Michael Setzer, presidente de la Asociación Alemana de Submarinistas, conoce el Ara San Juan de primera mano. En entrevista con DW, describe la nave de fabricación germana, y se solidariza con Argentina.
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El destino del submarino Ara San Juan y su tripulación mantiene en vilo a la sociedad argentina, así como a las fuerzas internacionales que buscan la nave a contrarreloj. Si bien la Marina germana no participa en las labores de rescate, se solidariza con los afectados. "Los pensamientos de todos los submarinistas alemanes están con los camaradas argentinos y sobre todo con sus familiares", dice Michael Setzer, presidente de la Asociación Alemana de Submarinistas (VDU, por sus siglas en alemán).
En entrevista con DW cuenta que en 1984, siendo un joven oficial, viajó a bordo del Ara San Juan antes de que fuera entregado a la Marina argentina. Construido en un astillero de la ciudad alemana de Emden, el submarino extraviado se basa en un concepto similar a las naves alemanas tipo TR-1700, pero no es idéntico a ellas, explica. Michael Setzer asegura que se trata de un submarino "sólido" y "estable". De ahí que, al enterarse de la desaparición del ARA San Juan, primero pensara que el equipo de radiotelegrafía había fallado por lo que la tripulación no se había podido comunicar con su base.
No obstante, a más tardar tras la explosión que se registró en el lugar donde desapareció la nave, descarta esta opción. "Esto no quiere decir que la explosión se haya producido en el submarino, pero existe cierta probabilidad. Nunca se debe perder la esperanza de encontrar con vida a la tripulación pero, en este caso y después de tanto tiempo, la esperanza es mínima", dice Setzer, quien confiesa que está redactando una carta de condolencia para la organización hermana de submarinistas en Argentina, así como para la Embajada argentina en Alemania.
Una tragedia alemana
En la década de los 60 del siglo XX, Alemania vivió una tragedia parecida a la del ARA San Juan, cuando se perdió la comunicación con el submarino Hai. El 14 de septiembre de 1966, éste se había hundido en las heladas aguas del Mar del Norte, y de los 20 submarinistas solo uno logró sobrevivir.
Michael Setzer fue comandante de submarino de 1987 a 1988 y de 1990 a 1992. Asimismo comandó el escuadrón de submarinos de la Marina alemana. Explica que el protocolo a seguir en este tipo de accidentes es el mismo en Alemania como en Argentina. La búsqueda se centra principalmente en el área entre la posición donde se perdió la comunicación con la nave y la posición desde donde ésta se tendría que haber reportado la próxima vez.
Además, tanto Alemania como Argentina forman parte de la Oficina Internacional para el Rescate y Escape de Submarinos (ISMERLO). Como en el caso del ARA San Juan, esta organización avisa a la comunidad internacional de submarinistas, que aporta todo tipo de ayuda material y humana.
Todo depende de la profundidad
Según el presidente de la Asociación Alemana de Submarinistas, si un submarino sufre un accidente y se hunde, la tripulación puede abandonar la nave siempre y cuando ésta se encuentre a una profundidad de alrededor de 80 metros: "Lamentablemente este no es el caso del ARA San Juan, que viajaba a una profundidad mucho mayor".
Setzer señala que el submarino desaparecido está equipado con un dispositivo al que se pueden acoplar minisubmarinos y cápsulas salvavidas. Sin embargo, esto solo es posible en determinada profundidad. "Ahí donde se calcula que se encuentra el ARA San Juan el fondo del mar cae de 300 a unos 3.000 metros de profundidad. Si el submarino se llegara a encontrar a 300 metros, podría ser rescatado con ayuda de este sistema. Es lo mismo que se hizo en el caso del submarino ruso Kursk", dice el entrevistado.
Viola Traeder (ELM)
El último intento de hallar el Ara San Juan
El buque noruego Seabed Cronstructor zarpó el 7 de septiembre del Puerto de Comodoro Rivadavia con altas expectativas de encontrar el Ara San Juan. Se rastrillaran los tres lugares donde se escucharon las implosiones.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
Seabed Constructor, la última esperanza
El 7.09.2018 zarpó el buque noruego en busca del submarino. Es la nave más avanzada en el mundo y es operada por la empresa estadounidense Ocean Infinity. Pesentó un presupuesto de 7,5 millones de dólares que solo cobraría si cumple la misión. Entre los tripulantes se encuentran 4 familiares de los desaparecidos que monitorearán la búsqueda para garantizar la transparencia de las tareas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
¿Cómo será la nueva búsqueda?
Se rastrillarán tres áreas ubicadas a 430 kilómetros de Comodoro Rivadavia, donde se perdió la comunicación con el submarino. El Seabed Constructor está equipado con 5 naves autónomas (AUV) con capacidad de sumergirse hasta 6 mil metros de profundidad y están programadas para hacer una relevamiento minucioso del perfil del fondo de marino. Además cuentan con vehículos de operación remota (ROV).
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ocean Infinity
Rompehielos
El buque HMS Protector es el barco de la patrulla de hielo de la Marina Real de Gran Bretaña y cuenta con equipos de sonar que pueden buscar debajo de las olas. Con base en Plymouth, la nave lleva dos años en el Atlántico Sur y la Antártida realizando estudios hidrográficos del área y brinda apoyo a estaciones de investigación del Reino Unido y el extranjero.
Imagen: Royal Navy United Kingdom
Patrulla costera
El HMS Clyde (P257), de la Marina Real de Gran Bretaña, es un buque de patrulla relativamente pequeño (81,5 metros de largo) diseñado para tareas de defensa costera. Está involucrado en el patrullaje del Atlántico Sur en varios roles de protección fronterizo, por ejemplo contra el contrabando, antipiratería, patrullas pesqueras y aplicación de las leyes inmigratorias.
Imagen: Royal Navy United Kingdom
Hércules
El Hércules C-130, de la Fuerza Aérea Real de Gran Bretaña, es un avión de carga militar y puede transportar hasta 128 pasajeros o 20 toneladas de carga. Asimismo admite operaciones aerotransportadas mediante la entrega aérea de paracaidistas, tiendas y equipos, siendo capaz de operar en superficies no preparadas y semipreparadas de día o de noche.
Imagen: AP
Tecnología científica
Diseñado en 2008 por la empresa noruega Skipsteknisk, el AGS-61 "Cabo de Hornos", de la Armada de Chile, es un buque de investigación dedicado a fines oceanográficos, hidrográficos y de pesca científica. Su tecnología lo convierte en una de las plataformas científico-marinas más modernas de su tipo en la actualidad y cuenta con ecosondas, sonares y subsistemas de posicionamiento acústico.
Imagen: Amada de Chile
Cámara de rescate
La Cámara de Rescate Submarino (CRS), de la Marina de EE.UU., es un dispositivo diseñado en la Segunda Guerra Mundial capaz de alcanzar profundidades de hasta 260 metros. Al localizarse el submarino, puede descender mediante un cable hasta sellarse a la escotilla de la embarcación para eliminar el agua del interior, presurizar la cámara y permitir el rescate de hasta seis personas a la vez.
Imagen: US Navy
Mini submarino
A diferencia del CRS, el Vehículo de Operación Remota (ROV), a bordo del Skandi Patagonia de la Marina de Estados Unidos, es un mini submarino que realiza operaciones de inmersión profunda para rescate de submarinos sumergidos por control remoto. Puede inspeccionar el fondo del mar hasta a 1.200 metros y embarcar, mediante su ensamble a la escotilla, hasta a 16 personas a la vez.
Imagen: U.S. Navy
Transoceánico
El C-5A / B GALAXY es un avión de transporte estratégico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos capaz de cruzar océanos enteros sin escalas ni recargar combustible. El C-5 es el avión más grande construido por EE. UU. con 65 pies de alto y con una envergadura de 247 pies. Puede transportar un máximo de 135 toneladas de carga.
Imagen: US Air Force
Vigilancia marítima-militar
El avión de vigilancia marítima-militar Boeing P-8 Poseidón pertenece a la Fuerza Aérea de Estados Unidos y está proyectado para llevar a cabo misiones de guerra antisubmarina, interceptar embarcaciones y ofrecer inteligencia electrónica. Esto involucra carga de torpedos, cargas de profundidad, misiles antibuque AGM-84 Harpoon y otras armas.
Imagen: US Navy
Control y patrullaje
El buque ARA Sarandí (D-13) es un destructor multipropósito de la Armada Argentina construido en los astilleros de Blohm + Voss situados en Hamburgo, Alemania Occidental, en 1982. Su misión incluye vigilancia marítima de la Zona Económica Exclusiva de Argentina, control de naves submarinas y defensa aérea.
Imagen: Armada Argentina
Corbeta multidimensional
El ARA Rosales (P-42) es una corbeta multipropósito de la Armada Argentina construida en los astilleros de Río Santiago, situados en Ensenada, Argentina, con licencia y materiales provistos por el astillero Blohm + Voss de Alemania. Su participación en ejercicios conjuntos y combinados es constante, realizando despliegues en diferentes puntos del Mar Argentino y del extranjero.