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Los nietos de Popeye

vr13 de abril de 2004

Los jóvenes de hoy no creen más en los poderes mágicos de la espinaca, profesados por Popeye. La receta para un cuerpo musculoso son los anabólicos. Pero los efectos secundarios son graves.

Hasta Popeye envidiaría estos músculos.Imagen: AP
Apenas suben las temperaturas en los termómetros alemanes y asoman tímidos los primeros rayos de sol, es hora de empezar a usar ropa más liviana y lucir figuras esbeltas y sobre todo musculosas, en el caso de los hombres. La primavera y el verano son las épocas de mayor trabajo para los proveedores de anabólicos. Hay que poner en forma rápidamente glúteos, muslos, abdominales, bíceps y tríceps. El modo más efectivo y rápido de adquirir gran masa muscular es ingiriendo anabólicos. Los enormes riesgos que implica este método no asustan a los jóvenes consumidores. "Entre un 80 y un 90 por ciento de la gente los toma justo antes del verano" dice un consumidor de anabólicos.

¿Las pildoritas de la felicidad?

Imagen: AP

Para alcanzar los físicos soñados ya no basta con entrenar duramente varias horas al día. La industria farmacéutica ofrece pastillas e inyecciones intramusculares, para los jóvenes una ayuda bienvenida. Cada vez más chicos optan por el, aparentemente, cómodo camino de los anabólicos. Chicos de 17 o 18 años de edad, que se inyectan regularmente esteroides en el trasero y los hombros, ya no son ninguna rareza en Alemania. Aunque conocen y sufren ya los efectos secundarios de estos productos, por ejemplo agresividad o insomnio, continúan arriesgando su salud por un dudoso ideal de belleza.

Negocios ilegales

En Alemania, los anabólicos pueden ser obtenidos oficialmente sólo bajo receta médica. La venta ilegal de los mismos es considerada una violación de la ley de medicamentos y puede significar hasta diez años de cárcel. Pero los traficantes de anabólicos ni se inmutan, ya que pueden obtener muy fácilmente los mismos medicamentos en el extranjero. En Turquía no hace falta ni siquiera una receta médica. "Basta con explicar que el médico alemán le recomendó al paciente este producto para estabilizar su sistema óseo", cuenta un traficante de anabólicos.

Imagen: AP

Las bolsas de venta de internet, como eBay, son otro de los puntos de venta de esteroides prohibidos. Para evitar conflictos con la ley, los traficantes de anabólicos emplean un truco tan simple como eficaz: dicen vender paquetes vacíos de esteroides. Debajo del artículo en cuestión, por ejemplo pastillas tailandesas de Dianabol, aparece una nota que dice: "¡¡¡El artículo ofrecido se vende sin contenido, por lo tanto no violamos ninguna ley, ni actuamos en contra de la ley de medicamentos o estupefacientes!!!" Los consumidores hablan un lenguaje codificado y un frasco, supuestamente vacío, puede llegar a costar más de 100 euros.

En cuanto a ganancias, el negocio con los esteroides prohibidos le pisa los talones al narcotráfico. Los productos chinos, sumamente baratos, son muy solicitados. Un gramo de una hormona de crecimiento cuesta en China unos 100 euros, por la misma cantidad se paga en Alemania aproximadamente 6.000 euros. Y un gramo ya es suficiente para elaborar 400 pastillas. Evidentemente, el negocio florece. La aduana alemana incautó el año pasado más de un millón de pastillas y ampollas de anabólicos.

Músculos peligrosos

Los científicos del Instituto de Medicina Forense, en Munich, analizan los consecuencias de la ingestión de anabólicos. "Reducen la potencia y la producción de espermatozoides", explica Hans Sachs, del centro forense toxicológico y añade "pero los jóvenes no se percatan de esto a tiempo. Recién a la edad de 30 o 40 años notan los daños irreparables".

La mayoría de consumidores de anabólicos no desconocen los efectos secundarios de estos productos, como el aumento de la presión sanguínea, daños hepáticos o arritmias cardíacas. Los consumidores convencidos ingenuamente creen tener la situación bajo control haciendo pequeñas pausas, "para que el cuerpo se recupere". Mientras el cuerpo aguante...