Objetivo del proyecto: restaurar el sistema de la laguna de Alvarado y fomentar un uso sostenible por parte de las comunidades locales.

Implementación del proyecto: emplear el método azteca de construcción de jardines flotantes para la plantación de manglares. Además, se elaborará un plan junto con las comunidades locales para la gestión sostenible de manglares.

Instituciones asociadas: Pro Natura Sur, Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear de la República Federal de Alemania (BMUB, por sus siglas en alemán), varias agencias gubernamentales mexicanas como la Comisión Nacional Forestal.

Presupuesto: 901.412 euros (1.005.166,75 dólares) en el marco de la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán).

Duración del proyecto: de febrero de 2017 a diciembre de 2019.

Hay pocos lugares verdes para refugiarse del bullicio de la Ciudad de México. Es por eso que las chinampas atraen a tantos visitantes. Las chinampas son islas flotantes artificiales que fueron construidas hace más de 500 años por los aztecas.

Durante los fines de semana, los canales del lago de Xochimilco, al sur de la ciudad, se llenan rápidamente de pequeñas y coloridas embarcaciones, así como de música de mariachi y puestos de comida. Aquí se encuentran las chinampas, cuyo propósito, sin embargo, es bien distinto. Construidas de tierra fértil recolectada del fondo del lago, originalmente eran fabricadas para el cultivo de vegetales. Hoy en día, siguen siendo una fuente importante de alimentos, produciendo unas 40.000 toneladas de calabaza, maíz y otros productos básicos.

Ahora, a unos 500 kilómetros de la capital de México, los ecologistas esperan que esta técnica antigua les ayude a resolver otro problema ambiental. Los bosques de manglares alrededor de la ciudad portuaria de Veracruz han sido en gran parte destruidos, y la costa es más propensa a la erosión. Las tormentas causan una severa devastación debido a la falta de protección que brindan los árboles. Y los animales marinos, como los cangrejos, pierden su hábitat. Además, este es un problema para las familias de pescadores locales.

Pro Natura Sur, una de las organizaciones ambientalistas que impulsa el proyecto, espera que la plantación de manglares en las chinampas ayude a revivir el antiguo ecosistema de la zona.

Un videorreportaje de Linda Vierecke

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