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Los Estados Unidos de Europa

30 de octubre de 2002

El proyecto de Constitución para la Unión Europea, presentado por el ex presidente francés Valery Giscard D’Estaing, incluye algunas ideas originales y algunas muy necesarias.

El visionario Valery Giscard D'Estaing.Imagen: AP

Hay que admitir que la visión es seductora. En el futuro, un ciudadano de Dinamarca, por así decir, podría presentar en un aeropuerto su pasaporte europeo y justificar así su "nacionalidad europea". Sentado ya en el avión leería en el diario las últimas declaraciones del presidente de las Naciones Unidas de Europa y proyectos presentados en el "Congreso de los Pueblos de Europa".

¿Pura utopía? No. El presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, Valery Giscard D’Estaing, presentó un boceto de lo que podría ser el futuro Tratado Constitucional de la Unión. Un proyecto de reforma ambicioso pero, ante la ampliación de la Unión Europea, de urgente necesidad.

Europa: Un club de fútbol

Algunas de las propuestas han despertado temores y rechazo dentro de la misma Convención. Pocos, por ejemplo, ven alguna necesidad de cambiar el nombre de la Unión Europa. Peter Hain, ministro británico de Asuntos Europeos, manifestó que "Europa Unida evoca a un equipo de fútbol", en referencia al

Manchester United, y no es aceptable para una Europa ampliada. Tampoco aceptaría los "Estados Unidos de Europa", expresando el tradicional miedo británico ante una Europa centralizada y "superpotente".

Con una fuerte oposición tropezó también en el seno del órgano la propuesta de un "Congreso" en el que se debatirían las grandes orientaciones políticas y estratégicas de la Unión. La mayoría de los 28 miembros de la Convención se expresó en contra, dudando de su necesidad y temiendo que debilitaría las funciones del Parlamento Europeo y de la Comisión. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, estimó que el Congreso "no tendría sentido si no mejora el control democrático de la Unión".

Doble Nacionalidad

Otra propuesta establece que todo nacional de un Estado miembro dispondrá de una doble ciudadanía, la ciudadanía de su país y la europea. En el boceto de Giscard se baraja la posibilidad de crear un pasaporte europeo que tendría la misma validez que el nacional. Sobre este punto se requiere una mejor definición ya que podría producir "situaciones complicadas"

No obstante, el consentimiento parece unánime respecto a la supresión de las actuales presidencias semestrales rotativas de la Unión. "No es realista ni constructivo mantenerlas porque se crearon cuando había pocos países en la UE, pero ahora la presencia de muchos más miembros exige una presidencia estable', dijo Giscard.

Además, el primer boceto del próximo Tratado Constitucional de la Unión Europea incluye la novedad sorprendente de que un Estado miembro pueda abandonar voluntariamente el club si en un momento determinado así lo desea. Muchas de estas propuestas quedaron sin definición clara.

El propio Giscard reconoció en una rueda de prensa que algunas de sus propuestas habían suscitado "recelo y temor" pero exhortó a los miembros de la Convención a tener más fantasía. Razón tiene. Véase el primer párrafo.