Nancy Alarcón es una pequeña avicultora del municipio de El Playón, Santander, ubicado al noreste de Colombia. En esta región andina, la avicultora recorre diariamente 14 kilómetros de vía terciaria para poder vender sus cubetas de huevos en la cabecera municipal. Pero es un tramo bastante inclinado, sin pavimentar, agrietado por la falta de alcantarillado y con riesgos de deslizamientos, sobre todo en la época invernal.

"A veces duramos un día con la carretera tapada, y no podemos sacar los productos", relata a DW. Así que, frecuentemente, tiene que vender su producto a muy bajo costo por la pérdida de clientela. Otras veces, se enfrenta a la pérdida total del producto. Según Nancy, también presidenta de la Asociación de Juntas de Acción Comunal del Municipio El Playón, el tema principal en muchas reuniones son las vías.

Las vías rurales en Colombia son las más extensas del país. Sin embargo, evaluaciones del Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) muestran que el 90 por ciento de la red terciaria y el 87 por ciento de la red secundaria se encuentran en regular y mal estado. Muchas veces, estas vías son apenas trochas barrosas e inestables que dificultan la movilidad de sus habitantes.

El programa de los "Caminos Comunitarios de la Paz Total", creado por el Gobierno de Gustavo Petro junto con el Ministerio de Transporte y el INVÍAS, busca mejorar y rehabilitar las vías terciarias, secundarias y caminos ancestrales a nivel nacional.

Con un gran enfoque en la red terciaria, el Estado colombiano planea intervenir alrededor de 33.000 kilómetros hasta el año 2026, con lo que promete una inversión histórica de 8 billones de pesos colombianos. La gestión de estas obras quedará a manos de las comunidades campesinas bajo sus Juntas de Acción Comunal (JAC). Pero el INVÍAS trabajará también con empresas pequeñas de ingeniería, encargadas de obras en la red secundaria.

La importancia de los caminos comunitarios

"Lo primero que se necesita para poder llevar desarrollo a cualquier lugar es una carretera", dice a DW el director técnico y de estructuración del INVÍAS, Edgar Jesús Rojas Ramírez. Según el ingeniero, una buena red vial rural facilita la movilidad hacia las comunidades y veredas lejanas. Y es lo que se necesita para poder llevar salud, educación, conectividad y mejorar indicadores de producción. Adicionalmente, informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indican que los caminos rurales inciden fuertemente en la prestación de servicios como los de agua potable y saneamiento, un aspecto importante para Colombia.

El mejoramiento de estas carreteras significaría empezar a romper brechas de desigualdad y, "cuando hablamos de paz total, pues hablamos mucho de igualdad para todos los sectores", dice Nancy. Para la líder comunal, no sólo el sector agropecuario se vería beneficiado. También se podría bajar las tasas de deserción escolar en las veredas, porque "las caminatas de cuatro horas para poder llegar a las instituciones educativas son difíciles".

Los caminos ancestrales también son de gran importancia en las zonas rurales. Son caminos históricos, culturales y recreativos para muchas comunidades y etnias indígenas. "Y la idea es que esa infraestructura que queremos arreglar mantenga viva o ayude a mantener viva esa historia", asegura el director técnico del INVÍAS, encargado de la estructuración del programa.

Las preocupaciones sobre el programa

La Procuraduría General de la Nación, ente controlador colombiano, hizo saber al INVÍAS sus preocupaciones sobre "la falta de experiencia e idoneidad de los organismos comunales" para ejecutar las obras y gestionar recursos públicos. Sin embargo, este tipo de proyectos ya han sido implementados en Gobiernos pasados a nivel departamental.

Un gran antecedente deja el Departamento de Cundinamarca. La presidenta de Asojuntas del municipio de Cogua, Alejandra Castañeda, asegura a DW, que, justamente con proyectos de esta naturaleza, se pudo demostrar allí que "los comunales hacían rendir más los recursos, hacían obras de calidad y además había algo muy importante que es un sentido de pertenencia que hace que esas intervenciones sean un éxito".

"La Junta de Acción Comunal está muy bien organizada, tiene un fiscal, que también hace control del manejo de los recursos, tiene la asamblea, que es a quien los directivos (…), después de cada intervención, deben rendirles cuentas, aparte de la rendición de cuenta que debe hacerse con la entidad con la que se haga el convenio", afirma. Así que el INVÍAS ha tenido ya reuniones con la Procuraduría, para acercarla a esta realidad sobre las JAC.

"Démosle la oportunidad a que la base popular, la gente que conoce los territorios y que sabe cuáles son sus dolencias y dificultades, demuestren que también son buenas ejecutoras del recurso público", pide la líder comunal de Cogua.

"Este programa se basa en la confianza"

El director técnico del INVÍAS, por su parte, insiste en que el mejoramiento de los caminos comunitarios se trata de obras menores, pero con un gran impacto social para las comunidades. Además, las obras serán diseñadas por los ingenieros del INVÍAS y tendrán, en todo momento, acompañamiento de ingenieros en los territorios.

Hasta ahora, este proyecto ha mostrado, según Rojas Ramírez, "una participación increíble": el pasado 10 de abril, 23.000 Juntas de Acción Comunal se postularon al programa a nivel nacional. Al mismo tiempo, al ser una gran inversión sin precedente alguno en materia de vías rurales, genera mucha desconfianza por la corrupción que se conoce en las instituciones del país.

El ingeniero santandereano aclara que el programa "no requiere intermediarios” y la comunicación será directa con el INVÍAS. Así que el proyecto se basa en una confianza recíproca: del Gobierno en los organismos comunales para manejar recursos, así como de las comunidades en el Gobierno y en la propia capacidad de autogestión de su territorio.

"Esa confianza que instauramos con este programa nos va a generar un mayor desarrollo al interior de las Juntas", afirma el director técnico. Y esto lo tienen muy claro lideres comunales como Nancy y Alejandra, quienes se muestran esperanzadas en el éxito de este proyecto, en que estos cuatro años de gobierno mejoren la calidad de vida de sus comunidades y en que las comunidades no defrauden este voto de confianza.

(rml)