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Los incendios de Bush

28 de mayo de 2004

La nueva amenaza terrorista anunciada por el Fiscal de EEUU, John Ashcroft, es tomada con pinzas con la prensa europea, que sospecha detrás una maniobra del gobierno de Bush para movilizar a los votantes.

Política del miedo.Imagen: AP

El diario español, El País, escribe: “En materia antiterrorista, toda cautela es poca. Si Al Qaeda u otros grupos violentos islamistas pudieran llevar a cabo un gran atentado, lo harían especialmente ante citas de relieve como la del G-8 o las convenciones de los dos grandes partidos en EE UU, o los Juegos Olímpicos en Atenas. Pero, tras días de filtraciones sobre estas amenazas, la alerta de Ashcroft y Mueller suena a truco de estrategia electoral para intentar recuperar una popularidad perdida con la guerra de Irak. Ya en su intervención el pasado martes para presentar su plan para una transición iraquí, Bush calificó a Irak como el "frente central en la guerra contra el terror". La estrategia del miedo en política no es nueva. Puede prender en una sociedad aún conmocionada por el 11-S. Pero, a juzgar por las primeras reacciones, no es probable que le sirva para tapar el escándalo de las torturas a presos en Irak, ni la preocupación por el aumento de los precios del petróleo. Salvo que se materialice con violencia, la sombra de bin Laden no tapará la de Irak”.

Bombero incendiario

En un tono similar analiza el diario francés, Le Télégramme: “¿Debe tomarse en serio las advertencias del gobierno estadounidense sobre la amenaza de un nuevo atentado del otro lado del Atlántico? La cumbre del G-8, el tercer aniversario del 11 de septiembre y las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre ofrecen numerosas oportunidades de atentados. Pero Estados Unidos ya no es el único blanco posible. Los atentados de Bali, Estambul y Madrid han demostrado que los terroristas están en todas partes y pueden actuar en cualquier momento. No puede descartarse que tras las advertencias de Washington se encuentren otros motivos, como instrumentalizar el miedo. El presidente George W. Bush ha registrado una caída absoluta en su popularidad. El miedo al terrorismo podría movilizar a la opinión pública a respaldar a su presidente. Bush tiene algo de bombero que provoca intencionalmente el fuego”.

Dio a bin Laden una pausa

Por su parte el rotativo suizo, Basler Zeitung. señala: “Es posible que el Fiscal General John Ashcroft advierta con tanto fervor del peligro terrorista, porque en caso trágico no quiere ser acusado de haber dormido nuevamente y no haber informado a la población sobre el peligro. Al reino de las leyendas pertenece la teoría sobre una conjuración del miedo para distraer la atención de su escasa popularidad y los problemas en Irak. Si se produjera realmente un atentado, entonces Bush tendría que aclarar por qué ha combatido durante dos años a Sadam Husein y ha dado una pausa a Osama bin Laden”.

No muy profesional

El diario moscovita, Kommersant, comenta algo escéptico: “Precisamente ahora, cuando los índices de popularidad de George W. Bush baja, y peligrosamente el de John Kerry sube, Al Qaeda entra en la fase final de preparación de nuevos atentados en Estados Unidos. Para ser más precisos, los servicios secretos se topan con información confiable, incluso con nombres y datos personales de supuestos terroristas. Hacer algo semejante es sorprendente y desde el punto de vista de los servicios secretos no muy profesional. Pero frente a semejante amenaza terrorista ningún adversario puede acusar a Bush de aferrarse demasiado en la lucha contra Al Qaeda”.