"Los músicos somos rehenes de las plataformas de streaming"
30 de abril de 2022
El guitarrista argentino Baltasar Comotto culminó esta semana su gira en Alemania, una plaza que se abre cada vez más a los artistas latinoamericanos. DW habló en exclusiva con él en exclusiva.
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El músico argentino Baltasar Comotto, guitarrista de Spinetta, Calamaro y el Indio Solari, ha estado de gira esta semana en las ciudades alemanas de Heidelberg, Colonia y Berlín presentando su último disco: 'Empezó la cacería'. En Berlín lo hizo en Monopol, un espacio cultural fundado por Rodrigo Lervorino. DW habló en exclusiva con el músico sobre cómo es tocar en Alemania, es vivir de la música hoy en día y mucho más.
Alemania, una plaza fija para los artistas latinoamericanos
Comotto menciona que antes los artistas argentinos que venían a Europa solían presentarse mayormente en España por la cuestión del idioma. Sin embargo, en la última década, Alemania se ha posicionado como una plaza importante para los artistas latinoamericanos. Solo por nombrar a algunos, desde 2017 Berlín ha recibido a bandas como Todos Tus Muertos, Babasónicos, Molotov, Aterciopelados y Mon Lafert,e entre muchos otros.
Los artistas independientes consiguen abrirse paso en Alemania gracias a la creciente inmigración latinoamericana, pero también por el interés del público alemán, "esperemos que se pueda abrir mucho más y llegar no solo por la lengua hispana", dice Comotto sobre romper las barreras de la lengua a través de la música y agrega que "antes de Berlín toqué en Heidelberg mi música, hecha en Argentina, para un público alemán. Al final, es la transmisión de la música y del sonido que ya trasciende a las letras".
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Sobrevivir 'de' la música
Baltasar Comotto cuenta que durante su infancia, familiares y amigos lo nutrieron con discos de bandas como AC/DC y los Beatles, entre otros. Hoy las plataformas de streaming le permiten a las personas conocer y acceder de manera instantánea a una enorme variedad de música, pero también han cambiado el sistema y el negocio.
"La practicidad le ganó a la calidad del sonido. No creo que las plataformas de streaming puedan superar la fidelidad de un vinilo", dice Comotto. Y agrega: "las nuevas generaciones no tienen la tolerancia para escuchar un disco entero, cuando era chico (década de 1980), era muy difícil conseguir un disco (extranjero) y cuando lo conseguías, lo escuchabas doscientas veces. Hoy no creo que un pibe haga lo mismo; escucha un par de temas quizás y se arma su lista de reproducción".
Para Comotto hay un cambio de paradigma y de modelo de negocio que obliga al artista a gestionar más por cuenta propia. "Los músicos somos rehenes de las plataformas de streaming porque la retribución a muchos artistas es mínima y no es suficiente para que el músico pueda seguir haciendo discos. Las compañías tampoco financian discos como en los años noventa, cuando era más común, hoy lo tenés que hacer todo vos".
"Yo no viví una guerra"
Una de las canciones del disco, que Comotto compuso dos años atrás inspirado en la tragedia de Chernóbil, se llama 'Kiev'. Cuenta el músico que fue una simple casualidad que la canción se estrenase en medio de la invasión rusa en Ucrania.
En los años setenta, Comotto y su familia debieron exiliarse en España, donde permanecieron hasta principios de los años ochenta, antes de volver a la Argentina. A la pregunta de cómo vive la guerra en Europa teniendo en cuenta su experiencia personal, el músico contesta que "me llama mucho la atención, pero si bien la dictadura me afectó y me cambió mi manera de vivir, yo no viví una guerra" y agrega que es difícil entender a la distancia lo que sucede. "Es increíble que esté pasando esto", lamenta.
(lgc)
La banda sonora de la historia reciente de Alemania
La música puede hacer feliz y mover a masas de admiradores. Las canciones y los conciertos forman parte de la historia de un país, también en Alemania.
Imagen: Haus der Geschichte - Foto: Heike Mund/DW
Con la motocicleta a la heladería
En las décadas de los 50 y 60, se escuchaban canciones como "Way of Life", del grupo Family Dogg. Los soldados estadounidenses trajeron sonidos de jazz y swing. En las heladerías había gramolas para que los jóvenes escucharan sus canciones favoritas. Los muchachos llevaban chaquetas estilo James Dean y peinados a lo Elvis. Para bailar, Elvis Presley, Bill Haley, Chuck Berry y Little Richard.
Imagen: Haus der Geschichte - Foto: Heike Mund/DW
Cultura de la protesta
Manifestaciones antiatómicas, edificios ocupados y conciertos pacifistas fueron terreno fértil para la música de la década de los 60. Canciones con ambiciones políticas llegaron a ocupar primeros puestos de las listas de éxitos. Músicos de pelo largo y ropa hippie marcaron la moda y el rock con sabor alemán exportó canciones de éxito de bandas como "Can" (en la imagen) y "Tangerine Dream".
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Breuer
Punk contra la derecha
¿Quién necesita a los "Rolling Stones"? A bandas punk como "Die Toten Hosen" les cansaban los "eternos solos de guitarra" de los viejos rockeros y en los 70 impusieron su estruendosa percusión. "Beton, Beton" (Cemento, cemento) era el título de una de sus canciones. Ellos y bandas como "BAP" pusieron de moda una actitud contraria hacia la derecha y sus canciones encontraron fans en todo el mundo.
Imagen: DW
"99 red Balloons"
La Guerra Fría marcó el clima social en la década de los 80. La llamada "Neue Deutsche Welle" (nueva ola alemana) producía éxitos ligeros, alejados del rock duro y de los textos problemáticos. Pero hubo un gran éxito internacional de la época que sí tuvo pretensiones políticas: "99 Luftballons" (99 Red Balloons) es el mensaje de la cantante Nena a todos los "ministros de la guerra".
Imagen: picture-alliance/dpa
Estrella del rock se reúne con jefe de Estado
Con sus canciones, Udo Lindenberg hizo política, entusiasmando a fans de uno y otro lado del Muro con éxitos como "Sonderzug nach Pankow". Erich Honecker, presidente del Consejo de Estado de la RDA, visitó Alemania occidental en 1987. En la ciudad de Wuppertal, recibió de manos de la popular estrella del rock una guitarra con la inscripción: "Gitarren statt Knarren" (guitarras en lugar de armas).
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Tschauner
"Born in the GDR"
Y la Cortina de Hierro se abrió para la música. Para alegría de muchos, la República Democrática Alemania permitió conciertos de estrellas del "oeste capitalista". El concierto de Bruce Springsteen en julio de 1988 fue el más grande acontecimiento musical de la historia de la RDA, con 160.000 fans celebrando al cantante estadounidense.
Imagen: Haus der Geschichte - Foto: Heike Mund/DW
No solo los Scorpions percibieron el "Wind of Change"
En 1989, el grupo "Scorpions" estaba de gira y dio conciertos en Moscú y Leningrado. El Music Peace Festival de Moscú estaba considerado como el "Woodstock del este". Aquí surgió la balada "Wind of Change", antes de la caída del Muro de Berlín. La canción del grupo alemán irrumpió con fuerza en la lista de grandes éxitos de la época y pasó a la historia como himno de la reunificación alemana.
Imagen: picture-alliance/I. Mikhalev/RIA Novosti
Himno alemán
Los himnos nacionales también forman parte de la historia de la música. En la RDA, se cantaba la canción "Resurgido de las ruinas", mientras en la República Federal de Alemania se mantuvo la antigua canción nacional, pero se canta otra estrofa y no la que se entonaba en el tiempo de los nazis. En la foto, una imagen del equipo alemán de fútbol en un campeonato internacional en 2006.