Premio a la Libertad de Prensa para reportero salvadoreño
23 de noviembre de 2016
El periódico digital de Óscar Martínez intenta "demostrar que la versión oficial en muchas ocasiones es falsa".
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El periodista salvadoreño Óscar Martínez, del periódico digital El Faro, recogió este martes (22.11.2016) el Premio Internacional Libertad de Prensa otorgado por el Comité para la Protección de los Periodistas por sus investigaciones sobre las maras y las ejecuciones extrajudiciales. Martínez, que dedicó a las fuentes que han sido "amenazadas y asesinadas", afirmó al recoger el premio: "mi periódico cumplió una de las misiones del periodismo de investigación: demostrar que la versión oficial en muchas ocasiones es falsa". Él mismo fue obligado a abandonar el país temporalmente por las amenazas de muerte recibidas tras la publicación de un reportaje.
El salvadoreño compartió el prestigioso galardón con el periodista turco Can Dündar, la india Malini Subramaniam y el fotoperiodista egipcio Mahmoud Abou Zeid -conocido como "Shawkan"-, encarcelado desde agosto de 2013. El evento, celebrado en el gran salón del hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, acogió a más de 800 personas y tuvo como maestro de ceremonias al presidente de la CNN, Jeff Zucker, quien recordó a los asistentes que "nunca antes ha habido una época más peligrosa para ser periodista que la que vivimos hoy".
El presidente ejecutivo del CPJ, Joel Simon, destacó durante su intervención la labor de esta organización en su afán de proteger y proporcionar apoyo sobre el terreno a los periodistas, e invitó a los presentes en una subasta a dar una aportación económica para ayudar a la institución. La gala terminó con el discurso de la presentadora del canal CNN Christiane Amanpour, que recibió el reconocimiento Burton Benjamin Memorial por su trayectoria como periodista y su defensa de la libertad de prensa, y en especial por su papel clave en la liberación de la conocida periodista azerbaiyana Khadija Ismailova. "Creo en un periodismo verdadero, no neutral. No se puede banalizar la verdad", dijo Amanpour, quien llamó a los periodistas a volver al verdadero reporterismo en un momento en el que "los valores periodísticos están en peligro".
LGC (EFE/AP)
Tiempos duros para los periodistas (mayo 2014)
Un estudio reciente revela que, en la última década, la libertad de prensa nunca se había visto tan coartada como ahora. Más de cuatro quintos de la población mundial viven en países donde no se respeta este derecho.
Imagen: picture-alliance/dpa
Países sin libertad de prensa
Existen países donde la cobertura mediática de los hechos es balanceada, la seguridad de los periodistas está garantizada y el grado de influencia del Estado sobre los medios es pequeño. Pero, en 2013, solo el 14 por ciento de la población mundial –el valor más bajo desde 1996– vivía en esos lugares, según la ONG Freedom House, que describe a Turquía y Ucrania como países sin libertad de prensa.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Agresiones contra periodistas
En Turquía se han registrado numerosas agresiones contra periodistas. Gökhan Biçici (en la imagen), por ejemplo, fue detenido ilegalmente durante las protestas a favor de la conservación del parque Gezi en Estambul. Otra amenaza contra la libertad de prensa en Turquía es la reiterada y sistemática adquisición de medios por parte de empresarios cercanos a funcionarios de alto rango del Gobierno.
Imagen: AFP/Getty Images
Atención indeseada
Los profesionales de la prensa también han sido objeto de agresiones en Ucrania, sobre todo durante las protestas contra el Gobierno de Víktor Yanukóvich. La periodista Tetiana Chornovol, quien informó sobre el lujoso estilo de vida del mandatario, cree que el otrora hombre fuerte de Kiev está detrás de un ataque perpetrado en su contra.
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Por las buenas o por las malas
La crítica situación de la libertad de prensa es motivo de protestas en China y Rusia (foto). Los Gobiernos de estos países ejercen sutil influencia o agresiva presión sobre los medios, recurriendo a herramientas legales para poner coto a las opiniones que les son desfavorables. En Rusia se cerró la agencia de noticias RIA Novosti para luego reabrirla, convertida en un órgano del Estado.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las paredes tienen oídos en EE. UU.
En Estados Unidos, el valor de la libertad de prensa sigue teniendo peso, pero su Gobierno le atribuye un rango menor que a la seguridad nacional. Eso está poniendo en peligro el ejercicio periodístico. Hace poco se supo que los teléfonos de la agencia AP habían sido intervenidos y con cada vez más frecuencia se le pide a los comunicadores que revelen la identidad de sus fuentes de información.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
De regreso a la “era Mubarak”
Tras el derrocamiento del presidente Mursi, que muchos percibían como enemigo de la libertad de prensa, la labor periodística se ha dificultado mucho en Egipto. Numerosos comunicadores fueron detenidos al calor del golpe militar de 2013; cinco murieron a manos de militares, asegura Freedom House. Ahora, los medios se congracian con el Gobierno y las informaciones independientes son raras.
Imagen: AFP/Getty Images
Mali se recupera
Pese a todo, también hay sucesos esperanzadores. En Mali, el orden ha sido parcialmente restablecido tras las elecciones presidenciales y la expulsión de los rebeldes islamistas. Muchas de las rotativas que se detuvieron después del golpe de Estado de 2012 han entrado en marcha de nuevo. Solo el asesinato de dos periodistas franceses en Mali, en noviembre de 2013, empañó este panorama.
Imagen: AFP/Getty Images
Tendencias positivas
La situación de la libertad de prensa también mejora en Kirguistán (foto) y Nepal: en el primero, se redujo el número de agresiones contra periodistas en 2013 y, en el segundo, la influencia del Estado sobre los medios. Y en el informe más reciente de Freedom House Israel vuelve a ser descrito como un Estado con libertad de prensa.
Imagen: AFP/Getty Images
Asia Central causa preocupación
Freedom House analizó la situación de la libertad de prensa en 197 países, diseñando un cuestionario y un sistema de puntuación del 0 al 100 para las respuestas. 0 era la mejor puntuación que un Estado podía sacar cuando los investigadores preguntaban si la libertad de prensa estaba legalmente protegida o si existía censura. Turkmenistán, Uzbekistán y Bielorrusia obtuvieron la puntuación más alta.