Predomina una visión centrada en la postura nacional y una tendencia hacia la demolición de las instancias de carácter regional, debilitando aún más los lazos intrarregionales.
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Con la elección de Mauricio Claver-Carone el sábado pasado como el primer presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que no proviene de un país de América Latina y el Caribe, se ha dado un paso más en la desorganización entre los gobiernos latinoamericanos. No fue posible lograr una candidatura de consenso: Brasil, Colombia, Uruguay, Paraguay y Ecuador se aliaron con el candidato de Washington. Pero la división latinoamericana se manifestó por igual en las pocas instancias de integración regional que siguen funcionando hasta la fecha: Argentina tuvo un voto diferente en el Mercosur frente a sus tres socios, en la Alianza del Pacífico, Chile y México pidieron la postergación de la elección, mientras Colombia optó por Claver-Carone. De nuevo se hizo patente la ausencia de un mínimo de liderazgo por parte de Brasil y México para unificar posiciones y buscar consensos. Existe un vacío sensible de interés por lograr una voz común en los asuntos hemisféricos, al igual que a nivel global.
Ausencia de solidaridad regional
Tradicionalmente se había visto como eje del debate la relación asimétrica entre EE.UU. y América Latina; hoy más bien aparece como más relevante la extrema fragmentación de la región latinoamericana, la cual no logra fraguar posiciones comunes.
Hoy, América Latina se presenta ideológicamente fragmentada, situación conocida de épocas pasadas, lo cual nunca había impedido el deseo de buscar conciliar los intereses en materia de política internacional. La región no solamente se mantiene al margen; peor, se juega su opción de ser considerada un actor relevante a nivel internacional. Tanto Brasil como México han optado por retirarse por razones ideológicas de la política internacional, cada nación busca su propia suerte para salir de la pandemia. Las dos naciones renuncian de nuevo a su vocación coyuntural de solidaridad regional, también en términos políticos. Esto vale por igual para los grandes temas internacionales como en materia del cambio climático: México ha abandonado el tema y ha optado por la reprimarización de su política energética; Brasil se hunde en su política obstinada y al mismo tiempo desastrosa de la Amazonía. Los demás países se mueven en sus coyunturas nacionales, entre las crisis fiscales, la contracción económica y la descomposición social. Por el momento no se vislumbran ni liderazgos ni iniciativas por reanimar formatos de cooperación, concertación e integración viables para cerrar esta creciente brecha entre discursos nacionales y nacionalistas y responsabilidad regional/global.
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Debilitamiento del régimen interamericano de derechos humanos
Aparte del caso del BID se tiene que mencionar el avance en la destrucción del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, especialmente de la Comisión y de la Corte como partes esenciales de este ejemplar mecanismo de garantías de los derechos humanos. La reciente decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de no renovar el mandato del brasileño Paulo Abrao como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho sonar campanas de alarma en la región, aunque Almagro aduce quejas por maltrato laboral.
Los mismos gobiernos de la región parecen dispuestos a asumir la tarea de debilitar instancias regionales de reconocida reputación internacional, que han sido ejemplo para otras regiones a nivel mundial, motivados por un extremo afán soberanista. Así se interpretan las mismas acciones del sistema interamericano como "intervención" de agentes externos en los sistemas judiciales nacionales. No hay duda que las sentencias y recomendaciones emanadas de la Corte y de la Comisión son incómodas y se refieren a temas políticamente sensibles, pero en décadas anteriores se habían considerado como un correctivo oportuno y hasta sano para el desarrollo de una veeduría regional en materia de derechos humanos.
Sin embargo, esta apreciación ha cambiado: Ya en abril de 2019, por ejemplo, los jefes de gobierno de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay redactaron conjuntamente una carta al presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que expresaban sus reservas sobre una restricción de la jurisdicción nacional. Exigieron que se preservaran la soberanía nacional y la discreción de los Estados y que el sistema interamericano desempeñara un papel puramente subsidiario. Otros Estados como Bolivia y Ecuador, bajo sus presidentes de izquierda, han considerado retirarse del sistema interamericano de derechos humanos; Venezuela ya lo ha implementado.
La reconstrucción de la relación estratégica con Europa
Los escenarios de un estancamiento o hasta declive de la relación birregional – no solamente en el contexto de la pandemia – no se encuentran fuera de la realidad. Se han desarticulado de alguna manera los referentes regionales de la UE en América Latina, las Cumbres de la UE-CELAC no han podido realizarse debido a la crisis venezolana. Sin embargo, Europa sigue siendo el mayor inversionista en América Latina y una contraparte comercial importante, pero el debate sobre las dificultades de la ratificación del Acuerdo UE-Mercosur ensombrece más el panorama. Al mismo tiempo existen temas en los cuales podrían buscarse coincidencias con respecto al tratamiento de China, la autonomía estratégica, etc., que necesitaría de un nuevo clima de debate interregional.
Sedes de Gobierno de América Latina
Las sedes o casas del Ejecutivo en América Latina han sido centros de decisiones, pero a veces también la residencia presidencial. Unas son casas y otros palacios, muestra de la arquitectura europea en suelo americano.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Gammert
Argentina: La Casa Rosada
Sede del Poder Ejecutivo de Argentina. Un edificio del romanticismo italianizante, “sitio Histórico Nacional”. Bajo la presidencia de Sarmiento, el edificio se pintó de rosa, color que conserva, con variaciones de tonalidad. Dicho color representaría la fusión de los partidos de las guerras civiles del siglo XIX, mezcla del blanco de unitarios y rojo de federales. Una leyenda no confirmada.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/K. Kozlowski
Bolivia: Casa Grande del Pueblo
El "Palacio Quemado", llamado así tras un incendio en 1875, y que había sido hasta este 10 de agosto de 2018 sede de Gobierno, pasará a ser "un museo", según el presidente Evo Morales, quien inauguró un moderno edificio como nueva sede presidencial. Criticado como un "exabrupto arquitectónico y estético" en pleno casco colonial, Morales disfrutará ahora de sauna, gimnasio y helipuerto.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Marroquin
Chile: Palacio de La Moneda
Conocido como La Moneda, es la sede del presidente y del Ministerio del Interior. Una construcción del neoclásico italiano, hoy “monumento histórico”. La Moneda tiene 40 habitaciones, una para el presidente, que tiene otras residencias, como el palacio de Cerro Castillo, lugar de descanso en Viña del Mar, o la mansión de la comuna de Machalí, en la región de O'Higgins, conocida como La Casa 100.
La "Casa de Nariño" es la residencia del presidente y sede de gobierno. En el casco histórico de Bogotá, esta construcción es una joya del neoclasicismo. Fue inaugurada el 20 de julio de 1908 en predios de la casa natal de Antonio Nariño. En su jardín está el primer Observatorio Astronómico de América. Nariño tradujo del francés “Los derechos del hombre” y fue presidente de Colombia (1811-1813).
Imagen: DW/J.Ospina-Valencia
Costa Rica: Casa Presidencial de Zapote
La Casa Presidencial es residencia y oficina del Presidente, así como sede de varios ministerios. Se encuentra en el distrito de Zapote, cantón de San José. Desde 1980 la Casa Presidencial se encuentra en el edificio de Zapote, estructura diseñada por el arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez.
Imagen: picture alliance/dpa/EPA/J. Arguedas
Cuba: Capitolio Nacional de La Habana
El Capitolio Nacional es la sede institucional de la Asamblea Nacional. Desde 2018, la Asamblea Nacional sesiona aquí. Fue construido por Eugenio Rayneri Piedra en 1929 por encargo de Gerardo Machado. Inspirado en el neoclasicismo del Panteón de París, San Pedro de Roma y el Capitolio de Washington tiene una cúpula de 91,73 m de altura. Es considerado uno de los palacios más importantes del mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Reboredo
Ecuador: Palacio de Carondelet
Es la sede del Gobierno y residencia del Presidente. Ubicado en la Plaza de la Independencia o Plaza Grande. Habría sido Simón Bolívar quien le llamó Palacio de Carondelet, alabando el buen gusto de Francisco Luis Héctor Barón de Carondelet, un francés al servicio de España, quien ordenó la construcción de su fachada, cuyo principal elemento, una columnata, se mantiene hasta la actualidad.
Imagen: imago/imagebroker
El Salvador: Casa Presidencial
La Casa Presidencial de El Salvador es la sede principal del Presidente de la República. Se encuentra ubicada en la ciudad capital de El Salvador en las instalaciones del antiguo Country Club, que posteriormente albergó al Ministerio de Relaciones Exteriores. No es utilizada como residencia del presidente y su familia.
Imagen: Creative Commons
Guatemala: Palacio Nacional de la Cultura
El Palacio Nacional de la Cultura, monumento histórico y artístico, también llamado "Palacio Verde" es utilizado por el Ejecutivo para actos protocolarios. Allí sesiona el Consejo de Ministros conformado por el presidente, vicepresidente y ministros de Estado. El presidente y su familia viven detrás de la edificación, en la “Casa Crema”, residencia oficial en Art Deco y kilómetro 0 de Guatemala.
Imagen: Getty Images/O. Sierra
Honduras: Palacio José Cecilio del Valle
El Despacho Presidencial establece una conexión con los orígenes mayas de Honduras, de ahí su forma de letra "Q" que viene del "Altar Q" en Copán. El Palacio José Cecilio del Valle es un edificio que comenzó a construirse en 1988 y fue diseñado por Jorge Luciano Durón Bustillo, quien centró la obra en la cultura e historia de Honduras. La edificación resalta las raíces del pueblo maya.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bildfunk/R. Escobar
México: Palacio Nacional
El Palacio Nacional es la sede del Poder Ejecutivo Federal de México. Ubicado al oriente de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la Delegación Cuauhtémoc. La fachada tiene portal, arcos y balcones, y en el centro el Escudo Nacional y una réplica de la campana de Dolores. La Residencia Oficial de los Pinos es la casa temporal del Presidente.
Imagen: imago/robertharding
Nicaragua: Casa de los Pueblos o "Casa Naranja"
La Casa de los Pueblos, llamada “Casa Naranja”, también es conocida como "Casa Mamón" y fue la residencia y sede de la presidencia de Nicaragua entre 1999 y 2007. Se encuentra ubicada en el centro histórico de Managua. Desde el ascenso a la presidencia de Daniel Ortega, funciona como sede del Gobierno y es utilizada, por lo general, para ceremonias importantes o visitas de Estado.
Imagen: Getty Images/AFP/H. Retamal
Panamá: Palacio de Las Garzas
El Palacio de Las Garzas, inaugurado en 1922, es la sede del Presidente. La construcción es una muestra de la arquitectura colonial y el arte almudéjar. El palacio ha sido utilizado como residencia y oficina principal de la mayoría de los presidentes, a excepción de algunos, como Varela, Martinelli, Torrijos, Moscoso y Pérez, que optaron por mantener sus residencias y viajar diariamente a éste.
Imagen: imago/imagebroker
Paraguay: El Palacio de López
La sede del gobierno de Paraguay es uno de los edificios más emblemáticos de la capital paraguaya, Asunción. Construido en estilo neoclásico, es "Tesoro del Patrimonio Cultural Material" de Asunción. El Palacio ofrece un espectáculo lumínico durante la noche y tiene una hermosa vista desde la costanera de Asunción.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Saenz
Perú: Casa de Gobierno
Casa de Gobierno, o “Casa de Pizarro”, es la sede principal del poder ejecutivo y la residencia oficial del Presidente. Se encuentra en la Plaza Mayor del centro histórico de Lima, a orillas del río Rímac. Su fachada es de estilo neobarroco de inspiración francesa. Su primera versión la mandó a construir el fundador español de Lima, Francisco Pizarro, en 1536.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wiegand
República Dominicana: El Palacio Nacional
Esta es la residencia del Presidente y sede del Poder Ejecutivo. Construido por el italiano Guido D' Alessandro Lombardi, esta es una de las obras arquitectónicas más emblemáticas de República Dominicana, que comparte la isla con Haití. Se encuentra en Santo Domingo. La construcción es fruto de varios estilos: victoriano, neoclásico, renacentista italiano, barroco grecorromano y el galo Luis XVI.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Gammert
Uruguay: Palacio Estévez
Hoy se le llama “Edificio Independencia” y es una de las sedes del Ejecutivo. Durante el gobierno de Tabaré Vázquez su oficina se mudó a la contigua Torre Ejecutiva, en el centro de Montevideo. Tras la restauración democrática de 1985, Julio María Sanguinetti resolvió mudar la sede principal del Poder Ejecutivo al Edificio Libertad. El "Estévez" se usa para actos protocolarios.
Imagen: picture-alliance/robertharding/
Venezuela: Palacio de Miraflores
La sede del Gobierno es una construcción neoclásica que está cerca del Palacio Federal Legislativo. Su construcción se inició en 1884, bajo la dirección de Giussepe Orsi de Mombello, siendo presidente Joaquín Crespo (1884-1886). La residencia del Presidente se encuentra fuera de Miraflores, en “La Casona”, en Santa Cecilia, aunque Nicolás Maduro vive dentro del Fuerte Tiuna, "por seguridad".