerpos de los alemanes y alemanas ya no se ajustan a las tallas del pasado. Por eso se mide de nuevo, al tiempo que se busca unidad en la ropa europea.

Todo un cuerpo por vestir.Imagen: picture alliance

Sin necesidad de permisos, una ciudadana británica puede residir en Alemania y estar empleada en una tienda española donde vende ropa a turistas italianos que, pasando por Francia y Bélgica, han viajado hasta tierras germanas sin tener que mostrar ni una sola vez el pasaporte. Los pagos se realizan en euros. Son los milagros de la integración europea.

Sin embargo, el idilio comunitario puede acabar bruscamente cuando a la dependienta inglesa le cuesta explicar con exactitud las tallas españolas plasmadas sobre las etiquetas porque no son las mismas que las de su país. Tampoco los turistas italianos las entienden, ni los nacionales alemanes. Y la cuestión puede escalar si la dependienta acaba recomendando a quienes acostumbran a vestir una 38 que lo intenten con una 44.

Pero la unidad ha de alcanzar también al mundo de la confección. Tres países europeos, España, Francia y Suecia, han tomado la iniciativa de introducir un sistema de tallas común, y Alemania se les sigue, aprovechando el momento para holgar cinturas y alargar bajos: a los alemanes se les ha quedado el traje pequeño.

90 - 60 - 90

Ropa para todos los cuerpos.Imagen: PA/dpa

La última vez que en Alemania se pasó el metro a la población masculina fue en los años 60, y desde entonces se calcula que el germano ha crecido una media de seis centímetros y es por lo general más corpulento, dice Reiner Trieb de Human Solutions, uno de los centros que se encargarán de anotar las nuevas medidas, al diario Süddeutsche Zeitung.

El cuerpo de las mujeres ha recibido más atención que el de sus conciudadanos hombres, pero tampoco se ha realizado ningún estudio nuevo desde 1999. Entonces, los análisis concluyeron que, como media, el pecho de las alemanas abarcaba 99,7 cm, la cintura 83,7 cm y la cadera 104,1 cm. No del todo acorde con los cánones, pero eso no es lo que importa.

Lo que importa es que para comparar unos pantalones primero hay que caber en ellos. Por eso se cree en Alemania que ha llegado el momento de ampliar las tallas. Los alemanes y alemanas del presente necesitan más espacio. El Proyecto de llama “Size Germany” y le tomará las medidas a 12.000 germanos hasta finales de este año. Las tallas de nuevo tamaño deben empezar a circular en 2008.

Pizza cuatro quesos

La ropa debe mantener la talla de la calle, y no de la pasarela.Imagen: AP

El número que pone en la etiqueta no sólo nos ahorra viajes al probador cargados con la prenda equivocada. El número sobre la etiqueta tiene un importante valor psicológico. Por eso hay que tratarlo con cuidado.

El objetivo de “Size Germany” no es ampliar la cantidad de tallas sino los centímetros de tela por cada una. Es decir, que en el mismo número cabrá a partir de 2008 más cuerpo, en lugar de solucionar el problema confeccionando simplemente prendas marcadas con una talla mayor.

De esta manera se trata de evitar el culto a las tallas pequeñas en las que sólo caben cuerpos al borde de la anorexia, y mantener las eses (“S”, “small”) como ropas accesibles también a quienes se permiten de vez en cuando una pizza cuatro quesos.

Cómo podrá ajustarse este principio a un sistema de tallas único para toda Europa está aún por ver. Esta vez no es sólo la excepción británica la que causa problemas. También el resto de los países del continente usan numeraciones diferentes entre sí. Para mujer, una talla 38 es normal en España, pequeña en Alemania y enorme en Italia.

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