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Los profesionales le dan la espalda a Alemania

17 de noviembre de 2010

Los resultados de un estudio en torno al personal extranjero y la industria alemana es tan claro como inquietante: para los profesionales altamente cualificados Alemania no es un objetivo.

Para el personal altamente cualificado, Alemania es sólo la segunda o tercer mejor opción.Imagen: picture-alliance/dpa

Alemania no es atractiva para personal cualificado proveniente del extranjero, así lo aseveran dos estudios de reciente aparición, uno de ellos de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK). Aunque a mediano plazo, el país tendrá gran necesidad de personal cualificado, Berlín no se esfuerza mucho para atraerlos, se asevera en un estudio sobre el que informa el diario alemán Frankfurter Rundschau.

Hans Heinrich Driftmann, de la Asociación de Cámaras de Comercio e IndustriaImagen: AP

Una de las fallas señaladas es que en Alemania se pone poco empeño en la “cultura de la hospitalidad”. Jóvenes profesionales provenientes de Turquía han declarado ante las cámaras de comercio que se sienten “indeseados”; por otro lado, profesionales polacos se quejan de que tienen que enfrentarse todavía a la imagen de ser sólo “recogedores de espárragos y albañiles”.

La lengua alemana, el principal problema

“Los especialistas extranjeros y los estudiantes no están haciendo fila para venir a Alemania a poner en práctica sus capacidades; esto debería preocuparnos“, ha dicho Hans Heinrich Driftmann al diario de Fráncfort del Meno. Según una encuesta realizada a 47 cámaras de comercio exterior, en una escala de 1/atractiva a 5/nada atractiva, Alemania alcanza con las justas un promedio de 2,8.

Según el informe, el principal problema radica en el lenguaje. En competencia con el inglés y el francés, al alemán le toca sacar el palito más corto; no es un idioma que a la gente le guste aprender. Esto se debe también a que, debido a las medidas de austeridad, varios Institutos Goethe han sido cerrados en todo el mundo y el Servicio de Intercambio Académico Alemán (DAAD) y las escuelas alemanas en el extranjero han reducido sus ofertas.

Que las regulaciones de visados y permisos de trabajo sean tan poco transparentes y tan complicadas –aparte de que difieren de región a región- también son objeto de las críticas de las cámaras de comercio. Más de media docena de países miembros de la Unión Europea se quejan de que los diplomas y certificados de estudios de sus países no son aceptados por las autoridades germanas.

“Con más corazón y no dándoles la espalda”

Gunter Thielen, presidente de la Fundación BertelsmannImagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Una práctica poco apropiada, por alejada de la realidad, es que los estudiantes extranjeros tengan un año de plazo para haber conseguido un permiso de trabajo y un puesto laboral. Esto llevó, en la última crisis económica, a que los académicos formados en el país le dieran la espalda a Alemania.

La Asociación de Cámaras de Comercio recomienda por ello, que por lo menos a los ingenieros y a los especialistas en informática se les imponga condiciones menos rigurosas. Por ejemplo: el límite de ingresos anuales para conceder un permiso de residencia debería ser reducido, de los actuales 66.000 euros a 40.000 euros. En general, así Driftmann, Alemania debería recibir a los extranjeros que quieren inmigrar “con más corazón y no dándoles la espalda”

El reciente estudio del Instituto Federal de Investigación de la Población (Bundesinstitut für Bevölkerungsforschung) no llega a conclusiones muy alejadas de éstas. Su investigación, encargada por la Fundación Gütersloher Bertelsmann, en torno al personal cualificado extranjero da como resultado que Alemania es la segunda o la tercera opción. Alemania habría perdido entre el 2005 y el 2009 alrededor de 1500 profesionales de alto nivel y científicos; otros países de la Unión Europea –Suecia, España, Austria, Gran Bretaña y Bélgica- han resultado más atractivos.

De personal cualificado requiere el mercado laboral alemán.Imagen: picture-alliance/dpa

Por verse está si la próxima apertura del mercado laboral a los países del Este europea logrará cambiar la situación, así Gunter Thielen, presidente de la Fundación Bertelsmann. En todo caso, en su opinión, una nueva política de inmigración es necesaria.

“Podemos orientarnos en la experiencia de sociedades que, basadas en la inmigración, han tenido éxito y tomar lo mejor de los diferentes sistemas”, opina Thielen. Una combinación de los modelos que se practican en Canadá y en Gran Bretaña –que se orientan según las cualificaciones de los inmigrantes- con modelos como el de Suecia –que se orienta a las necesidades del mercado laboral- pone como ejemplo.

Autor: Stephan Stickelmann/Mirra Banchón
Editor: José Ospina

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