Los daños en edificios habitacionales son más graves que los registrados en otras localidades de la región de Kiev. Desde el comienzo de la invasión rusa hubo fuertes combates en Borodianka. La pequeña ciudad, de 13.000 habitantes, está ubicada a unos 50 kilómetros de la capital ucraniana.

A comienzos de abril, Borodianka fue liberada de la ocupación rusa. Las autoridades ucranianas organizaron una visita al lugar para medios internacionales, entre los que se contó DW.

Cuando los periodistas llegaron a la ciudad, en toda la región regía un toque de queda, de modo que las calles estaban prácticamente desiertas. En el centro, donde hay viviendas, edificios administrativos, cafés y restaurantes, se ven muchas ruinas y destrucción causada por disparos rusos y bombardeos. En las orillas de las calles hay árboles derribados y autos incendiados.

Viviendas bombardeadas

Petro Kisiliov, del equipo ucraniano de protección civil, afirma que más del 90 por ciento del centro de Borodianka está destruido. La evaluación de los daños aún no ha concluido. Miembros del equipo de Kisiliov remueven los escombros. Él subraya que en Borodianka no había cuarteles militares, ni depósitos ni instalaciones de importancia estratégica. "Las tropas rusas simplemente actuaron con barbarie contra la población civil”, afirma.

A lo largo de la calle principal, unos doce bloques de edificios habitacionales están en ruinas. Habitantes de la ciudad dijeron a DW que, ya al comienzo de la guerra, bombarderos rusos lanzaron proyectiles contra las construcciones. "Eso no tiene ningún sentido desde el punto de vista militar”, destaca Anton Heraschtschenko, asesor del ministro ucraniano del Interior, que acompaña a los periodistas en la visita. Y dice que "los pilotos rusos bombardearon indiscriminadamente".

Fosas comunes entre escombros

El ministro del Interior, Denis Monastyrsky, dice a la prensa que lo ocurrido en Borodianka es "una de las mayores tragedias de Ucrania”. Indica que se sospecha que aún hay cadáveres bajo los escombros. "Los rescatistas ya habían intentado remover escombros hace un mes, pero el enemigo les disparó”, dice. Hace notar que, en ese entonces, quizá todavía habría sido posible sacar a personas con vida. Pero todos los intentos de rescate fracasaron debido a los disparos rusos que se prolongaron durante días. Últimamente, los socorristas ucranianos no tuvieron más acceso a los edificios destruidos. Según el ministro, las operaciones de búsqueda y rescate solo pudieron reanudarse tras la salida de las tropas rusas, a comienzos de abril.

"Tenemos claro que ya no hay sobrevivientes bajo los escombros. Este es otro crimen de lesa humanidad, perpetrado deliberadamente por el Ejército ruso, porque aquí nunca hubo cuarteles ni equipos militares, sino solo viviendas y un jardín infantil”, confirma también el ministro. Su asesor agrega que los edificios destruidos se convirtieron, de facto, en fosas comunes para muchos ucranianos.

Los sótanos no sirvieron de refugio

"Cuando uno ve un avión, solo puede tenderse y rezar por que no le caiga una bomba”, dice Olha, una habitante de Borodianka. Cuenta que cuando los edificios, de nueve pisos, corrían peligro de derrumbarse tras los ataques, los moradores fueron evacuados con buses a otras localidades de la región. "La gente tenía mucho miedo”, relata. "Los subterráneos no fueron la salvación, porque al destruirse los edificios, también la gente que estaba en los sótanos quedó atrapada. Fue terrible”.

Olha dice que solo había visto ataques tan intensos en películas. "La guerra terrible. Solo rezaba pidiendo que huiera paz, que no siguieran disparando. Todo esto es espantoso. Estaba permanentemente asustada, tensa y en estado de shock", recuerda. "Ojalá la guerra no regrese jamás a Borodianka".

(ers/ms)