El proyecto ganador no parece tan impresionante. Y sin embargo, los tres bloques de apartamentos renovados, construidos en la década de 1960 para las personas de las clases sociales más pobres, brillan como un hito de la nueva forma de construcción. La razón: los feos bloques mal aislados de la Cité du Grand Parc fueron equipados completamente con invernaderos. ″Aquí se ha recuperado la arquitectura cotidiana - buena para la gente, buena para el medio ambiente", dice Ursula Kleefisch-Jobst. "¡Una decisión muy sabia del jurado! La curadora es responsable de la exposición del premio de arquitectura, con el que la Unión Europea ha honrado la arquitectura sobresaliente en Europa durante décadas.

El ″Museum der Baukultur", un museo sin domicilio fijo, muestra ahora la exposición durante un mes en Colonia, la única estación en Alemania. Anteriormente, la exposición se mostró en Viena. El premio ya se concedió en 2019 y, como dice Kleefisch-Jobst, ha vuelto a demostrar su valor como "sismógrafo" para la construcción contemporánea.

Conversión en lugar de demolición

La nueva piel exterior protege al edificio ganador en Burdeos del calor y el frío. Pero los invernaderos son más que un simple amortiguador térmico: los residentes de las 540 viviendas sociales también se benefician del espacio adicional donde pueden reunirse y hablar. La remodelación fue planeada por las firmas de arquitectura Lacaton & Vassal y Frédéric Druot y Christophe Hutin. Su concepto evitó la demolición. ″Eso fue más económico, ecológico y social", concluyó el jurado.

La exposición de Colonia no solo presenta a los cinco finalistas por medio de modelos, fotos y videos. Los otros 35 edificios de la lista de selección, de un total de alrededor de 400 proyectos nominados, también son dignos de admiración. ¿Qué nos dice la arquitectura sobre el uso de los recursos? ¿Sobre la falta de vivienda, la explosión de los precios de la tierra y los lugares de encuentro social? ¿Qué significa la sostenibilidad en la construcción, más allá de las normas energéticas y el uso de materiales de ahorro de recursos? Las respuestas de los arquitectos se pueden ver en los 40 proyectos preseleccionados: casi la mitad de ellos son remodelaciones o extensiones sostenibles.

Bienestar en vez de monumentalidad

Entre ellos figura el desolado pabellón de una clínica psiquiátrica en Melle (Bélgica), que la oficina ″architecten de vylder vinck taillieu" transformó en un espacio abierto vertical. Con el Auditorio y Centro de Congresos de Plasencia, España, se creó un conjunto de aspecto futurista en medio de una región estructuralmente débil. El rediseño de la plaza Skanderbeg en la capital de Albania, Tirana, demuestra la ruptura con la monumentalidad del complejo, que se remonta a la época comunista, en favor de un nueva visión de bienestar.

Un edificio de Alemania también llegó a la final del Premio Mies 19: el Bloque Lobe de Berlín, construido por las oficinas ″Brandlhuber + Emde, "Burlon" y ″Muck "Petzet Architekten", fusiona el espacio público y privado a través de sus escaleras y terrazas exteriores, en un experimento radical. La oficina francesa "BAST" recibió el premio al talento joven por la ampliación minimalista de una cantina en la escuela de Montbrun-Bocage, cerca de Toulouse.

El Premio Mies van der Rohe es uno de los galardones de arquitectura más prestigiosos de Europa. Establecido en 1987 por la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y la Fundación Mies van der Rohe, el premio, dotado con un total de 80.000 euros, se otorga cada dos años. Se concede a proyectos cuyo "carácter innovador sirva de guía, si no de manifiesto, para el desarrollo de la arquitectura contemporánea", tal y como establecen sus estatutos.

Desde la presentación del Premio Mies van der Rohe 2019, la exposición ha estado de gira por Europa.

(gg/er)