El mar es la mayor fuente de recursos alimentarios del mundo. Cerca de mil millones de personas dependen directamente de la pesca, pero la lucha entre los pescadores que usan medios tradicionales y la pesca industrial se acentúa cada vez más.

A comienzos de la temporada de pesca, una flota china de gigantescos barcos pesqueros de arrastre parte a alta mar. En la región del Mar del Sur de China hay conflictos territoriales entre China, Vietnam, Malasia, Indonesia, Brunei y Filipinas.

Todos los años, los Estados miembros de la Unión Europea llevan a cabo negociaciones difíciles sobre la cuota de pesca. Incluso la pesca de arenques, que no corren demasiado peligro de extinción, está estrictamente reglamentada.

Sin embargo, entre los Estados miembros de la UE también hay conflictos pesqueros aún no resueltos. En la foto, pescadores españoles protestan contra las autoridades británicas, que construyeron un arrecife de bloques de cemento en el territorio marino de Gibraltar que destruye las redes

Si las redes se enganchan, quedan atrapadas en el fondo del océano. La mejor manera de proteger a los contingentes de peces jóvenes es utilizando redes de malla gruesa. Las redes de malla estrecha fueron prohibidas por varios países de la UE.

Los cultivos artificiales de peces, como aquí, en Rusia, son objeto de críticas. El salmón, por ejemplo, es alimentado con harina de pescado, pero también los peces que luego se transforman en su alimento deben ser atrapados. Un kilo de sardinas alimenta a un kilo de salmón. Además, las aguas circundantes se contaminan con alimentos para peces y antibióticos.

Los pescadores tradicionales venden sus productos en el mercado local, como aquí, en Mauritania. Pero también sufren bajo la presión que representa la competencia de las flotillas de pesca industrializada. El hecho de que la pesca solo es posible en un cinco por ciento de la superficie marina, en zonas cercanas a las costas, agrava la situación.

También la basura plástica afecta al mar, ya que tarda mucho en descomponerse y es un peligro mortal para pájaros, peces y mamíferos marinos, entre otros seres vivos. Por eso asisten a la conferencia “Nuestro océano”, en Washington, numerosos representantes de la industria del plástico, a fin de encontrar soluciones y evitar la basura plástica.

Las fibras de plástico no terminan solo en la construcción de nidos, sino mucho más a menudo en el estómago de los pájaros, produciéndoles estreñimiento y una muerte lenta y dolorosa. Una solución posible son los productos degradables, como los poliláctidos que se disuelven en su componente básico, el ácido láctico.

Otro tema en la conferencia “Our Ocean” es la acidificación de los mares a causa de la contaminación y la absorción de CO2 del aire. El PH o valor de alcalinidad de los océanos se redujo de 8,25 a 8,14 desde comienzos de la industrialización. Especialmente los corales están amenazados de extinción por su esqueleto calcáreo.