Las principales agrupaciones defensoras del controvertido programa de ahorro pierden su mayoría en el Parlamento. El resultado de las elecciones parlamentarias griegas abre en consecuencia una serie de interrogantes, que causan preocupación en Europa y también concretamente en Alemania.

Reacción de Berlín

“Confiamos en que se constituye un gobierno de la sensatez, que siga orientado hacia Europa”, indicó el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, este lunes en Berlín. El jefe de la diplomacia germana dijo poder entender la frustración de los ciudadanos griegos, que sufren el impacto del proceso de ajuste, doblemente fuerte debido a que durante años no se efectuaron las reformas necesarias.

En este contexto, Westerwelle reiteró la disposición europea de ayudar a Grecia. “No queremos que Europa se desgarre, sino que siga teniendo un destino común”, aseguró.

Compleja formación de gobierno

El presidente de Nea Dimokratia, Antonis Samaras, anunció anoche que intentará formar gobierno junto con el Pasok y, en la medida de lo posible, incluir a otros partidos. La condición básica, destacó, será la permanencia en la eurozona y la continuidad de la política de ahorro, que, sin embargo, según dijo, irá acompañada de un programa de crecimiento.

La presumiblemente complicada formación del gobierno depende de cuántos partidos pequeños logren superar el 3 por ciento. Las elecciones, celebradas en medio de elevadas tasas de desempleo y acuciantes problemas de pobreza, llevaron además a los comunistas y a los fascistas de Amanecer Dorado a ingresar en el nuevo Parlamento. Tampoco se descarta una nueva convocatoria a elecciones.

Si un nuevo gobierno en Atenas no cumple con las promesas de ahorro hechas por el anterior, puede perder la ayuda del exterior. La consecuencia podría ser la quiebra del Estado. (dpa)

Editora: Emilia Rojas