Desde el aspecto puramente financiero, la llegada de Charles Aránguiz a la Bundesliga se celebró tanto en Chile como en Argentina. Esto porque, más allá del aspecto deportivo, el fichaje en Leverkusen del mediocampista fue un buen negocio para los clubes donde creció como jugador el campeón de la Copa América.

Ello ocurrió en Cobreloa, donde se formó como juvenil, y en Colo-Colo y Quilmes, donde dio sus primeros pasos profesionales. Estos tres clubes se repartirán entre sí -en cantidades proporcionales- la nada despreciable suma de 650.000 euros que corresponden al cinco por ciento de lo que pagó el Leverkusen por los derechos del jugador.

Esto ocurre gracias a dos normativas de la FIFA que rigen para cualquier fichaje de jugadores. La primera es la de indemnización por formación, la segunda es la del mecanismo de solidaridad. En ambas se establece que los clubes que educan a un jugador profesional podrán beneficiarse en el futuro de su trabajo recibiendo una participación de los montos de sus transferencias.

El usufructo, además, no se presenta solo en aquellos casos de jugadores recién llegados a la Bundesliga. Los que se marchan de Alemania también transfieren cantidades significativas a Latinoamérica.

El fichaje de Jefferson Farfán es un buen ejemplo. El jugador de 30 años decidió aceptar este verano una oferta del Al-Jazira, el club de los Emiratos Árabes Unidos donde decidió empezar a cimentar su retiro.

Recursos que alivian

El Schalke vendió sus derechos por siete millones de euros, de los cuales más de 200.000 aterrizarán en el Perú. El Alianza Lima, a donde Farfán llegó cuando tenía 15 años, recibirá la mayor parte del dinero, pero al Deportivo Municipal, el club que lo descubrió a la edad de 12 años, también le corresponderá lo suyo, unos 70.000 euros.

Cuán importante puede volverse esta norma solidaria de la FIFA se puede apreciar en el caso del Deportivo Municipal. El tradicional club del fútbol peruano, cuya cantera ha sido históricamente una de las más importantes del país, ha tenido que enfrentar en la última década duros golpes financieros (estuvo al borde de la quiebra), y deportivos (constantes ascensos y descensos de categoría) El dinero que ingresa gracias a Jefferson Farfán le representa un alivio económico de gran magnitud.

El aspecto monetario es sin lugar a dudas uno de los principales alicientes que existen para procurar que los jugadores latinoamericanos lleguen a ligas económicamente poderosas como la Bundesliga. No en vano Alemania estará transfiriendo en lo próximos días una fuerte suma de dinero a clubes de Brasil, Argentina, Perú, Chile y México, entre otros.

En total serán casi 10 millones de euros los que la Bundesliga enviará este verano a Latinoamérica en reconocimiento al trabajo de formación hecho con los jugadores que en la temporada 2015/2016 serán protagonistas del fútbol alemán. Desde Arturo Vidal y Douglas Costa hasta Carlos Ascues y Emiliano Insúa, todos ellos, con sus millonarios fichajes, contribuyen al balompié de sus países.