Los humanos vívían en Norteamérica hace más de 30.000 años
22 de julio de 2020
La investigación revela que los humanos llegaron a la región antes de lo que se pensaba: más de 1.900 herramientas de piedra tallada fueron encontradas en la cueva de Chiquihuite, en el estado mexicano de Zacatecas.
Publicidad
Utensilios hallados en una cueva en el centro de México evidencian que los humanos vivían en Norteamérica hace más de 30.000 años, es decir 15.000 años antes de lo que se pensaba, anunciaron investigadores este miércoles (22.07.2020).
El material encontrado, que incluye 1.930 herramientas de piedra tallada, son muestra de una ocupación humana en la cueva de Chiquihuite, en el estado de Zacatecas, al norte de Ciudad de México, que se remonta a 33.000 años y que duró 20.000, destacan dos estudios publicados en la revista científica Nature.
Los utensilios más antiguos encontrados en la cueva fueron datados con carbono 14 en un rango de entre 33.000 y 12.500 años antes de la era cristiana. "No son muchos, pero están ahí", comentó a la agencia de noticias AFP el arqueólogo Ciprian Ardelen, autor de uno de dos estudios e investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Si bien no se halló ningún hueso ni ADN en el lugar, "es probable que los humanos la utilizaran de forma relativamente constante, quizás durante episodios estacionales recurrentes que forman parte de periodos migratorios más grandes", concluye el estudio.
El hallazgo es relevante dado que la historia de cómo y cuando llegó el Homo sapiens a las Américas, la última gran masa de tierra poblada por la especie humana, es a menudo objeto de debate entre los expertos.
rrr (afp/reuters)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Nuevos misterios revelados en Isla de Pascua
¿Cómo ha cambiado el paisaje de Isla de Pascua? ¿Habrían sido pintados los moais? Un equipo de investigadores internacionales de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel hizo importantes hallazgos. Aquí, las imágenes.
Imagen: Andreas Mieth, Uni Kiel
De bosque a estepa
Los moais siguen allí, pero el paisaje no siempre fue el mismo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Kiel lleva trabajando más de una década en Isla de Pascua, el pequeño territorio chileno en medio del Océano Pacífico. Geólogos, arqueólogos y ecólogos han estudiado el suelo para conocer las transformaciones que ha sufrido el paisaje en el tiempo.
Imagen: Andreas Mieth, Uni Kiel
Pasado boscoso
“Hemos comprobado que en casi en todo el territorio de la isla crecía un bosque”, confirma Andreas Mieth, ecólogo de la Universidad de Kiel, basándose en excavaciones y análisis del suelo. Antes de la llegada de los primeros europeos, en el siglo XVIII, los habitantes de la isla ya habían talado las palmas y otros árboles, con diferentes fines, como alimentación, tallado y leña.
Imagen: picture-alliance/dpa/Maxppp/G. Boissy
El fantasma de la erosión y la sequía
Las excavaciones les han permitido identificar problemas de erosión y falta de fertilidad a los que tuvieron que hacer frente los habitantes de la isla en el pasado, al igual que hoy en día. “Un hallazgo muy importante es que las personas han modificado el paisaje, pero también encontraron soluciones, como cubrir los suelos erosionados con piedras o mudarse a zonas más fértiles”, señala Mieth.
Imagen: Hans-Rudolf Bork, Uni Kiel
Taller de pigmentos
Uno de los últimos descubrimientos de los investigadores de la Universidad de Kiel es un taller de fabricación de pigmentos, que dataría de un período de entre los siglos XV y XVII. Se trata de unas 100 zanjas o fosas rellenas con un material rojo, procesado por el hombre. El hallazgo se realizó en las cercanías del volcán Ma'unga Terevaka.
Imagen: Andreas Mieth, Uni Kiel
Elaboración de hematita
Análisis de laboratorio han permitido comprobar el proceso utilizado para fabricar este pigmento rojo. Los habitantes de la isla molían rocas o sedimentos con alto contenido en hierro, que depositaban en estos fosos, sobre los que quemaban pasto seco, a falta de leña. Con el calor, el polvo se convertía en una forma de hierro de color rojo llamado hematita.
Imagen: Andreas Mieth, Uni Kiel
¿Fueron pintados los moais?
“Este polvo muy fino pudo ser usado como cosmético. Tenemos la sospecha de que probablemente se usó para pintar la piel, quizás se aplicó a los moais para fiestas especiales o se usó para hacer dibujos sobre piedras”, explica Andreas Mieth. La imagen de la Universidad de Kiel muestra un modelo hipotético sobre el uso que se le pudo haber dado al pigmento.
Imagen: Doris Kramer, Uni Kiel
Soluciones colaborativas
Estos descubrimientos refuerzan la idea de un pueblo creativo y del trabajo cooperativo que les permitió hacer frente a los desafíos ambientales. Las nuevas amenazas, producto del gran número de turistas y residentes, el creciente volumen de residuos, las aguas residuales y la contaminación, exigen soluciones urgentes y el aporte de diferentes sectores para impedir el colapso de la isla.