Los peligros de retar al Bayern
1 de mayo de 2015Con el título de la Bundesliga en el bolsillo, el Bayern ya planea las adquisiciones para el próximo año. Dentro de los nombres de los jugadores candidatos a reforzar la plantilla del club bávaro hay uno que se menciona repetidamente, el de Kevin de Bruyne, la estrella del Wolfsburgo, equipo que actualmente es segundo en la clasificación del torneo alemán.
En Múnich, según informaciones de la publicación Sport Bild, no corre ninguna prisa por adquirir de forma inmediata los servicios del futbolista belga por el que el Bayern contempla hacer una oferta en el 2016. Aún así, si se presenta la oportunidad de que de Bruyne se sume antes al equipo de Pep Guardiola, su fichaje será bienvenido.
Seduciendo al enemigo
De concretarse la contratación de de Bruyne en el Bayern, la noticia no causaría gran sorpresa en el fútbol alemán. Al fin y al cabo, en lo que va del siglo XXI, el club bávaro ha intensificado su agresiva política de fichajes de jugadores de equipos rivales que se atreven a retarlo y amenazan con disputarle la posición de vanguardia en la Bundesliga.
En las temporadas más recientes fue el Dortmund el equipo que sufrió las consecuencias de querer plantarle una lucha de tú a tú a los de Múnich. El Bayern no tuvo ningún reparo en seducir a las figuras más importantes del plantel del entrenador Jürgen Klopp y consecutivamente fichar a sus principales estrellas: primero a Mario Götze, luego a Robert Lewandowski.
Las compras en Dortmund recuerdan las efectuadas por el Bayern hace una década en Leverkusen, cuando el equipo de la multinacional farmacéutica Bayer estaba en pleno proceso de crecimiento, construyendo un proyecto deportivo que lo alcanzó a llevar a disputar una final de la Champions League (2002) y a ocupar regularmente en la Bundesliga las primeras posiciones.
La ofensiva bávara, sin embargo, despojó al Leverkusen de varias de sus estrellas principales en apenas un par de temporadas. Robert Kovac, Zé Roberto, Michael Ballack y Lucio terminaron vistiendo el uniforme del Bayern, mientras Leverkusen luchaba por compensar las pérdidas.
Fichajes puntuales
En otras ocasiones al Bayern le ha bastado un fichaje particular para poner a tambalear a sus competidores. En el 2004 el Bremen se coronó campeón en Alemania y un año después el jefe de su defensa, el francés Valerien Ismael, llegaría a Múnich; en la siguiente temporada su colega sería el belga Daniel van Buyten, fichado en Hamburgo, que había terminado tercero en la Bundesliga.
En el 2007 Bremen tuvo que despedirse de otra de sus figuras tras finalizar en el tercer lugar del torneo y obtener cuatro de seis puntos posibles contra el Bayern. Fichar a Miroslav Klose fue la respuesta al desafío. Un par de temporadas más tarde el nuevo delantero bávaro fue Mario Gómez, que en los años anteriores había salido campeón y tercero con el Stuttgart.
Con miras al mercado de jugadores del próximo verano, los jugadores del Wolfsburgo, segundo en la Bundesliga, acaparan la atención del Bayern. Pero ellos no son los únicos. En Leverkusen, tercero de la clasificación y rival de turno este fin de semana, también hay un futbolista que les atrae: Gonzalo Castro, cuya partida dejaría al entrenador Roger Schmidt sin un pilar fundamental de su equipo.