Los cardenales alemanes que participarán en el Cónclave no tienen necesariamente que votar por el mismo candidato. Entre ellos, como en toda la Iglesia, hay algunos con posiciones más conservadores y tradicionalistas, y otros, con posturas más abiertas a cambios y nuevas ideas. Los seis purpurados alemanes son, en orden alfabético:

KASPER, Walter (72), presidente del Consejo Pontificio para el Fomento de la Unidad de los Cristianos. Kasper es un teólogo brillante, que goza de gran estima general. Antes de asumir diversas tareas en el Vaticano fue profesor en Münster y Tubinga. Como obispo de Rottenburg-Stuttgart, Kasper abogó cautamente en 1993, junto con los cardenales Karl Lehmann (Maguncia) y Oskar Saier (Friburgo), por no excluir automáticamente de la eucaristía a los divorciados nuevamente casados. Algunos observadores dan a esta personalidad teológica y eclesiástica incluso posibilidades de ser elegido Papa.

LEHMANN, Karl (68). El obispo de Maguncia y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana es un hombre del diálogo y los compromisos inteligentes. El renombrado teólogo logra desde años conciliar posiciones encontradas en el seno de la Iglesia católica alemana. Sus esfuerzos por mantener el asesoramiento católico a las embarazadas en situaciones conflictivas en el marco del sistema estatal fracasaron por imperativo papal. Los consejos de Lehman son apreciados también en el área política. Como representante de catolicismo alemán se ha ganado simpatías por su naturalidad y humor, por ejemplo participando en populares programas de televisión.

MEISNER, Joachim (71), arzobispo de Colonia. El sacerdote que sirvió a la Iglesia durante muchos años en la RDA fue designado por el Papa arzobispo coloniense a pesar de una empecinada resistencia en la ciudad. Meisner, que conoció muy tempranamente a Juan Pablo II y tenía una relación muy amistosa con él, desempeña un papel a menudo polarizador en el episcopado alemán. Con palabras drásticas, a menudo sentidas como insultantes, ha condenado por ejemplo la homosexualidad y calificado al aborto de asesinato. Ha hecho comentarios muy negativos sobre las asociaciones laicas católicas y las jornadas católicas alemanas.

RATZINGER, Joseph (77) desempeña, como decano de los cardenales alemanes, un importante papel en la elección del nuevo Papa. De acuerdo con las reglas, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe debería, con la muerte del Papa, renunciar a su puesto, al igual que todos los altos cargos en el Vaticano. Ratzinger goza de mucho prestigioso como intelectual. Sin embargo, como cabeza visible de la originalmente llamada Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fundada por Pablo III en 1542 con la Constitución "Licet ab initio", para defender a la Iglesia de las herejías, se ganado fama de conservador sumamente apegado a los dogmas. También Ratzinger es considerado "papable".

STERZINSKY, Georg (68), arzobispo de Berlín, fue uno de los prelados líderes en la RDA. En junio de 1989 fue designado obispo de Berlín. El papa Juan Pablo II visitó su obispado en 1996. Políticamente, Sterzinsky ganó perfil en Alemania como férreo opositor a la substitución de las clases de religión por las de ética en las escuelas alemanas. El obispado de Berlín está muy endeudado. Sterzinsky es visto como uno de los culpables de esa situación, por no haber tomado medidas a tiempo. Los grandes recortes presupuestarios que ha ordenado han llevado el despido de numeroso personal y grandes limitaciones en el trabajo de la Iglesia.

WETTER, Friedrich (77), arzobispo de Múnich-Freising. El ex profesor de Teología Dogmática estudió en Roma. En Alemania pertenece al grupo de prelados que a menudo toma clara posición con respecto a cuestiones políticas y sociales. Wetter criticó la prohibición de colgar crucifijos en las escuelas públicas y defendió el asilo eclesiástico como posibilidad de defender en casos individuales a personas en busca de refugio, generalmente extranjeros "ilegales" en Alemania o casos similares. En 1982 fue designado sucesor de Ratzinger como arzobispo de Múnich-Freising.