El ministro de Justicia, Heiko Maas, quiere compensar a los condenados por el polémico párrafo 175. Es insuficiente y llega tarde. Gero Schließ exige ir más allá, hasta la legalización del matrimonio homosexual.
Publicidad
Hay cosas que en política que no se pueden tolerar. Como cerrar los ojos ante la injusticia. Pero aún peor es que, una vez abiertos, se siga permitiendo una injusticia. Y es lamentable cuando la compensación por la injusticia sufrida llega cuando la mayoría de los afectados ha fallecido.
Eso ha pasado a los más de cincuenta mil hombres homosexuales condenados en Alemania por el párrafo 175 del Código Penal, muchos de ellos a penas de prisión. Todos quedaron marcados de por vida.
Juicios injustos por el Párrafo 175
Lo que hoy día suena más inimaginable es que, justo tras la guerra y la caída del tiránico régimen nacionalsocialista, se siguiera haciendo exactamente lo mismo. La joven República Federal asumió el endurecido por los nazis Párrafo 175 sin cambiar una coma. Sólo en 1969 fue atenuado para, en 1994, ser enviado al basurero de la Historia.
Es justo que se anulen las sentencias y que se compense a los afectados, pero la medida llega demasiado tarde. El ministro de Justicia, Heiko Maas, admite la culpa del Estado y afirma que ha atentado "profundamente contra la dignidad humana de los encausados". No suena mal, pero dado el tiempo que se ha tardado para que un Gobierno llegue a concluir tal obviedad, no hubiera estado de más una disculpa.
Restos de homofobia
¿Cómo se explica esta continuada omisión? A pesar de la aparente tolerancia y aceptación, especialmente en las grandes ciudades, todavía hay ciertos resquicios de homofobia. La propia canciller, considerada prudente, titubea en este punto. Ella tiene, según se rumorea desde hace tiempo, un problema personal con la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, sumándose a una mayoría silenciosa como la que la llevó a la victoria en las parlamentarias.
Pero también puede tener motivos políticos para reconsiderar su posición: el proyecto de matrimonio homosexual sería el regalo de boda ideal para atraerse a Los Verdes como socio de coalición tras las próximas elecciones si fuera necesario. Unas consideraciones que resultan casi obscenas, siendo además Alemania el único país de peso en Europa que sigue negando el matrimonio a homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. Anular las condenas puede ser sólo un primer paso, ahora hay que perseverar.
Modelo estadounidense y crisis de refugiados
Precisamente los estadounidenses, que en otras cosas se sienten por detrás de los estándares europeos, nos han mostrado cómo hacerlo. En los últimos tres años, los defensores del "Same Sex Marriage" ('matrimonio del mismo sexo') consiguieron cambiar el clima social. Un estado tras otro ha ido legalizándolo, hasta que el Tribunal Supremo ha declarado inconstitucional su prohibición.
En Alemania, la crisis de refugiados ofrece ahora una oportunidad única. Ella nos confronta con nuestros valores, obligándonos a reflexionar sobre lo que creemos que es irrenunciable, fundamental e indispensable para nuestra vida en sociedad. Y a que nos pongamos de acuerdo en lo que exigimos de todo aquel que llega al país. Esto puede abrir un fructífero debate sobre los valores de la cultura alemana. Y entre ellos se cuenta también el derecho y la libertad en Alemania de casarse con la persona a quien se quiera.
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris es desde 2014 en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA).
Imagen: Neysa Jordán
Feminista y queer
Llena de cicatrices, preguntas y críticas a "la lógica de la belleza y de la feminidad", o a "las dinámicas de subordinación" de la mujer en "los modelos familiares al uso", Yasmín se identifica como feminista "queer": defiende la idea de una sexualidad fluida, cambiante a lo largo de la vida: "En estética, en política y en sexualidad, muy poca gente cree lo mismo a los 20 que a los 45".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Contra "nuestra rigidez mental"
"Con su velo, su piel quemada [en un accidente en la infancia], su inteligencia, su espíritu crítico, su humor ácido, la foto de su boda con Rogelio (ella con velo blanco de novia como Dios manda) colgada en ese mismo blog en el que se declara bisexual", Yasmín desafía "nuestra rigidez mental", escribe June Fernández, directora de la revista feminista Píkara Magazine.
Imagen: Neysa Jordán
Madre
La maternidad le llegó "como accidente", con un hijo "deseado pero no planificado", cuenta Yasmín. Y le "echó encima" todos los temas sobre los que había reflexionado: la asunción de que abandonaría su carrera, los prejuicios sobre el género del bebé, "cosas con las que sigo luchando cada día en la educación de mi hijo”, defendiéndolo o enfrentándolo, según sea el caso.
Imagen: Yasmín Silvia Portales
Investigadora
Yasmín integra el Grupo de Trabajo "Anticapitalismo y Sociabilidades Emergentes" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO): "seguimos a los movimientos sociales en América Latina, campesinos, mujeres, organizaciones obreras". Este 2015, en Puerto Rico, se reunió con sus colegas en el XXIII Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA).
Imagen: Proyecto Arcoiris
Observatorio Crítico, desde adentro
Como muchos cubanos, "he jugado con la idea de emigrar", reconoce. Quizás por eso, "creo en el derecho de los cubanos y cubanas que han migrado a opinar sobre el destino del país”. Aunque "he decidido "intentar cambiar a Cuba desde dentro de Cuba", desde espacios como el Proyecto Arcoiris o la Red Observatorio Crítico, reunida en la foto en su “Foro Social” de 2011.
Imagen: Red Observatorio Crítico
Proyecto Arcoiris, miembro pleno
Fundado en 2011, Proyecto Arcoiris se convirtió, en 2014, en la primera organización independiente cubana aceptada como miembro pleno por la Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA). Tras pelear contra la exclusión de activistas independientes, Arcoiris asistió a la VI Conferencia Regional para América Latina y el Caribe (ILGA-LAC) en Varadero, Cuba.
Imagen: Proyecto Arcoiris
Con pañuelo
Para su hijab (que descubrió cubriéndose del sol intenso de cero latitud en Quito), Yasmín tiene dos razones. "La personal: no me gusta peinarme", ríe. "La política: soy feminista y me visto como me da la gana", zanja. Allí donde algunas mujeres son obligadas a usar o quitarse el pañuelo, "en nombre de la religión, el laicismo o la integración cultural", dice, "yo defiendo la elección".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Besadas
Proyecto Arcoiris ha celebrado "Besadas por la Diversidad", en las que han reunido entre 20 y 50 personas, cerca de la Plaza de la Revolución, en 2012, en la Habana Vieja y en un parque de la central localidad de Sagua La Grande (foto), en 2014. "Un éxito en Cuba, sin acceso a los medios", apunta Yasmín, y "con un tema tabú como que los gays, lesbianas y trans vayan a tomarse el espacio público".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Inclusión
Proyecto Arcoiris organiza también los "Motivitos LGBTQA", ideados por otra activista del grupo, explica Yasmín: Se trata de citas inclusivas en espacios públicos y privados, contra la exclusión clasista de mujeres lesbianas y trans afrodescendientes en los espacios de recreación LGBT, "que se han convertido en espacios muy caros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Visibilidad en espacios estatales
El primer curso de literatura LGBT cubana, organizado en 2014 por los poetas y críticos cubanos Victor Fowler y Norge Espinosa, miembro de Proyecto Arcoiris, concluyó con la publicación de materiales reflexivos sobre la presencia del homoerotismo en las artes cubanas en el número 38 de la revista de la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, "Extramuros".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Voluntariado internacional
En la Marcha del Orgullo Gay de Nueva York, en 2013, Yasmín controló el tráfico en la esquina de 14 y 5ta Ave: "el mejor trabajo voluntario de mi vida", dice. En el viaje de vuelta, "la Estación de Pennsilvania y el tren estaban llenos de gente con banderitas, pegatinas, pulovers, sombrillas. Nos hacíamos señas de complicidad, como si supiéramos de algo muy especial, y así era".
Imagen: Proyecto Arcoiris
Aprendizajes
Cerrando 2015, Yasmín asiste en Washington a un curso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos para la Sociedad Civil: está conociendo el funcionamiento de la CIDH, a funcionarios, relatores y activistas, asistiendo a audiencias y aprendiendo, "en primera fila, cómo se usa el mecanismo y cómo responden los Estados".