Tras la detención de dos conocidas figuras del independentismo catalán, DW les ofrece una visión panorámica de algunos de los protagonistas de este movimiento en Cataluña.
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Las protestas de una parte de la ciudadanía catalana, que habla de "presos políticos”, no se hicieron esperar. Dos destacados líderes de la sociedad civil catalana a favor de la secesión, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, fueron enviados a prisión preventiva por una jueza de la Audiencia Nacional, en Madrid. No por sus ideas, sino por el cargo de "promover" el asedio a la Guardia Civil durante una operación policial en septiembre.
Hasta ahora, Sànchez y Cuixart han sido dos de los paladines más visibles de la causa independentista, cuyo conflicto con el Gobierno central podría llegar este jueves a punto de no retorno. ¿Pero qué otros hombres y mujeres están al frente del movimiento que pide una república independiente del Estado español, precipitando una crisis de grueso calibre en el país? Una mirada a los protagonistas, para ayudar a entender el conflicto.
Carles Puigdemont
El president, líder del Ejecutivo catalán y cara visible del pulso entre Madrid y Barcelona, se presenta a sí mismo estos días como un David frente al Goliat de Mariano Rajoy y sus socios. Antiguo periodista y después político de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Carles Puigdemont (Amer, 1962) saltó casi de manera accidental de la alcaldía de Gerona a la presidencia de la Generalitat cuando la Candidatura de Unidad Popular (CUP) se negó a investir como presidente regional a Artur Mas, manchado por la sombra de la corrupción. A cambio de dar un paso atrás, Mas consiguió el apoyo de los antisistema a la candidatura de Puigdemont.
El nuevo timonel del independentismo llegó al Ejecutivo catalán sin apenas ser conocido ni siquiera en Cataluña y con un peinado al estilo de The Beatles que suscitó más de una broma en el resto de España. Se dio entonces, el 10 de enero de 2016, 18 meses para construir la nueva república catalana. Ahora juega a las medias respuestas con el Gobierno estatal y afirma que, con los resultados del referéndum del pasado 1 de octubre, que Madrid considera "ilegal” y en el que se vivieron duros episodios de violencia policial, "Cataluña se ha ganado el derecho de ser un Estado independiente”.
Oriol Junqueras
Oriol Junqueras (Barcelona, 1969) es el líder más mediático de ERC, el principal partido de izquierdas de la coalición con la que Puigdemont llegó a la presidencia de la Generalitat. Historiador de profesión, representa a la izquierda catalana con una larga trayectoria de reivindicación republicana y secesionista. Hace pocos años fue definido por la prensa progresista española como el "político de moda en Cataluña” por su defensa de la consulta catalana.
Sin embargo, no son pocos los que le critican el haberse aliado con unos conservadores de CDC que solo se apuntaron al carro del independentismo en los últimos años y que, más allá de la separación del Estado español, no parecen compartir gran parte del ideario social y político de la izquierda que no solo quiere otro país, sino un país diferente.
Carme Forcadell
La actual presidenta del Parlamento autonómico catalán es otro de los pesos pesados de ERC. Sin embargo, el nombre de Carme Forcadell (Cherta, 1956) empezó a cobrar relevancia a partir de su vinculación con diferentes organizaciones de la sociedad civil catalana favorables a la independencia, entre ellas Òmnium Cultural y la Asamblea Nacional Catalana (ANC). La filóloga presidió esta asociación entre 2011 y 2015 y bajo su mandato se organizaron algunas de las campañas más sonadas por la secesión, como la "vía catalana hacia la independencia”, una cadena humana de 400 kilómetros que atravesó Cataluña de norte a sur el 11 de septiembre de 2013.
Gabriel Rufián
El hombre del independentismo en Madrid no solo es prácticamente omnipresente en los medios de comunicación, sino que Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramanet, 1982) ha llegado a ser un verdadero tuitstar del proyecto, además de un feroz crítico del Gobierno conservador de Rajoy con una amplia resonancia en las redes sociales. Antes profesional de las relaciones laborales y los recursos humanos, el joven diputado probablemente sea la principal voz en el Congreso a favor de la independencia catalana, empresa que compatibiliza con la defensa de la justicia social y los derechos humanos.
Anna Gabriel
Anna Gabriel (Sallent de Llobregat, 1975) es la "número dos” de la antisistema y anticapitalista CUP, la bestia negra del independentismo para unos, el partido más coherente de quienes abanderan esta causa para otros. Gabriel aterrizó en 2015 en la política proveniente del activismo antifascista, social y feminista.
El aspecto atípico de esta educadora social la ha convertido en blanco del escarnio en repetidas ocasiones; sin embargo, lejos de dejarse amoldar según las expectativas mediáticas o políticas, la joven promesa del independentismo catalán se ha mantenido en una línea radical y rebelde, poniendo en ocasiones en apuros a sus compañeros independentistas más titubeantes.
Jordi Sànchez y Jordi Cuixart
Los dos adalides independentistas para los que una jueza ordenó el lunes prisión preventiva y sin fianza, los "Jordis”, representan el brazo social del secesionismo catalán. El politólogo Sànchez (Barcelona, 1964) preside actualmente la ANC, mientras que el empresario Cuixart (Santa Perpetua de Moguda, 1975) ostenta el mandato de Òmnium Cultural. Ambos han sido acusados de sedición y podrían afrontar hasta 15 años de cárcel.
Estas dos organizaciones tienen una amplia capacidad de movilización en la sociedad catalana. No obstante, si bien la ANC fue creada en 2011 con la finalidad expresa de lograr la independencia, Òmnium es una organización de carácter cultural que trabaja desde 1961 (aunque entre 1963 y 1967 tuvo que hacerlo en la clandestinidad y desde el exilio) para promover el idioma y la cultura regionales. En los últimos años, sin embargo, esta asociación fue involucrándose más en diversas causas sociales, entre ellas la celebración de un referéndum sobre la independencia.
Origen histórico del independentismo en Cataluña
Ante la escalada de tensión en torno al movimiento independentista de Cataluña, repasamos los momentos históricos de esta comunidad autónoma española en los que ha contado con distintos grados de autonomía.
Imagen: Reuters/A.Gea
Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 comunidades autonónomas de España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes que viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutina a dos tercios de la población catalana.
Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos.
Imagen: Caos30
Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes que fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca (foto) y Valencia.
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe rey promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los fueros locales y las instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre (foto) se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se ponen de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto).
Imagen: picture-alliance/Quagga Illustrations
El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido.
Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas y la persecución de la lengua y la cultura catalanas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con José Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003.
Imagen: Jose Gayarre
El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva
relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Imagen: Reuters/A.Gea
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.
Imagen: Reuters/G. Nacarino
Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democratica de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, Mas fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.