La palabra ‘miedo’ (Angst) es una de las más importantes en la lengua germana. Describe un concepto tan puramente teutón que hasta los estadounidenses lo incorporaron en su lenguaje. Cuando ellos hablan de ‘angst’, tratan describir un sentimiento de miedo difuso ante una amenaza indefinida. Teóricamente, una persona podría tener todos los días de su vida ‘angst’.

El estancamiento de la economía y el aumento del desempleo siguen siendo, según el sondeo publicado este miércoles por la aseguradora R+V, las ansiedades más pendientes entre los ciudadanos alemanes.

Temor a la pobreza

El 43% de los 2.400 encuestados teme perder su puesto de trabajo. El mismo porcentaje teme que empeore la situación económica general del país y por consecuencia su propio estándar de vida. 39% temen tener que acudir a asistencia social cuando sean ancianos. Otros 34% tienen miedo de enfermedades graves o incurables.

Según Rita Jakli de la aseguradora R+V, pocos de los encuestados parecen temer la ruptura de su relación amorosa, y eso a pesar de que la cuota de divorcios en Alemania marca nuevos records.

Sin embargo, el resultado más preocupante del sondeo es la creciente brecha entre los alemanes del este y los del oeste. Jamás las diferencias entre ambas partes de Alemania, reunificadas en 1989, han sido tan altas, subrayan los expertos de la aseguradora. Uno de cada dos alemanes de la antigua ex Republica Democrática Alemana tiene miedo de perder su trabajo. En la parte occidental “sólo” es uno de tres.

¡Que nos devuelvan el Muro de Berlín!

A pesar de que el desempleo y el estancamiento económico sean especialmente acuciantes en el este del país, la mayoría de los alemanes occidentales parece perder la paciencia con sus “nuevos hermanos” orientales. A uno de cada cinco alemanes le gustaría que se volviera a erigir el Muro de Berlín, según un sondeo realizada por la revista 'Stern'. El 25% de los alemanes en el oeste y el 12,5% en el este, darían marcha atrás a la historia para volver al estado en que se encontraba Alemania antes de la reunificación.

Muchos políticos y analistas advirtieron sobre el creciente desencanto entre los ciudadanos del este sobre los resultados de la reunificación. La inseguridad general y las altas cifras de desempleo han generado frustración y recientemente una ola de manifestaciones.

En la parte occidental de Alemania crece la inquietud por las supuestamente exageradas quejas de los ciudadanos orientales. La financiación de la reunificación requiere más de 140.000 millones de euros anuales. El 31% de los alemanes orientales consideró en la encuesta que la financiación es demasiado baja y sólo el 5% afirmó que es demasiado elevada. En el oeste, en cambio, sólo el 10% la consideró demasiado exigua mientras, el 37% opinó que las ayudas son muy amplias. Para muchos de ellos, levantar un nuevo muro seria mucho más barato. De paso se solucionarían los problemas económicos y los miedos que surgieron por ello. Una visión no muy realista.