Australia: incendios causaron impacto similar a un volcán
19 de marzo de 2021
Unos investigadores israelíes llegaron a la conclusión de que los fuegos registrados en el país océanico afectaron en gran medida a la estratósfera. Los científicos se apoyaron con imágenes satelitales del incendio.
Publicidad
Los devastadores incendios en Australia de 2019-2020 esparcieron tal cantidad de partículas de humo por la estratosfera que cubrió el hemisferio sur durante meses y generó niveles récord de aerosoles atmosféricos, según un estudio israelí con mediciones satelitales publicado este viernes (19.03.2021) en la revista Science.
Los fuegos forestales, que en su conjunto calcinaron un área con una extensión similar a la de Siria, causaron un impacto atmosférico comparable "al de una erupción volcánica moderada", lo que significó "un aumento extremo" de partículas en el aire, con tasas disparadas en 2020 "algunas de las más altas jamás vistas".
Esta "anomalía", provocada por "la intensidad" y la extensión generalizada de los incendios en el país oceánico, afectó en gran medida a la estratosfera, la capa superior de la atmósfera, donde se expandió una neblina cargada de millones de toneladas de humo.
Los científicos israelíes Ilan Koren, del Instituto Weizmann de Ciencias, y Eitan Hirsch, del Instituto de Investigación Biológica de Israel, llegaron a esta conclusión al registrar altos niveles de profundidad óptica de aerosoles, una medición usada para calcular la carga de estas sustancias en la atmósfera y sus efectos radiactivos.
Los aerosoles atmosféricos son partículas sólidas o líquidas suspendidas en la superficie de la tierra o la atmósfera, afectan al clima global y su emisión provoca contaminación a nivel planetario.
En 2020, las sustancias derivadas del humo australiano excedieron la media mensual del hemisferio sur, y fue "tres veces superior" en el mes de enero, concretó el Instituto Weizmann en un comunicado. Estas alteraciones "incluso eclipsaron" los niveles de aerosoles registrados tras la erupción volcánica del monte Pinatubo en 1991, la más grande de los últimos 100 años, destacó el estudio.
A través de datos satelitales también identificaron una neblina estratosférica que cubría parte del hemisferio sur y el sureste de Austraia. Esta alcanzó su punto álgido en los primeros tres meses de 2020, y duró hasta julio. En este período, en lugares tan lejanos como Chile, "la gente respiraba partículas de los fuegos" de Australia, explicó Hirsch.
Tras penetrar en la estratosfera, donde el aire se mueve de manera constante y lineal, las partículas se esparcieron "lentamente alrededor de todo el hemisferio". A su vez, "permanecieron en el aire" más tiempo del que suelen estar en la capa atmosférica inferior, donde se disipan en pocos días, señaló el científico.
Otro de los posibles efectos del humo habría sido el enfriamiento de las regiones oceánicas afectadas, aunque aún se desconoce cuánto pudo influir esto sobre el medio marino o los patrones climáticos.
JU (afp, efe)
Infierno en Australia
Desde septiembre de 2019, los incendios forestales en Australia han alcanzado una nueva dimensión. En una superficie dos veces mayor que la de Bélgica, todo se ha quemado. Una catástrofe en imágenes.
Imagen: AFP/P. Parks
Completamente en llamas
Se cuentan más de 180 incendios en toda Australia. El estado de Nueva Gales del Sur, en la costa este, está particularmente afectado. Los incendios no son nada inusual en el continente, pero la intensidad con la que golpearon a Australia esta vez sí lo es: la temporada de incendios comenzó muy temprano, en septiembre de 2019. Desde entonces, se quemaron siete millones de hectáreas.
Imagen: Reuters/AAP Image/D.
Un Año Nuevo horrible
Desde el cambio de año, la situación ha vuelto a empeorar: una nueva ola de calor con temperaturas muy superiores a los 40 grados contribuye a que los incendios se propaguen aún más. Los equipos de bomberos están en funcionamiento continuo y muchos residentes, como esta pareja de Nowra, Nueva Gales del Sur, temen por sus hogares. Se quemaron miles de viviendas, y al menos 24 personas han muerto.
Imagen: Reuters/T. Nearmy
Mar de llamas
A la derecha de esta imagen satelital se puede ver el lago Eucumbene, en Nueva Gales del Sur, y a la izquierda, un fuego que se abre paso a través del bosque. La foto fue tomada con una tecnología infrarroja especial, que hace que la luz infrarroja de onda corta de los incendios sea particularmente visible. Las fotos del espacio suelen mostrar nubes de humo que pueden llegar hasta Nueva Zelanda.
Imagen: Reuters/Maxar Technologies
Desesperación
Un chico intenta sofocar las llamas con una toalla. Los agricultores tienen dificultades para seguir alimentando a su ganado cuando los pastos y los campos han sido víctimas de las llamas. Muchos de ellos han tenido que matar a su ganado por quemaduras o estrés. Se estima que cientos de millones de animales han muerto sólo en Nueva Gales del Sur.
Imagen: AFP/W. West
Animales en peligro
Este koala se salvó, pero para muchos otros animales la ayuda llegó demasiado tarde. Para los koalas, los incendios son particularmente devastadores ya que instintivamente se enroscan en los árboles. De esta manera podían sobrevivir los incendios en el sotobosque. Pero los incendios actuales llegan hasta las copas de los árboles. Hasta ahora, dos tercios de los koalas en el área han muerto.
Imagen: Reuters/P. Sudmals
Misión en el infierno
Lejos de las ciudades costeras, Australia está muy poco poblada, por lo que los bomberos voluntarios son muy importantes en la lucha contra los incendios. Este año se pagarán con un fondo especial: Quienes hayan participado en los trabajos de extinción de incendios durante al menos 10 días recibirán el equivalente a unos 190 euros por día.
Imagen: AFP/S. Khan
Reconocimiento póstumo
La lucha contra las llamas, el humo y las brasas es muy peligrosa. El bombero Geoffrey Keaton murió en acción. Cuando fue enterrado el 2 de enero, su pequeño hijo recibió una medalla al mérito en su lugar. Hasta ahora, tres bomberos han muerto durante la temporada de incendios de este año.
Imagen: Reuters/NSW RURAL FIRE SERVICE
Huir de las llamas
El fuego en Coffs Harbour, al norte de Sydney, del que esta mujer huyó con su hija de 18 meses en noviembre, ya se ha apagado. En otros lugares, están surgiendo nuevos focos de fuego: En el estado de Victoria, que también incluye la ciudad de Melbourne, 67.000 personas han tenido que dejar sus pertenencias en los últimos días, según las autoridades.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Peled
Canberra
Este hombre frente al Parlamento australiano en Canberra no consigue sofocar las llamas con su limpiador de alta presión. Desde el punto de vista de muchos australianos, esta podría ser una imagen simbólica de la poca acción política contra los incendios. En la capital, el humo ha contaminado el aire hasta tal punto que se ha pedido a los residentes que se queden en sus casas.
Imagen: Imago-Images/AAP/L. Coch
Críticas a Scott Morrison
Se critica especialmente al primer ministro Scott Morrison por no haber abordado la crisis de manera decisiva, y también por razones políticas: aunque el político conservador ya no niega el cambio climático, sigue apoyando firmemente a la industria del carbón. Solo gradualmente Morrison empieza a reconocer la dimensión de los actuales incendios.
Imagen: AFP/J. Ross
Darle la mano o no al primer ministro
Mientras tanto, Morrison ha admitido que sus vacaciones en Hawái en medio de la temporada de incendios fueron un error. Desde entonces, trata de corregir su error y mostrar su lado humano (foto). Pero en las redes sociales se siguen encontrando videos de personas que se niegan a darle la mano al primer ministro. Muchos están descontentos con su manejo de la crisis.
Imagen: Reuters/AAP Image/D. Pateman
Síntoma y causa
A corto plazo, Australia tiene que hacer frente al fuego de alguna manera. A largo plazo, habrá que tomar medidas agudas ya que es probable que los incendios se vuelvan más frecuentes y más violentos a medida que el planeta se calienta. Por eso, decenas de miles de australianos salen una y otra vez a las calles para convencer a su gobierno de que tome medidas ambiciosas de protección del clima.