Los nos de las protestas de Pascua
28 de marzo de 2005Más de 10.000 pacifistas tomaron parte en la más grande de las Ostermärsche, protestas de Pascua de Resurrección, que tuvo lugar en una campiña de Fretzdorf en Brandeburgo. "No bombs", proclamaban las pancartas exigiendo que no se hagan realidad los polémicos planes de convertir el lugar en un campo para ejercicios bélicos del ejército alemán.
El no a la guerra contra Irak, que estalló hace dos años, sigue presente, habiéndose transformado en la exigencia de una mayor distancia de Alemania y Europa hacia la política estadounidense. Y en cuanto a Europa, el no del movimiento pacifista se destina a la Constitución Europea, pues la Carta Magna de la Unión alentaría, a su juicio, la militarización del viejo continente.
Un movimiento plural
Si en un primer momento, cuando se originaron en los años 50 en Gran Bretaña y en los 60 en Alemania, las marchas de Pascua de Resurrección tuvieron un carácter de pacifismo religioso-ético, pronto aglutinaron todas las corrientes de izquierda. Con la caída de la cortina de hierro y el fin de la Guerra Fría, las marchas de Pascua perdieron vida y adeptos. De cientos de miles a unos cuantos miles se han reducido los manifestantes. El tema de la guerra contra Irak, sin embargo, volvió a movilizar, hace dos años, a decenas de miles de personas. Esta vez, al parecer, es el tema europeo lo que más inquieta.
El último sondeo
El no a la Constitución Europea en Francia ganaría con el 55 por ciento de los votos si el referéndum del próximo 29 de mayo tuviera lugar ahora, según un nuevo sondeo del instituto demoscópico CSA. Sí dirían un 45% de los franceses, pero un 50% de la población, en realidad, tiene la intención de abstenerse. Los motivos para la negativa a la constitución europea se encuentran lejos de los que aduce el movimiento pacifista: a los franceses les preocupa la adhesión de Turquía al club europeo y la tendencia demasiado liberal de la política social europea.
Si el no ganase
Si Francia bloqueara la puesta en marcha de la Constitución Europea –que tiene que ser aprobada por los 25 miembros de la Unión- las consecuencias irían desde la pérdida de terreno político para el presidente francés hasta la merma de autoridad de Francia "en la Europa del mañana", en palabras del propio Jacques Chirac. Además de que, legalmente, la Constitución –por lo menos como está planteada hasta ahora- se daría por muerta.
En las últimas semanas, la polémica causada por el temor a que el proyecto de directiva de servicios pudiera reducir los derechos sociales de los trabajadores ha sido utilizada en Francia por los partidarios del no a la Constitución. La alarma cunde y los defensores del sí –tanto de derechas como de izquierdas- se han puesto en acción para evitar algo que haría retroceder en años el proyecto europeo.