Reunidos junto a Colonia del Sacramento, Mauricio Macri y Tabaré Vázquez hicieron un llamamiento conjunto a unos comicios "libres y creíbles". Se unen así al pedido de otros países, como Alemania.
Váquez y Macri junto a la residencia del Parque Nacional Aaron de Anchorena, junto a Colonia del Sacramento, a 200 km al oeste de Montevideo.Imagen: Reuters/Uruguayan Presidency
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"Ambos países llaman a encontrar una solución democrática con elecciones libres, creíbles y con controles internacionales confiables", reza la declaración conjunta emitida por ambos Gobiernos tras el encuentro de los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquéz, y de Argentina, Mauricio Macri, a puerta cerrada en la residencia presidencial uruguaya del Parque Nacional Aarón de Anchorena. Ambos países se unen así a la petición que ya han hecho otros, como Alemania.
Uruguay sigue considerando a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela y ha impulsado una iniciativa de contacto internacional para hallar una salida "venezolana" a la crisis. Argentina, por su parte, junto a medio centenar de países, reconoce al líder opositor Juan Guaidó como mandatario interino.
La situación en Venezuela genera un fuerte debate político en Uruguay, al punto que el martes fue interpelado por la oposición (derecha) el canciller Rodolfo Nin Novoa, quien admitió la existencia de una "crisis democrática y humanitaria" en la nación caribeña. A comienzos de semana, la mesa directiva del Parlamento del Mercosur (Parlasur), reunida en Montevideo, fracasó en su intento por emitir una declaración conjunta que pretendía el reconocimiento a Guaidó.
Hoy mismo, un grupo de legisladores opositores de Uruguay ha presentado una moción a tratar en la Comisión Permanente del Parlamento sobre la situación política y social que atraviesa Venezuela en la que también piden además de la "inmediata realización de elecciones libres y transparentes", la "inmediata liberación de los presos políticos". Asimismo, se rechaza "toda intervención militar" y se exhorta a que "se permita el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela bajo la supervisión de las Naciones Unidas y de las Fuerzas de Paz que Uruguay integra".
Vázquez y Macri remarcaron, por último, "las excelentes relaciones que mantienen ambos pueblos y ambos Gobiernos en las dos márgenes del Río de la Plata" y decidieron "seguir manteniendo reuniones periódicas presidenciales", o entre sus equipos, para evaluar "la marcha de los temas" discutidos en el encuentro de dos horas que tuvo lugar este miércoles (13.02.2019), entre los que también estuvo la marcha del Mercosur y las relaciones con el vecino Brasil.
lgc (efe/afp)
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El Páramo de Berlín: la montaña de la muerte para los migrantes venezolanos
Pocos comprenden aún las dimensiones del éxodo venezolano. "Su desolación es tal que primero tenemos que regresarles la dignidad", dice a DW Patricia de Puyana, de la ONG Entre dos Tierras, que asiste a los caminantes.
Imagen: Patrícia de Puyana
Frailejones, cardos y romero
El Páramo de Berlín, un paisaje que los colombianos visitan para descansar, acampar, avistar animales silvestres y observar el firmamento en las noches despejadas, pero que los venezolanos cruzan apurados evitando la noche con sus gélidas temperaturas. Una habitante de la zona cuenta que el nombre de Berlín se debe a un ingeniero alemán que comparaba el frío de allí con el de la capital alemana.
Imagen: picture-alliance/dpa/El Tiempo
Páramo de Berlín: fuente de vida, peligro de muerte
El Parámo de Berlín, forma parte de un sistema de siete Parques Naturales, fuentes del agua que provee a más de 30 municipios en faldas y valles de los dos departamentos que en Colombia llevan el nombre de Santander. El Páramo de Berlín está entre 2.800 y 4.290 metros sobre el nivel del mar, entre Cúcuta, en la frontera con Venezuela, y Bucaramanga, en la ruta hacia Bogotá.
Cúcuta, el inicio del recorrido por Colombia
En esta ciudad fronteriza comienza el recorrido para la mayoría de venezolanos. Los que no tienen dinero para un tiquete de bus, guardan sus ahorros y toman la vía esperando llegar a Bogotá, Quito, Lima o Santiago de Chile, a pie. Pero primero tienen que salvar el primer gran obstáculo: el Páramo de Berlín, entre Cúcuta y Bucaramanga. 195 kilómetros de marcha, entre el desconsuelo y la esperanza.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Acosta
Una mirada de temor y esperanza
Dos migrantes venezolanos, asistidos por la Fundación Entre dos Tierras, con sede en Bucaramanga. Ellos tuvieron suerte de encontrar en el camino a voluntarios que los proveen de ropa contra el frío. Muchos van solo con vestuario para climas cálidos y se sorprenden de saber que el frío puede matar. Unos 17 caminantes habrían muerto, reporta una líder de la comunidad venezolana en Tunja.
Imagen: Patrícia de Puyana
La ruta del frío
Unos cuentan con suerte de recibir zapatillas para seguir el camino, mientras otros ven frustrado su camino porque las ampollas les impiden continuar. La ONG Entre dos Tierras busca coordinar la ayuda espontánea de lugareños y viajeros, para que no sea solo puntual sino permamente. El sueño de Patricia de Puyana es construir un albergue en Bucaramanga que ofrezca comida y atención médica.
Imagen: Patrícia de Puyana
Caminando y pensando en dónde conseguir un empleo
Los migrantes no siempre tienen un destino fijo. Ellos van de ciudad en ciudad en busca de un trabajo, que difícilmente encuentran. Esto tiene que ver con que ya cientos de miles de sus compatriotas han ocupado las pocas vacantes que el mercado laboral de Colombia ofrece, un país con 9,7% de desempleo, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Imagen: Patrícia de Puyana
Entre dos Tierras: “Hay que dignificar esta migración”
Para la Fundación Entre dos Tierras es prioritario "devolverle la dignidad a los migrantes". Patricia de Puyana cuenta que el grado de desolación en que muchos salen de su país y emprenden la travesía es aterrador. "No solo necesitan comida, abrigo y techo, sino también recuperar su dignidad", concluye. "Todos los pensamientos en Venezuela rondaban sobre cómo comer", dice un caminante.
Imagen: Patrícia de Puyana
La ruta de la niebla
Migrantes venezolanos cruzan el Páramo de Berlín que durante buena parte del día permanece tras la niebla. La hiportemia y el mal de altura son algo con lo que pocos cuentan. Migración Colombia y delegados de la ONU recorren esta vía para confirmar las muertes reportadas a sus orillas, que no están hechas para peatones. "Después de caminar semanas perdemos la noción del tiempo", dice un migrante.
Imagen: Patrícia de Puyana
Llamado a ayudar
“Colombia y los colombianos tienen que enfrentar esta crisis humanitaria porque quienes la están sufriendo son seres humanos”, independientemente de su nacionalidad o su orientación política. Es el llamado de la Fundación Entre dos Tierras, que insta a hacer mucho más por quienes han tenido que huir del hambre y el futuro truncado en Venezuela. Autor: José Ospina-Valencia (er)