Los esfuerzos de Cuba por atraer inversiones extranjeras
12 de diciembre de 2025
Se esperaban con impaciencia los anuncios del ministro de Comercio Exterior de Cuba, Oscar Pérez-Oliva Fraga, en la inauguración del Foro de Inversiones durante la Feria de La Habana, la principal plaza comercial de la isla.
Cuba lleva varios años sumida en una profunda crisis. Las principales razones son el colapso del turismo (una importante fuente de divisas), como consecuencia de la pandemia del coronavirus, y el embargo estadounidense, agravado por su propia ineficiencia.
La infraestructura pública y los servicios públicos básicos se están deteriorando y los cortes de electricidad que duran horas son habituales. El país debe importar gran parte de sus alimentos, así como combustible y repuestos para sus anticuadas centrales térmicas.
Para generar las divisas que necesita con urgencia, Cuba ha dolarizado gradualmente su economía en los últimos años: desde las empresas minoristas e importadoras estatales hasta las gasolineras y el sector turístico.
En ese sentido, el ministro anunció un paquete completo de medidas "para que las inversiones extranjeras sean más dinámicas, más confiables y con mayor autonomía financiera". Esta transformación económica representaría el paso más trascendental hacia la apertura de la economía cubana en años.
Mejoras en las condiciones
Hace más de una década, Cuba se abrió al capital extranjero para impulsar la economía y atraer nuevas tecnologías. En Mariel, a las afueras de La Habana, a finales de 2013 se estableció una zona especial de desarrollo con regulaciones aduaneras y fiscales especialmente favorables. Al año siguiente, entró en vigor una nueva ley para la inversión extranjera.
Pero los resultados no cumplieron con las expectativas. Los largos procesos de aprobación, las trabas burocráticas y el endurecimiento de las sanciones estadounidenses han impedido que las empresas extranjeras inviertan en Cuba a mayor escala.
Ahora, La Habana quiere mejorar ese marco. Pérez-Oliva anunció "procedimientos más sencillos, flexibles y transparentes para los inversores extranjeros". En el futuro, tendrán la oportunidad de adquirir industrias e instalaciones de producción subutilizadas, "para que estos puedan invertir, iniciar operaciones, utilizar la instalación durante el período acordado, generar ganancias y luego devolverla al Estado para su uso y desarrollo", explicó Pérez-Oliva. El objetivo fundamental es aumentar la producción nacional, expandir las exportaciones y sustituir importaciones con la ayuda de inversores extranjeros.
"Es bien sabido que las dos importaciones más importantes de Cuba son el combustible y los alimentos. Y gran parte de los alimentos que importamos podrían producirse en Cuba", declaró el ministro.
Además, Cuba está abriendo su sector bancario y financiero al capital extranjero. Si bien el ministro no proporcionó detalles, sí anunció un nuevo instrumento de financiamiento. Ante un alto nivel de deuda, La Habana ofrece a los inversores extranjeros permutas financieras para intercambiar pasivos por la cesión temporal de ingresos de inversión. El objetivo de la medida es acceder a nuevas fuentes de financiamiento y a nuevos ingresos en divisas.
"Un paso en la dirección correcta"
"La única forma en que este país puede acceder actualmente a fuentes externas de financiamiento es a través de la inversión extranjera", asegura a DW el economista cubano Omar Everleny Pérez Villanueva. Ni los préstamos ni otras opciones funcionan debido al alto nivel de deuda. "Y es precisamente aquí donde se necesita hacer más para que los compromisos existentes, que llevan mucho tiempo estancados, se reanuden", agrega.
En general, Pérez Villanueva considera que las medidas anunciadas son "un paso en la dirección correcta". Asimismo, considera positiva la reducción de los procesos de aprobación: "Esto confirma que existe cierta voluntad".
Sin embargo, se necesitaría más para avanzar. "Cuando un inversionista extranjero llega a Cuba, inicialmente se enfrenta a la presión del Gobierno estadounidense. (Con estas medidas) se están abordando toda una serie de obstáculos para la economía cubana", sostiene el economista. Dado su estado actual, las medidas son insuficientes, según el economista.
Por ejemplo, afirma que se podría haber eliminado la agencia estatal de empleo. De hecho, las empresas extranjeras en Cuba se han quejado durante mucho tiempo de que solo se les permite contratar trabajadores a través de una agencia estatal. Esta práctica se está flexibilizando. Si bien la agencia se mantendrá, las empresas podrán contratar directamente a los trabajadores y pagar las bonificaciones en dólares estadounidenses.
(ct/ms)